La reciente iniciativa de Elon Musk para establecer las propias capacidades de fabricación de semiconductores de Tesla representa un movimiento estratégico que va más allá de simplemente garantizar la disponibilidad de chips. Este ambicioso plan, acertadamente denominado «TeraFab», tiene como objetivo crear una base que sirva de protección ante posibles interrupciones en la cadena de suministro.
Iniciativa de fabricación de chips de Elon Musk: Abordando los riesgos geopolíticos en Taiwán
En una reciente junta de accionistas de Tesla, Musk reveló la intención de la compañía de ampliar sus instalaciones de fabricación de chips para satisfacer la creciente demanda de silicio especializado, incluyendo los chips AI5 y AI6. Esta decisión responde a que los principales fabricantes de semiconductores, TSMC y Samsung, han dedicado parte de sus líneas de producción a los chips personalizados de Tesla. Sin embargo, aún no logran cumplir con los ambiciosos requisitos del fabricante de automóviles.
@elonmusk在Tesla最新的股東會發言,驗證了我先前對馬斯克 (Musk) 1. Musk afirma: «Tengo la esperanza de que, en menos de un año desde que comience la producción del AI5, podamos hacer la transición en la misma fábrica a…» https://t.co/QgICiGoWX0 pic.twitter.com/QDVY95zL74
– Ming-Chi Kuo (@mingchikuo) 9 de noviembre de 2025
El destacado analista Ming-Chi Kuo ha resaltado un aspecto crucial de la estrategia de Musk: su cautela respecto a la concentración de la producción de semiconductores en Taiwán. Dadas las tensiones geopolíticas y la incertidumbre que rodean la región, Tesla busca garantizar un suministro de chips fiable y constante mediante el establecimiento de plantas de producción nacionales. Si bien TSMC ha intentado trasladar parte de su capacidad de fabricación a Estados Unidos, los expertos prevén que obtener resultados significativos de esta transición podría llevar varios años.

Es fundamental destacar que TSMC históricamente ha priorizado las necesidades de sus clientes, independientemente del tamaño del pedido. Sin embargo, la posición de Tesla en la lista de espera para la producción de chips se ve afectada por la competencia con gigantes consolidados como Apple, NVIDIA, MediaTek y Qualcomm. Esto se traduce en una menor inversión en I+D y una menor flexibilidad de producción para Tesla. En cambio, al desarrollar sus propias instalaciones de fabricación de chips, la empresa obtendría un mayor control sobre sus procesos de diseño y fabricación de silicio.
La complejidad de desarrollar una cadena de suministro de semiconductores robusta, sobre todo para uso interno, es innegable. A pesar de las cuantiosas inversiones, empresas como Intel siguen encontrando obstáculos para materializar sus ambiciones. Elon Musk, conocido por su propensión a abordar proyectos ambiciosos, bien podría lograr avances significativos en el sector de los semiconductores. Por lo tanto, evaluar las iniciativas de chips de Tesla basándose únicamente en las declaraciones del CEO podría llevar a subestimar su impacto potencial.
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