
Enlaces rápidos
- La barrera del maestro Tengen mantiene a los espíritus malditos dentro de Japón
- Las naves de plasma estelar restablecen los poderes del Maestro Tengen
- Dos facciones trabajan para evitar la asimilación
Resumen
- La barrera del maestro Tengen contiene eficazmente la energía maldita dentro de Japón.
- La inmortalidad del hechicero es crucial para el funcionamiento continuo de la barrera.
- Las naves de plasma estelar son esenciales para restablecer los crecientes poderes de Tengen y mantener el equilibrio.
En el universo de Jujutsu Kaisen , existen varios mecanismos para proteger a los humanos comunes de la amenaza de los espíritus malditos, entre los que destaca la barrera del Maestro Tengen como medida de protección fundamental. El arco de Inventario Oculto/Muerte Prematura ilustra vívidamente cuán catastrófica puede ser una ruptura de esta barrera.
La inmortalidad del Maestro Tengen no es simplemente un atributo personal; desempeña un papel vital en el mantenimiento de la integridad de la barrera que encapsula a Japón, aprisionando de manera efectiva gran parte de la energía maldita del mundo. Sin embargo, este poder es un arma de doble filo. Si no se controlan, las habilidades de Tengen pueden volverse demasiado potentes, lo que requiere la absorción de un Vaso de Plasma Estelar, un humano con el que Tengen puede fusionarse para restablecer sus capacidades.
La barrera del maestro Tengen: el guardián contra los espíritus malditos
Cómo la inmortalidad sostiene la barrera


Tengen supervisa múltiples barreras diseñadas para proteger a la humanidad de los espíritus malditos. La más importante de estas barreras rodea Japón, atrapando eficazmente la energía maldita dentro de sus confines y contribuyendo a la alta concentración de hechiceros de jujutsu y espíritus malditos que residen allí. Dentro de este marco existe una barrera más pequeña que oculta la Escuela Secundaria de Jujutsu de Tokio, reorganizando hábilmente sus edificios para ocultar la existencia del «almacén maldito», un depósito crucial para los objetos malditos.
En el corazón de este almacén se encuentra un ascensor que conduce a las profundidades de la Tumba de la Estrella, una red laberíntica de pasajes que culminan en un árbol sagrado venerado. Aquí se encuentra la barrera más segura de Tengen, que aísla al hechicero y permite la entrada solo a individuos selectos invitados por Tengen.
La formidable técnica maldita de Tengen se debe a su existencia duradera de más de un milenio. Sin embargo, esta notable longevidad conlleva un riesgo importante: con el tiempo, la energía maldita acumulada de Tengen puede abrumar su conciencia, transformándolos en una entidad de inmenso poder potencialmente incontrolable.
El papel de las naves de plasma estelar en el restablecimiento de la energía
Preparando los vasos desde el nacimiento para el proceso de asimilación


Para evitar el caos potencial de un hechicero superpoderoso, el Maestro Tengen requiere un reinicio periódico de sus niveles de poder. Entra en escena el concepto de la Nave de Plasma Estelar: un humano exclusivamente compatible con Tengen, capaz de fusionarse con el hechicero. Esta fusión reescribe eficazmente los datos biológicos de Tengen, de manera similar a un proceso de reencarnación.
La preparación para este papel vital comienza al nacer. Las naves de plasma estelar llevan una vida muy restringida, limitada en interacciones y experiencias sociales para evitar el apego al reino humano, lo que podría disuadirlas de experimentar la asimilación necesaria.
Cada embarcación está a cargo de un cuidador, que asume múltiples responsabilidades, entre ellas, proporcionar alimento, brindar cuidados en caso de enfermedad y proteger la embarcación de posibles amenazas. Estos cuidadores encarnan una combinación de figuras protectoras y protectoras vigilantes.
Intereses en conflicto: dos facciones contra la asimilación
Esfuerzos dirigidos por dos grupos

Aunque la asimilación de la nave de plasma estelar parece beneficiosa para la humanidad, dos facciones notables se oponen vehementemente a este proceso: el Grupo Q y el Grupo Religioso Estelar.
El Grupo Q está compuesto por usuarios de maldiciones que desafían el sistema dominante del jujutsu. Su objetivo es evitar la asimilación de la nave de plasma estelar bajo la creencia de que no restablecer los poderes de Tengen podría llevar a consecuencias catastróficas, lo que permitiría a Tengen amenazar a la humanidad y a Jujutsu High por igual. Tal trastorno otorgaría a los usuarios de maldiciones una licencia para actuar sin restricciones contra los hechiceros del jujutsu.
Por el contrario, el Grupo Religioso de la Estrella venera al Maestro Tengen como una deidad. Con raíces que se remontan a las prácticas de Tengen durante el período Nara, esta facción venera al hechicero y difunde los principios budistas que sustentan las enseñanzas del jujutsu moderno. Sin embargo, una secta de los seguidores más fervientes de Tengen, conocidos como los Hijos de la Estrella, abogan por preservar el estado inmaculado de Tengen, deseosos de una ascensión divina, incluso si eso implica el riesgo de liberar todos los poderes de Tengen sobre el mundo.
El Grupo Q puede desplegar usuarios de maldiciones para apuntar directamente a la nave de plasma estelar, mientras que los Hijos de la Estrella, que carecen de capacidades de combate significativas, a menudo buscan ayuda externa del inframundo de los usuarios de maldiciones para defenderse de los ataques de los hechiceros, quienes están obligados por su deber de proteger a los no hechiceros, independientemente de sus intenciones.
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