La japonesa Rapidus se enfrenta a un plazo de dos años para la producción en masa de 2 nm para competir con TSMC y Samsung

La japonesa Rapidus se enfrenta a un plazo de dos años para la producción en masa de 2 nm para competir con TSMC y Samsung

La competencia por la supremacía en la industria de semiconductores se intensifica, ya que TSMC y Samsung compiten por ser los primeros en implementar la tecnología de 2 nm. Mientras tanto, Rapidus se ha consolidado como un competidor destacado en Japón, consolidando la imagen del país en la litografía de vanguardia. Recientemente, Rapidus anunció el inicio de la producción de prueba de su proceso de 2 nm y planea establecer gradualmente líneas de producción para aumentar los niveles de producción. Sin embargo, al igual que los desafíos que enfrenta Samsung con su tecnología Gate-All-Around (GAA) de 3 nm, Rapidus se ve amenazada por la incertidumbre, ya que los expertos advierten que la compañía solo tiene dos años para lanzar la producción a gran escala. De no hacerlo, Japón podría quedar rezagado respecto a sus competidores globales.

Rapidus debe iniciar la producción en masa de 2 nm en 2027

Para impulsar su capacidad de fabricación de 2 nm, Rapidus instaló máquinas de ultravioleta extremo (EUV) en diciembre. Estas máquinas son fundamentales para la producción en masa de obleas semiconductoras avanzadas. Tras la instalación, la compañía presentó con orgullo su primer prototipo el 18 de julio, lo que marca su ambiciosa entrada en la élite de la producción de semiconductores. El gobierno japonés ha desempeñado un papel crucial en el apoyo a las aspiraciones de Rapidus, facilitando diversas iniciativas políticas.

En un impulso significativo, la administración japonesa ha prometido una inversión sustancial de 1, 7 billones de yenes (aproximadamente 12 000 millones de dólares) para ayudar a Rapidus. El apoyo previsto para lo que resta de 2025 incluye unos 100 000 millones de yenes (unos 677, 6 millones de dólares) destinados a lograr la producción en masa de obleas de 2 nm. A pesar de estos generosos recursos, la empresa aún se enfrenta a posibles contratiempos, lo que ha llevado a los expertos del sector a ser cautelosos.

El profesor Hideki Wakabayashi, de la Universidad de Kumamoto y miembro del Comité de Estrategia de la Industria de Semiconductores y Digital de Japón, expresó su preocupación por el hecho de que, si Rapidus fracasa, podría impulsar a las empresas de semiconductores y materiales del país a reubicarse en el extranjero. Esta migración podría socavar significativamente la competitividad de Japón en el mercado.

Establecer plantas de producción en otros países no solo ayudaría a esas regiones a emplear trabajadores cualificados, sino que también permitiría a los gobiernos extranjeros acceder a información confidencial sobre tecnologías de vanguardia. Entre los factores que podrían motivar a Rapidus a operar fuera de Japón se encuentra el acceso a una mayor reserva de talento con habilidades especializadas a costos potencialmente más bajos.

Además, las naciones ávidas de avances en tecnología de semiconductores podrían ofrecer incentivos atractivos para atraer a fabricantes como Rapidus. Sin embargo, dado el sólido respaldo actual del gobierno japonés, parece improbable que Rapidus opte por trasladar sus operaciones al extranjero.

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