
Recientemente, el presidente estadounidense Donald Trump acaparó titulares al afirmar que anticipa que el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, trasladará la producción del iPhone a Estados Unidos. Advirtió que, de no hacerlo, podría imponerse un arancel sustancial del 25 % a estos dispositivos. Sin embargo, analistas del sector sugieren que absorber estos aranceles podría ser una estrategia financiera más viable para Apple que realizar la importante inversión de capital necesaria para trasladar la producción a Estados Unidos.
Viabilidad económica de la producción estadounidense
Tras el anuncio de Trump sobre los aranceles, Apple inició iniciativas para diversificar su cadena de suministro más allá de China, con el objetivo de mitigar las posibles pérdidas derivadas de la excesiva dependencia de una sola región de fabricación. Esto implicó tácticas innovadoras para transportar equipos desde China a ubicaciones alternativas, sorteando eficazmente posibles obstáculos regulatorios.
Ming-Chi Kuo, analista de TF International Securities, ha intervenido en el asunto y ha recomendado que Apple debería considerar absorber los aranceles propuestos del 25% en lugar de trasladar la fabricación del iPhone a Estados Unidos. La confianza de Trump en la viabilidad de la fabricación nacional pasa por alto las enormes implicaciones financieras, incluida la inversión en instalaciones de producción y la contratación de mano de obra calificada necesaria para que esta transición sea exitosa.
En términos de rentabilidad, es mucho mejor para Apple asumir el impacto de un arancel del 25% sobre los iPhones vendidos en el mercado estadounidense que trasladar las líneas de ensamblaje de iPhone de regreso a Estados Unidos.https://t.co/ycTwPmQyEp pic.twitter.com/VPRRpj0caU
– Ming-Chi Kuo (@mingchikuo) 23 de mayo de 2025
Análisis adicionales de Mark Gurman, de Bloomberg, enfatizan que el traslado de la producción del iPhone a EE. UU.es altamente improbable. En el hipotético escenario de que ocurriera, las tasas de producción probablemente disminuirían significativamente con respecto a los niveles actuales en China, lo que requeriría un aumento drástico en el precio del producto para compensar los mayores costos laborales.
Si bien una transición parcial de ciertos productos, como las MacBooks, podría ser viable, ya que requieren un menor volumen de producción, la fabricación a gran escala del iPhone en EE. UU.parece poco realista. Por lo tanto, Apple podría verse obligada a aceptar la carga del arancel del 25 % para mantener su rentabilidad a largo plazo.
Para obtener más información, puede consultar la fuente original: Ming-Chi Kuo.
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