Quizás esté familiarizado con el término duelo, pero ¿ha oído hablar del trastorno de duelo prolongado? Una vez que una persona pierde a un ser querido, es bastante habitual experimentar tristeza durante algún tiempo. Sin embargo, para ciertas personas, este sentimiento de duelo se intensifica durante un período prolongado y lentamente se convierte en lo que se conoce como trastorno de duelo prolongado (PGD).
El trastorno de duelo prolongado no es una condición que deba pasarse por alto. Si no se controlan, sus efectos pueden cobrar la vida de quienes los enfrentan. Comprender la afección con mayor profundidad permitirá a quienes luchan contra sus síntomas buscar opciones de tratamiento efectivas.
¿Qué es el trastorno de duelo prolongado?
Imagínese una mochila llena de sus emociones de duelo. Por lo general, los individuos dejan la mochila, permitiéndose liberarse de su peso, superando las complejidades de estas emociones a medida que pasa el tiempo. Pero con el trastorno de duelo prolongado, es similar a estar atrapado en esa mochila durante una cantidad interminable de tiempo.
Los sentimientos de tristeza, soledad y angustia no desaparecen como lo hacen normalmente. En cierto modo, se quedan atrapados en las cinco etapas del duelo durante demasiado tiempo. El PGD no es algo que se pueda evitar, ni es un signo de debilidad. Es exactamente como tener tu vida, o, en este caso, la luz del sol, bloqueada por las siniestras nubes.
Tratamiento del trastorno de duelo prolongado
En muchos sentidos, el PGD es similar a estar atrapado con una mochila llena de emociones pesadas. Ahora, analicemos varias formas de aligerar la carga de una mochila emocional.
1. Psicoterapia
La terapia es esencialmente un GPS mediante el cual las personas encuentran la salida a los difíciles terrenos del duelo. Terapias como la terapia centrada en el duelo ayudan a las personas a aprender a llevar esa mochila y no quedarse estancados en ella. No se trata de olvidar lo ocurrido sino de cómo llevar esas emociones para que nunca te pesen.
2. Apoyo grupal
Estar rodeado de personas que enfrentan lo mismo que tú puede ser un gran empoderamiento y apoyo. La terapia de grupo es uno de esos enfoques que ofrece el apoyo y la orientación de un grupo. Ser transparente acerca de sus pensamientos y desafíos personales con otras personas en un camino similar puede hacer que se sienta más liviano. Es un fuerte recordatorio de que recibe apoyo constante, sin importar los desafíos.
3. Medicamentos
Ciertas veces, la avalancha de emociones de duelo es tan fuerte que se siente como si te fuera a desgarrar por dentro. En tales emergencias, los medicamentos, como antidepresivos, llegan como salvadores. Generalmente lo receta un médico capacitado, y es como un primer auxilio emocional que ayuda a calmarte hormonalmente. Tenga siempre en cuenta que no son la cura; Trabajan junto con la terapia.
Conocer mejor el PGD es el paso inicial para explorar la salida a esta tormenta emocional. Armado con la orientación y el apoyo emocional necesarios, uno puede convertir el duelo en una fuerza transformadora y afrontar sus efectos de mejor manera.
Al igual que un rayo de luz en el espacio vacío, el PGD exige compasión, mucha paciencia y un fuerte compromiso para liberarse de las ataduras de un duelo prolongado. Por lo tanto, la próxima vez que el dolor comience a eclipsar su vida, acepte su existencia y haga un uso eficaz de las opciones de tratamiento.
Janvi Kapur es consejero con maestría en psicología aplicada con especialización en psicología clínica.
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