¿Alguna vez has sentido el peso abrumador de las sensaciones? En caso afirmativo, es posible que sea susceptible a los síntomas de sobrecarga sensorial. Es una condición en la que una persona experimenta una sobrecarga de información sensorial y, como resultado, se siente completamente abrumada.
Cada vista o sonido puede parecer demasiado magnificado; Incluso un toque suave puede ser demasiado difícil de manejar. La gente puede llamarlos “hipersensibles” o “demasiado susceptibles”, pero no ven la condición subyacente.
Trate de imaginarse parado en un mercado concurrido donde los vendedores gritan, la música suena a todo volumen, muchas personas chocan entre sí y, de repente, cada vista, olor y sonido se vuelve demasiado difícil de afrontar. Eso es exactamente lo que siente la persona que la experimenta cuando tiene una sobrecarga sensorial.
Síntomas de sobrecarga sensorial.
Cuando te enfrentas a una sobrecarga sensorial, tu cuerpo comienza a reaccionar de diferentes maneras. Es posible que se sienta agitado, ansioso o incluso sin aliento. Los latidos de su corazón pueden acelerarse, las palmas de sus manos pueden comenzar a sudar y también puede resultarle difícil prestar atención. Esto es particularmente notable en personas con TDAH. La reacción exagerada y el TDAH pueden ir de la mano debido a la intensa exigencia de los sentidos.
Para algunas personas, esto puede presentarse en forma de dolores de cabeza, cansancio extremo o una necesidad de abandonar la situación. Otros pueden experimentar hipersensibilidad al tacto, los sonidos o incluso las luces, sintiendo como si estos estímulos se hubieran ampliado más allá de las palabras.
Causas de los trastornos del procesamiento sensorial.
Hay múltiples factores que pueden desencadenar esta condición. Un ambiente ruidoso y lleno de gente, luces nítidas o parpadeantes, olores potentes o incluso algunas texturas pueden sobrecargar los sentidos. Generalmente, estos pueden resultar molestos para muchos, pero las personas con esta afección pueden sentirse extremadamente inquietas y abrumadas.
Aquellos con trastornos del procesamiento sensorial, trastornos de ansiedad o autismo pueden estar más inclinados a enfrentar los efectos de la sobrecarga sensorial. Es importante ser consciente de que casi cualquier persona puede verse afectada cuando está expuesta a una cantidad sobrecargada de estímulos.
Tratamiento para la sobrecarga sensorial
Tratar eficazmente las demandas sensoriales incluye encontrar estrategias que funcionen para reducir la intensidad de los estímulos sensoriales. Ciertas personas se sienten aliviadas al ir a un espacio tranquilo cuando se sienten abrumadas. Mientras que otros utilizan herramientas sensoriales como la función de cancelación de ruido en auriculares, gafas de sol o un sombrero para limitar la exposición a la luz.
Prácticas como la respiración profunda, la autoconciencia y la meditación también pueden ser efectivas para controlar tus respuestas sensoriales. Terapias como la terapia cognitivo-conductual o la terapia ocupacional pueden ser beneficiosas para desarrollar estrategias de afrontamiento y aliviar la sensibilidad a los estímulos sensoriales.
En el mundo bullicioso y lleno de información sensorial múltiple, enfrentar los síntomas de sobrecarga sensorial es más común de lo que podemos esperar. Es imprescindible reconocer los signos y tomar medidas para afrontarlos de forma eficaz. Conocer tus factores desencadenantes y ceñirte a los mecanismos de afrontamiento con los que te sientas cómodo puede ayudarte enormemente a afrontar situaciones abrumadoras.
Tenga siempre en cuenta que la sobrecarga sensorial no es algo de lo que deba avergonzarse y, por lo general, no está bajo su control; es una reacción natural a una sobrecarga de información sensorial.
Al aceptar los síntomas de la sobrecarga sensorial, nos empoderamos para gestionarla mejor. De esta manera, podemos restablecer el control y encontrar muchas formas de lidiar con las sensaciones abrumadoras.
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