
La evolución de la serie The Legend of Zelda es evidente en sus títulos más recientes, en particular con la introducción de Breath of the Wild (BOTW) y Tears of the Kingdom (TOTK). Estos juegos introducen un enfoque no lineal audaz, que anima a los jugadores a explorar mundos abiertos expansivos. Este cambio mejora significativamente el aspecto de exploración, un sello distintivo de la franquicia Zelda que ha cautivado a los jugadores durante décadas.
Si bien BOTW y TOTK se inspiran en los primeros días de la franquicia en la NES, donde los jugadores eran lanzados directamente a un mundo rebosante de libertad, aún imponen limitaciones específicas. A diferencia del juego original de NES, que permitía una exploración sin límites, las últimas entregas presentan puntos de partida estructurados que guían a los jugadores hacia sus aventuras. Este enfoque mesurado, aunque puede desalentar la no linealidad pura, es esencial para ofrecer una experiencia de juego atractiva y completa.
Navegando por la no linealidad en los últimos títulos de Zelda
Rutas guiadas en BOTW y TOTK
A pesar del paradigma de mundo abierto, tanto BOTW como TOTK guían sutilmente a los jugadores a lo largo de un camino predeterminado. Cada juego designa áreas de inicio específicas (como la Gran Meseta de BOTW o la Gran Isla del Cielo de TOTK) que limitan a los jugadores al comienzo de su viaje. Para avanzar y desbloquear el mundo, los jugadores deben completar desafíos iniciales, como Santuarios, que sirven para enseñarles habilidades esenciales antes de poder explorar por completo.
La elección de diseño educativo de Nintendo se basa en años de experiencia con la franquicia. La introducción de tutoriales extensos e interacciones con los personajes ha sido un elemento básico en muchos juegos de Zelda, lo que aporta claridad sobre los objetivos. Como estos títulos más nuevos apuntan a una experiencia equilibrada, mantienen oportunidades de orientación, lo que sugiere que las futuras entregas de Zelda probablemente seguirán su ejemplo.
El valor de la orientación en BOTW y TOTK
Gestionar una escala abrumadora con dirección
Las primeras impresiones sobre las restricciones en BOTW y TOTK pueden ser decepcionantes, pero desempeñan un papel crucial a la hora de mejorar la experiencia de juego. El juego original de NES se basaba en la simplicidad, introduciendo a los jugadores a sus mecánicas sin abrumarlos. En cambio, los mundos expansivos y las mecánicas intrincadas de BOTW y TOTK presentan una curva de aprendizaje empinada, que exige una guía completa para garantizar que los jugadores se sientan seguros en lugar de perdidos.
Esta necesidad de una guía estructurada es precisamente la razón por la que las áreas iniciales y las interacciones entre personajes siguen siendo esenciales en los títulos Zelda posteriores. Ayudan a los jugadores a aclimatarse a las nuevas mecánicas y les proporcionan las habilidades necesarias para adaptarse a los vastos paisajes de Hyrule. Como resultado, los jugadores pueden disfrutar de una sensación liberadora de exploración mientras están equipados para navegar por estos intrincados mundos.
La narrativa de TOTK florece con orientación estructural
Enfatizando la historia a través de un marco lineal
La profundidad narrativa de TOTK pone de relieve cómo una estructura lineal puede mejorar la narración de historias dentro de la serie Zelda. A diferencia de sus predecesores, que solo proporcionaban objetivos básicos, TOTK entrelaza de forma intrincada elementos narrativos en el juego, lo que hace que la comprensión de la historia sea esencial para la experiencia del jugador. La exploración del juego de temas complejos en torno a los Zonai y el resurgimiento de Ganondorf depende en gran medida de que los jugadores sigan un camino designado para comprender por completo los acontecimientos que se desarrollan.
Aunque TOTK permite a los jugadores recolectar recuerdos de Lágrimas de Dragón en varias secuencias, la narrativa general requiere un cierto grado de orden para maximizar la participación. El juego garantiza que seguir el viaje previsto conduce a una comprensión más profunda de su historia.
Como se demostró con BOTW y TOTK, la serie Zelda está preparada para mantener un equilibrio cuidadoso entre la linealidad guiada y la no linealidad abierta. Este enfoque no solo enriquece la jugabilidad, sino que también satisface a los jugadores de todos los niveles de habilidad, lo que les permite apreciar el alcance completo de cada título. Es probable que esta metodología efectiva persista en los futuros juegos de Zelda a medida que sigan evolucionando en escala y ambición.
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