
Este artículo no constituye asesoramiento de inversión. El autor no mantiene posiciones en las acciones analizadas.
La calificación crediticia de Intel se rebaja: un análisis crítico
Intel, que en su día fue una fuerza dominante en la industria de semiconductores, se enfrenta ahora a importantes desafíos, como lo demuestra la reciente rebaja de su calificación crediticia por parte de Fitch. Este cambio pone de manifiesto una trayectoria problemática para la compañía, similar a las medidas adoptadas por Moody’s y S&P Global en 2024. Fitch ha rebajado la calificación de deuda a largo plazo de Intel de BBB+ a BBB, una categoría que la sitúa solo dos niveles por encima de la categoría de bono basura.
Cabe destacar que esta rebaja viene con una perspectiva negativa, lo que indica la posibilidad de nuevas reducciones en el futuro. Es importante destacar que la calificación BBB es el nivel más bajo dentro de la definición de Fitch de «grado de inversión».
Estado actual de la salud financiera de Intel
A diferencia de la rebaja de la deuda a largo plazo, Fitch mantuvo la calificación F2 para la deuda a corto plazo de Intel, lo que indica la capacidad satisfactoria de la compañía para cumplir con sus obligaciones financieras inmediatas. Según el comentario detallado de Fitch:
Los indicadores crediticios siguen siendo débiles y requerirán mercados finales más sólidos y lanzamientos exitosos de productos, junto con una reducción de la deuda neta durante los próximos 12 a 24 meses, para que el apalancamiento del EBITDA vuelva a niveles consistentes con las calificaciones.
Factores clave que influyen en la calificación crediticia de Intel
Fitch ha señalado varios factores fundamentales que inciden en la recalificación crediticia de Intel, que incluyen tanto oportunidades como desafíos:
- Desapalancamiento retrasado, con una previsión de que el apalancamiento EBITDA disminuya de 5, 0x al final de 2024 a 4, 0x en 2025, y aún más a 2, 5x en 2027.
- Mejorar el rendimiento de fabricación y la adopción por parte de los clientes del próximo proceso 18A de Intel durante los próximos 18 meses, será crucial para estabilizar la participación en el mercado y mejorar los márgenes de ganancia.
- Con agresivas estrategias de reducción de costos en marcha, incluidas importantes reducciones de fuerza laboral, Intel apunta a reducir los gastos operativos a $ 17 mil millones en 2025 y $ 16 mil millones en 2026, frente a los $ 19, 4 mil millones en 2024.
- Se esperan gastos de I+D estables, mientras que se proyecta que el margen EBITDA mejore más allá del 30 por ciento en 2026 desde alrededor del 20 por ciento en 2024.
- La venta anticipada de acciones ordinarias de Mobileye y una participación mayoritaria en Altera podría generar aproximadamente $5.3 mil millones a lo largo del tiempo, además de $1.9 mil millones ya obtenidos en el primer trimestre de 2025 por desinversiones en el negocio de memoria, lo que contrarrestaría los gastos de reestructuración.
- Los desafíos comerciales han llevado a una perspectiva más conservadora para el segundo semestre de 2025, en particular porque el primer semestre se benefició de las tendencias de la demanda.
- Intel tiene el potencial de mejorar su intensidad de capital al reducir el CapEx para su proceso 14A de próxima generación, aunque esto puede poner en riesgo el crecimiento de los ingresos a largo plazo.
- La creciente competencia de Qualcomm y AMD en el sector de PC plantea desafíos adicionales.
- A corto plazo, las limitaciones en la línea de productos de Intel pueden obstaculizar su capacidad de capitalizar la creciente demanda de inteligencia artificial (IA).
Iniciativas estratégicas para la recuperación del mercado
Bajo el liderazgo del CEO Lip-Bu Tan, la estrategia de Intel busca recuperar la cuota de mercado perdida mediante avances acelerados en tecnología de procesos. La futura dependencia de la compañía del próximo nodo 14A depende de la obtención de compromisos firmes por parte de los clientes. Simultáneamente, Tan se centra en revitalizar el ecosistema x86 de Intel con la introducción de las CPU Panther Lake (generación actual) y Nova Lake (próxima generación), así como las GPU Granite Rapids, con compatibilidad con Multi-Threading Simultáneo (SMT) próximamente.
Para abordar el aumento de los gastos operativos, Intel implementará una reducción de personal del 15%, lo que afectará a su plantilla total de 99.500 empleados a finales de 2024. Esto sigue a los recortes de empleo de 15.000 en 2023 y 2024, junto con el cierre de instalaciones en Alemania y Polonia.
Mientras Intel navega por estas aguas turbulentas, las partes interesadas deben seguir de cerca sus iniciativas estratégicas y la dinámica del mercado para comprender mejor las posibles vías de recuperación.
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