
Descripción general
- Un plan de lavado de cerebro mal ejecutado en Capitán América: Un mundo feliz genera confusión entre el público.
- La película pasa por alto acontecimientos críticos de Secret Invasion y deja elementos fundamentales sin abordar.
- La difusión inusualmente rápida de noticias negativas genera inquietudes sobre la calidad narrativa y resta valor a la historia general.
Capitán América: Un mundo feliz llegó a la pantalla grande y marcó el comienzo de una nueva era para Sam Wilson, tras sus aventuras anteriores en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU).Sin embargo, a medida que los fans profundizan en la película, descubren varios elementos narrativos que no cumplen con las expectativas. Si bien algunos hilos argumentales están hábilmente entrelazados con el tejido más amplio del MCU, otros están mal ejecutados, lo que deja a los espectadores desconcertados por la lógica detrás de decisiones vitales de la trama. Estos defectos en Capitán América: Un mundo feliz restan valor significativamente a la experiencia narrativa general.
Para los fanáticos más fieles, el manejo que hace la película de las tramas clave puede socavar el disfrute de lo que se supone que es un emocionante viaje cinematográfico. La expectación por esta entrega era alta y las flagrantes inconsistencias de la trama hacen que sea difícil involucrarse plenamente con la acción en pantalla. Tales problemas podrían explicar por qué la película ha obtenido una recepción tibia tanto por parte de los críticos como del público.
El lavado de cerebro de Capitán América: Un mundo feliz se llevó a cabo de manera deficiente

La revelación del plan del Líder inicialmente parecía prometer una trama inteligente pero peligrosa. El concepto de lavarle el cerebro a personajes heroicos mediante técnicas siniestras era convincente. Sin embargo, a medida que avanzaba la narrativa, la mecánica de este lavado de cerebro y su implementación se volvían cada vez más turbias.
Un fallo importante es que la película no explica detalles fundamentales: cómo el Líder accedía a sus víctimas para lavarles el cerebro y los mecanismos subyacentes de su plan. Si podía manipular a una gran cantidad de personas, ¿por qué no apuntó directamente al Capitán América o al presidente Ross?
Los realizadores hicieron sólo un intento superficial de racionalizar cómo El Líder pudo lograr una influencia tan amplia con una breve mención de Ross sobre su habilidad para «piratear archivos».Dada la importancia de este elemento de la trama, uno esperaría una exploración más exhaustiva en lugar de un despido apresurado por parte de los escritores.
Capitán América: Un mundo feliz ignoró por completo la gran revelación de Secret Invasion

Cuando Secret Invasion se estrenó en Disney+, parecía que iba a alterar drásticamente el panorama del MCU. Sin embargo, al igual que Brave New World, enfrentó críticas y reacciones negativas de los fanáticos. Cabe destacar que los eventos clave de esa serie justificaron al menos una mención en la nueva película.
¿No se deberían tomar medidas para identificar a los Skrulls en una época de creciente desconfianza entre los gobiernos? Además, la transición de Ross a un papel de liderazgo que antes ocupaba un Skrull plantea cuestiones fundamentales. La revelación de una infiltración alienígena en un contexto tan significativo merece reconocimiento y debate en la película.
Las malas noticias viajan extrañamente rápido en Capitán América: Un mundo feliz

La narrativa de Capitán América: Un mundo feliz presenta dos escenas en las que las noticias se difunden a un ritmo inusualmente rápido. La primera ocurre cuando los secuaces del Líder, controlados mentalmente, apuntan a Isaiah Bradley. Casi al instante, Joaquín recibe información sobre la situación en la Balsa, lo que plantea preguntas sobre la fuente de esa información, especialmente porque tanto él como Sam han sido marginados por el presidente Ross.¿Quién alertó a Joaquín y cómo llegó esa información a él antes de que el presidente estuviera al tanto de la situación?
El absurdo del ciclo informativo se pone aún más de relieve cuando El Líder se entrega voluntariamente a las autoridades y los medios de comunicación tienen acceso de inmediato a detalles de su manifiesto que implican al presidente Ross. La puesta en escena de este acontecimiento hace que parezca que Ross está celebrando una conferencia de prensa mientras arrestan a Stearns, lo que da lugar a cronogramas absurdos.
Es preocupante que los periodistas puedan interrogar a Ross sobre las acusaciones de un supuesto «cerebro criminal» en tiempo real, lo que sugiere que la conveniencia de la trama pesa más que la progresión lógica. La rápida difusión de la información contribuye a un defecto narrativo que los críticos han señalado, lo que indica una falta de minuciosidad y atención por parte de los guionistas en una película que se espera que mantenga el rico legado del MCU.
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