
El legado de Windows 95: comprensión de la omisión de instrucciones HLT
Windows 95 fue un sistema operativo revolucionario que desempeñó un papel fundamental en la popularización de la informática personal y del entorno Windows. Su perdurable importancia se hace evidente en los debates contemporáneos sobre el sistema operativo, incluyendo temas como la aparición de Windows Classic Remastered y las estrategias creativas de la industria tecnológica, como la manipulación de las cadenas de la BIOS por parte de los fabricantes de PC para adquirir versiones completas del software durante la era de Windows 95.
Nuevas perspectivas de un veterano de Microsoft
Recientemente, ha surgido una anécdota interesante sobre la implementación de una instrucción específica para procesadores Intel. Esta proviene de Raymond Chen, veterano de Microsoft, quien explica el procesador 80386, comúnmente conocido como «Intel 386» o «i386».Esta CPU introdujo la instrucción HLT, que significa HALT. La función principal de HLT es indicar a la CPU que detenga la ejecución de instrucciones hasta que se produzca una interrupción de hardware, como una entrada de teclado. Esta capacidad se diseñó para reducir el consumo de energía cuando la CPU no tenía tareas que realizar, lo que le permitía entrar en un estado de bajo consumo.
La decisión de no implementar HLT en Windows 95
A pesar de las aparentes ventajas de la instrucción HLT, Microsoft decidió no implementarla en Windows 95. La razón principal fue que muchos fabricantes de PC no la soportaban plenamente. Esta falta de compatibilidad a menudo provocaba que los ordenadores se congelaran permanentemente tras ejecutarla.
En aquel momento, las razones subyacentes de esta decisión no eran ampliamente conocidas, lo que llevó a muchos usuarios a atribuir erróneamente la omisión de HLT a la negligencia de Microsoft. En realidad, fueron las limitaciones de los fabricantes de PC las que obstaculizaron la correcta ejecución de HLT.
Evaluación de riesgos y soluciones alternativas
Chen indica que la posibilidad de que HLT causara fallos del sistema era demasiado alta como para arriesgarse. El riesgo de un falso positivo (una situación en la que la falta de compatibilidad provocaría un fallo en el funcionamiento del equipo) era tan significativo que Microsoft decidió descartar por completo su implementación en Windows 95.
Si bien se consideró el desarrollo de un mecanismo de detección para identificar hardware compatible, esto planteó sus propios desafíos, ya que existía el riesgo de que algunos modelos de portátiles pasaran desapercibidos antes del lanzamiento oficial de Windows 95. Curiosamente, mientras que las CPU actuales utilizan la instrucción MWAIT para lograr condiciones de bajo consumo similares, HLT era la única opción disponible durante la era de Windows 95. Esta omisión generó fuertes críticas contra Microsoft por ignorar la instrucción i386, una decisión que impidió la conservación de recursos para las CPU inactivas.
En conclusión, la historia tras la ausencia de HLT en Windows 95 ilustra las complejidades y los desafíos que se enfrentaron durante el desarrollo de los sistemas operativos. Comprender este contexto no solo mejora nuestra comprensión del lugar que ocupa Windows 95 en la historia de la informática, sino que también resalta la crucial interacción entre los desarrolladores de software y los fabricantes de hardware.
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