Entendiendo el papel del alcohol en las sesiones de terapia de Married At First Sight: perspectivas sobre la cultura del consumo de alcohol en el programa

Entendiendo el papel del alcohol en las sesiones de terapia de Married At First Sight: perspectivas sobre la cultura del consumo de alcohol en el programa

El popular reality Married at First Sight (MAFS) ha llamado la atención no solo por su premisa única, sino también por la presencia de alcohol durante las sesiones de terapia. Actualmente en su temporada 18, el programa presenta a parejas que se encuentran en una encrucijada crucial, decidiendo si permanecer casadas o buscar el divorcio después de solo unas semanas de relación con extraños. Hasta el momento, todas las parejas excepto una siguen juntas, pero las tensiones están aumentando, particularmente para Ikechi Ojoré y Emem Obot, quienes enfrentan desafíos después de una tumultuosa luna de miel.

Esta temporada está marcada por los escándalos, en particular la complicada dinámica que involucra a Michelle Tomblin y su esposo, David Trimble. La frustración de Michelle surge de las cuestionables condiciones de vida de David, sus habilidades de comunicación y un incidente de infidelidad en el que accidentalmente le envió un mensaje a ella en lugar de a otra mujer. Este error ha abierto un escándalo más profundo que conecta a Allen Slovick y su esposa, Madison Myers, ya que Michelle sospecha que el mensaje estaba destinado a Madison. El trasfondo de estos conflictos está acompañado por una notable prevalencia del consumo de alcohol, tanto durante las sesiones de terapia como en las ocasiones sociales a lo largo de la temporada.

Presencia de alcohol durante las sesiones de terapia MAFS

Un fenómeno sorprendentemente frecuente

Expertos en la temporada 18 de Casados ​​a primera vista

Se ha convertido en algo habitual ver alcohol en las sesiones de terapia dirigidas por expertos de MAFS, donde el champán fluye libremente. Esta práctica genera preocupación, ya que entablar debates emocionales y críticos bajo la influencia del alcohol no favorece una terapia eficaz. La participación de los expertos en esta cultura del consumo de alcohol es alarmante, especialmente dada la multitud de problemas a los que se enfrentan los miembros del elenco.

El programa ha visto casos en los que el alcohol exacerba problemas existentes. Por ejemplo, la decisión de Allen Slovick de beber con Madison provocó un incidente preocupante en el que regresó a casa en estado de ebriedad, una situación que generó conflictos y da un mal reflejo de la orientación que supuestamente brindaban los expertos.

La cultura del alcohol entre el elenco de MAFS

La indulgencia regular y sus consecuencias

El elenco de la temporada 18 de MAFS celebra con champán
Imagen personalizada de Cesar Garcia

Además de las sesiones de terapia, el elenco participa en frecuentes salidas llenas de alcohol, a menudo sin que los espectadores se den cuenta. En una sola semana, Madison se aventuró a salir a beber tres veces, a veces regresando a casa mucho después de la una de la madrugada sin su marido. Este tipo de comportamiento suele confundir las prioridades del elenco y desviar la atención del objetivo principal de su viaje.

El alcohol aparece no sólo en las sesiones de terapia individual, sino también en los eventos grupales, donde con frecuencia conduce a encuentros caóticos y conflictos. Esta cultura del consumo de alcohol es perjudicial porque nubla el juicio y puede aumentar las tensiones en relaciones ya de por sí frágiles.

El impacto del alcohol en los resultados de las relaciones

Las temporadas pasadas de MAFS revelan patrones preocupantes en relación con el consumo de alcohol y sus efectos en los matrimonios. Por ejemplo, en la temporada 14, el consumo excesivo de alcohol de Lindsey Georgoulis el día de su boda terminó provocando una discordia significativa en su relación con Mark Maher. Culminó con su comportamiento errático durante una salida grupal a jugar a los bolos, donde el alcohol contribuyó a una acalorada confrontación con otro miembro del elenco, Katina Goode.

«Toma otro trago.»

En la temporada 17, Emily Balch fue retratada como una entusiasta de las fiestas cuyos hábitos de bebida influyeron en sus interacciones con su esposo. Durante la luna de miel, alentó a su esposo a beber en exceso, lo que fomentó una cultura de consumo de alcohol que a menudo enfrentaba a las parejas entre sí.

La cultura del consumo de alcohol que se entreteje a lo largo de Married at First Sight plantea preguntas críticas sobre la baja tasa de éxito del programa. Desde el consumo casual de alcohol de los expertos durante las supuestas sesiones terapéuticas hasta el consumo constante de alcohol del elenco, parece que el alcohol juega un papel importante en la creación de complicaciones que contribuyen a sus problemas. A medida que avanza la temporada, los espectadores se preguntan cómo esta persistente cultura del consumo de alcohol afectará el futuro de estas relaciones.

Vea los nuevos episodios de Married At First Sight los martes a las 8 p.m. EST en Lifetime.

Fuente: Lifetime /YouTube | Información adicional: Screen Rant

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