Descubriendo la verdadera primera película en color (no es El mago de Oz)

Descubriendo la verdadera primera película en color (no es El mago de Oz)

El mago de Oz : un hito en el color cinematográfico

Aunque muchos pueden considerar erróneamente que El mago de Oz fue la primera película en color, en realidad se basó en innovaciones anteriores en tecnología del color. Elogiada por su encantadora narrativa, personajes icónicos y canciones memorables, la película utilizó de manera destacada el Technicolor, un proceso de color innovador que estableció el estándar para el arte cinematográfico futuro. Aunque no fue la primera película en adoptar el color, su influencia en la industria fue monumental.

Descubriendo los orígenes de la película en color

El seguimiento de los inicios del color en el cine puede ser complicado, ya que numerosas películas experimentaron con técnicas de color antes de que El mago de Oz llegara a la pantalla. Una figura que a menudo se pasa por alto en esta narrativa histórica es la de principios del siglo XX, cuando alrededor de 190 películas probaron varios métodos de incorporación del color, muchos de los cuales se han perdido en el tiempo.

La contribución del kinetoscopio al cine en color

En 1895, Thomas Edison presentó películas cortas pintadas a mano para que las personas las vieran a través del kinetoscopio, precursor de los proyectores de películas modernos. Si bien eran innovadoras, estas películas no tenían un carácter narrativo. Cabe destacar que la primera película en color proyectada en tonos naturales fue A Visit to the Seaside, un cortometraje británico de ocho minutos que mostraba la vida cotidiana.

Además, el pionero icónico del cine, George Méliès, produjo versiones coloreadas a mano de obras como Viaje a la Luna (1902).Sin embargo, es importante destacar que El mundo, la carne y el diablo fue el primer largometraje en color, utilizando Kinemacolor como método para capturar escenas en color en lugar de aplicarlo en posproducción.

El papel transformador del Mago de Oz

Un símbolo de evolución en el cine

El mago de Oz, que se estrenó en 1939, suele reconocerse no como la primera película en color, sino como una de las películas más importantes que hicieron avanzar el uso del color en el cine. La transición de Dorothy de Kansas, con sus tonos sepia, a Oz, vibrante, significó un salto a un reino de color e imaginación, que ilustra el potencial de la narración cinematográfica.

La innovadora secuencia de Dorothy entrando en Oz se realizó filmando a su doble contra un fondo sepia, revelando el colorido mundo a través de un decorado cuidadosamente diseñado. Este impactante momento sigue siendo uno de los más memorables en la historia del cine.

A pesar de las numerosas adaptaciones que inspiró, ninguna ha logrado capturar el mismo espíritu de creatividad que hizo que el clásico de 1939 se destacara. El público de hoy todavía se maravilla con la paleta de colores vivos, la habilidad en el diseño de vestuario y los escenarios meticulosamente elaborados que contribuyen al encanto perdurable de la película.

Blancanieves: la verdadera pionera del color

La primera película animada en color de larga duración

Dos años antes de El mago de Oz, en 1937 se estrenó Blancanieves y los siete enanitos de Disney. Esta película tiene la distinción de ser el primer largometraje animado en color, con sonido sincronizado. Inicialmente descartada como una aventura arriesgada conocida como «La locura de Disney», la película superó las expectativas y le valió a Disney el reconocimiento de la crítica y el éxito comercial.

Blancanieves sentó varios precedentes para la industria, incluida la introducción de una banda sonora oficial, que impulsó aún más la popularidad del mundo de las películas animadas. Hoy en día, se la considera una piedra angular del legado de Walt Disney en la animación.

El arte del color en El mago de Oz

Un impacto duradero en la narración visual

Incluso décadas después de su estreno, los colores vibrantes y la estética encantadora de El mago de Oz siguen cautivando al público. A diferencia de las películas en color anteriores, que pueden carecer del mismo nivel de interés en la actualidad, esta película clásica sigue siendo un testimonio del poder del color en la narración de historias.

El uso eficaz del color evoca un paralelismo entre la vida cotidiana de Dorothy en Kansas y el esplendor surrealista de Oz, lo que amplifica el impacto narrativo de la película. Los espectadores se ven atraídos por el viaje de Dorothy mientras se adentra en un mundo asombroso que sigue siendo visualmente atractivo incluso en el panorama cinematográfico actual.

Esta elección creativa ilustra cómo el color puede evocar emociones y mejorar la narración, una lección que sigue siendo relevante en el cine moderno. El legado de El mago de Oz perdura, sigue inspirando a cineastas y deleitando a audiencias de todo el mundo.

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