Hallazgos recientes han descubierto un vínculo potencial entre el tiempo excesivo frente a una pantalla y la micción nocturna o nicturia, una condición caracterizada por la necesidad de orinar varias veces durante la noche.
Un estudio publicado en el Journal of Neurourology and Urodynamics indica que las personas que pasan mucho tiempo viendo películas, programas de televisión o vídeos en línea pueden tener un mayor riesgo de desarrollar esta alteración del sueño.
Esta correlación enfatiza la necesidad de seguir explorando nuestros hábitos de consumo digital y su impacto en la salud.
El vínculo entre el tiempo frente a la pantalla y la micción nocturna
El artículo, que se basa en datos de 13.294 adultos estadounidenses de 20 años o más recopilados entre 2011 y 2016, encontró que el 32% de los participantes experimentó nicturia, mientras que el 68% no.
Sorprendentemente, aquellos que dedicaban cinco o más horas al entretenimiento en pantalla enfrentaban un riesgo 48% mayor de nicturia que las personas que miraban menos de una hora al día.
Los investigadores comentaron:
«Nuestra investigación demostró que las personas que pasaban 5 o más horas al día viendo televisión y/o vídeos tenían significativamente más probabilidades de desarrollar nicturia», enfatizando un descubrimiento crucial en la investigación.
La nicturia se extiende más allá de una ligera molestia; puede inducir la falta de sueño y aumentar la posibilidad de complicaciones graves de salud. Los investigadores observaron:
«La nicturia no sólo eleva la probabilidad de enfermedades como la hipertensión, los trastornos cardiovasculares y la mortalidad, sino que también contribuye a una carga económica significativa para la sociedad».
Esto enfatiza que la nicturia es un problema de salud pública de suma importancia que exige una atención inmediata.
La enfermedad se observa predominantemente en personas mayores, y la mitad de las personas mayores de 50 años la padecen debido a alteraciones en la funcionalidad de la vejiga. También podría indicar la presencia de afecciones médicas subyacentes, como diabetes , infecciones del tracto urinario, agrandamiento de la próstata en los hombres, vejiga hiperactiva, enfermedades cardíacas , trastornos renales y afecciones neurológicas.
El manejo generalmente incluye modificaciones en el estilo de vida y abordar cualquier problema médico de raíz. Sin embargo, la investigación no aclaró si el mayor riesgo se debe a la exposición general a la pantalla o específicamente al consumo de vídeo.
Esta vaguedad indica la necesidad de estudios adicionales para comprender a fondo los mecanismos subyacentes.
Esta investigación fundamental destaca la forma compleja en que nuestras preferencias de estilo de vida, especialmente nuestros hábitos de visualización digital, influyen en nuestra salud.
Al iluminar la correlación entre el aumento del tiempo frente a la pantalla por la visualización prolongada de televisión y contenido digital y la micción nocturna, aboga por reevaluar nuestros hábitos diarios para proteger nuestra salud.
A medida que avanzamos en una era tecnológicamente más avanzada, los conocimientos de la neurourología y la urodinámica son un recordatorio esencial de la necesidad de cultivar una interacción equilibrada con nuestros dispositivos digitales.
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