Los trastornos de ansiedad son afecciones de salud mental comunes que continúan afectando a muchas personas.
Un tipo de trastorno de ansiedad no especificado puede causar confusión y hacerte sentir caótico. Este diagnóstico se otorga a personas que cumplen con los criterios de un nivel clínico de ansiedad pero no cumplen con todos los criterios de otros trastornos de ansiedad.
La mayoría de los médicos utilizan el Manual estadístico de diagnóstico como referencia para diagnosticar a las personas y ver si cumplen con los criterios. Sin embargo, surgieron preocupaciones cuando los individuos no mostraban los síntomas exactos o no cumplían con todos los criterios.
Los diagnósticos no especificados nos ayudan a reconocer que incluso si no cumple con todo el cuadro de diagnóstico, sus inquietudes siguen siendo legítimas y necesitan atención.
¿Qué es un trastorno de ansiedad no especificado?
Es importante reiterar que incluso si le diagnostican un trastorno de ansiedad no especificado, sus síntomas pueden ser lo suficientemente graves.
Significa que incluso si son uno o dos síntomas, pueden estar alterando su funcionamiento diario. Las personas con esta afección suelen mostrar ansiedad generalizada y preocupación por diversos aspectos de sus vidas. Nuevamente, es posible que no presente todos los síntomas que justifiquen un diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada .
También puede experimentar síntomas físicos de ansiedad. A menudo se encuentra en un continuo y puede variar desde palmas sudorosas hasta un aumento en la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Además, puede experimentar tensión muscular y dolor corporal. Tanto los síntomas emocionales como los físicos pueden afectar su funcionamiento en el trabajo, sus relaciones y su rutina diaria.
¿Cómo se puede tratar un trastorno de ansiedad no especificado?
La principal modalidad de tratamiento para los trastornos de ansiedad es la psicoterapia y la medicación.
Según las investigaciones sobre el manejo del trastorno de ansiedad no especificado , los tratamientos no farmacológicos deben considerarse como tratamientos de primera línea para esta afección. Aquí hay unos ejemplos:
#1 Estrategias de afrontamiento
Existen varias estrategias para afrontar la ansiedad . Estos a menudo se derivan de varios enfoques terapéuticos, pero la terapia cognitivo-conductual parece tener la mayor evidencia para el tratamiento de la ansiedad.
Una estrategia de afrontamiento es algo que le permite controlar la ansiedad y le hace sentir que tiene el control. Recuerde que, idealmente, estas estrategias deberían permitirle desafiar sus miedos.
#2 Psicoeducación
Conocer sus síntomas, los posibles métodos de tratamiento y el impacto es especialmente importante en el caso de afecciones no especificadas.
La naturaleza vaga de esta afección puede aumentar su preocupación; por lo tanto, el conocimiento se siente empoderador. Hablar con otras personas, especialmente con profesionales, puede ayudarle a adquirir la información correcta.
#3 Modificaciones en el estilo de vida
Hay ciertos hábitos negativos que contribuyen al deterioro de nuestra salud mental.
Estas pueden ser prácticas cotidianas como horarios de sueño irregulares, falta de actividad física, tiempo excesivo frente a la pantalla o incluso consumo excesivo de cafeína. Si bien es posible que estos no le causen ansiedad individualmente, el efecto combinado puede causar estragos.
Ya sea que se trate de una afección específica o no especificada, puede dificultarle el manejo de su vida diaria.
La buena noticia es que un profesional de la salud mental puede adaptar el enfoque terapéutico a sus necesidades. La terapia puede convertirse en un espacio individualizado para gestionar un trastorno de ansiedad no especificado.
Janvi Kapur es consejero con maestría en psicología aplicada con especialización en psicología clínica.
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