La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, ha calificado el esfuerzo por frenar las ambiciones de China en materia de semiconductores como una “misión inútil”. En cambio, aboga por cambiar el foco hacia la mejora de las capacidades de producción nacional como la estrategia más eficaz para mantener una ventaja competitiva en el mercado mundial de semiconductores.
Desafíos y realidades de las medidas de control de las exportaciones de Estados Unidos a China
El panorama de la competencia entre Estados Unidos y China en materia de semiconductores se ha intensificado bajo la administración Biden. Ambos países están compitiendo por reforzar sus sectores de semiconductores en un intento por lograr la supremacía tecnológica. A pesar de que Estados Unidos implementó estrictos controles a las exportaciones destinados a sofocar el avance de las capacidades de semiconductores de China, las recientes declaraciones de la secretaria Raimondo sugieren que estos esfuerzos no han dado los resultados deseados. Más bien, enfatiza la importancia de impulsar la innovación interna como la clave para superar a China.
Intentar frenar a China es una tarea inútil. La única forma de vencer a China es ir un paso por delante de ella. Tenemos que correr más rápido y superarla en innovación. Esa es la manera de ganar.
– Gina Raimondo vía WSJ
En un esfuerzo por estimular la innovación en semiconductores en Estados Unidos, la administración Biden presentó la “Ley CHIPS”, que destina 53.000 millones de dólares a incentivos fiscales, subvenciones y préstamos para empresas dispuestas a establecer instalaciones de fabricación en Estados Unidos. Esta iniciativa marca un momento crucial, ya que anuncia lo que algunos han descrito como una “revolución industrial moderna”. Los principales actores de la industria, incluidos Samsung, TSMC e Intel, ya están invirtiendo miles de millones en nuevas instalaciones de producción de chips. Si bien esto representa un avance significativo hacia la autosuficiencia en semiconductores, aún quedan desafíos.
A pesar de los esfuerzos internacionales concertados (que incluyen restricciones de aliados como Japón y los Países Bajos), China ha experimentado un crecimiento notable de sus propias capacidades en materia de semiconductores, en particular en tecnologías de “nodos maduros”. Empresas como SMIC han logrado varios avances que ponen de relieve las limitaciones de los controles de exportación de Estados Unidos y revelan la resiliencia del sector chino de semiconductores.
De cara al futuro, el posible cambio de política de Estados Unidos bajo una futura administración Trump plantea interrogantes sobre la viabilidad de iniciativas como la Ley CHIPS, que han sido criticadas por su eficacia. Independientemente de los cambios de política, el panorama competitivo se intensificará cada vez más a medida que ambos países se esfuerzan por asegurar sus posiciones en el mercado mundial de semiconductores.
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