Un analista afirma que la estrategia de suscripción de Xbox es defectuosa en medio de los recientes despidos.

Un analista afirma que la estrategia de suscripción de Xbox es defectuosa en medio de los recientes despidos.

Análisis de los desafíos que enfrentan Xbox y Game Pass

La reciente ola de despidos en Microsoft sugiere una tendencia preocupante: Xbox podría estar teniendo dificultades en su intento de establecer su dominio dentro del sector de los juegos, particularmente en el contexto de su servicio de suscripción Game Pass.

El origen de Game Pass

Durante una presentación de resultados en octubre de 2017, el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, expresó la ambición de la compañía de emular el éxito de Netflix mediante un modelo de suscripción de juegos. Si bien Game Pass ya se había lanzado unos meses antes, los comentarios de Nadella subrayaron el compromiso de Microsoft con esta estrategia, posicionándola como una iniciativa emblemática.

Una inversión importante

Para aumentar el atractivo de Game Pass, Microsoft emprendió una agresiva campaña de compras, adquiriendo varios estudios de Xbox a partir de 2018. Entre ellos se encontraban desarrolladores de renombre como Ninja Theory, Playground Games y Obsidian Entertainment. Esta estrategia buscaba asegurar que los títulos de estos estudios debutaran en Game Pass, haciendo el servicio cada vez más atractivo para los jugadores.

Ambiciones desmesuradas

A medida que el panorama de los videojuegos evolucionó, la división Xbox se dio cuenta de que un contenido atractivo por sí solo podría no ser suficiente para atraer a millones de suscriptores. Esta estrategia se intensificó drásticamente con la asombrosa adquisición de ZeniMax Media y Activision Blizzard por parte de Microsoft por 76.200 millones de dólares. Esta inversión abrió las puertas a franquicias icónicas como Doom, Call of Duty y The Elder Scrolls. Sin embargo, ahora es evidente que restringir estos títulos a la plataforma Xbox conlleva el riesgo de pérdidas sustanciales de ingresos. La decisión de adoptar una estrategia multiplataforma, aunque controvertida entre los aficionados, parece ser una respuesta táctica a esta constatación.

Crecimiento estancado y realidades del mercado

A pesar de los esfuerzos por impulsar Game Pass, su crecimiento se ha estancado considerablemente, por debajo de las proyecciones originales de Microsoft. El servicio de suscripción sigue sin estar disponible en grandes competidores como Sony y Nintendo, y el crecimiento en las consolas Xbox se ha estancado. Si bien Game Pass para PC ha experimentado cierta expansión, es insuficiente para alcanzar los ambiciosos objetivos de Microsoft. Además, el auge previsto de los juegos en la nube no se ha materializado como se esperaba.

Perspectivas de expertos

Para comprender mejor esta situación, consultamos a Rhys Elliott, director de análisis de mercado de Alinea. Elliott señaló que los modelos de suscripción podrían no ser ideales para los videojuegos. La industria de los videojuegos, como muchas otras, se volvió demasiado optimista tras el aumento de la participación provocado por la pandemia de COVID-19. Muchas empresas adoptaron una mentalidad de «crecimiento a toda costa», lo que resultó en decisiones de alto riesgo que ahora resultan insostenibles. Con el aumento de la inflación y el aumento de los costes de financiación, el mercado de los videojuegos ha entrado en una fase de madurez, lo que ha obligado a muchos editores a reevaluar sus estrategias operativas.

La historia de la Xbox One y su recuperación

Los problemas comenzaron con Xbox One, lo que provocó una prolongada fase de recuperación para la marca Xbox. Si bien Game Pass se presentó como una solución, el impacto prometido de los nuevos lanzamientos ha sido decepcionante. El consenso de que las suscripciones dominarían la distribución de juegos, similar a los modelos exitosos en música y video, no se ha materializado. El comportamiento actual del consumidor indica una preferencia por diversos métodos de consumo en lugar de un enfoque exclusivo en las suscripciones.

Desafíos de la participación del consumidor

La sobresaturación de la economía de la atención juega un papel importante en esta lucha. A los consumidores generalmente les resulta difícil dedicar tiempo a los videojuegos en comparación con otras formas de entretenimiento. Por ejemplo:

  • Los usuarios pueden explorar innumerables pistas en Spotify cada mes.
  • Los espectadores pueden ver en exceso varias películas y series de televisión.
  • Sin embargo, incluso los jugadores más ávidos tienden a jugar solo a un número limitado de juegos a la vez.

La complejidad de los modelos de suscripción

Además, existen matices en cuanto al valor de las suscripciones multijuego:

  • Muchos jugadores ya disfrutan de juegos gratuitos.
  • Otros se conforman con comprar unos cuantos títulos premium cada año.
  • El efecto positivo de agregar títulos populares como Call of Duty a Game Pass no ha compensado significativamente la canibalización de las ventas de juegos principales.
  • Mientras Game Pass lucha por mantener un crecimiento constante, Xbox parece estar virando hacia un modelo similar al de un editor externo.
  • Las ambiciosas adquisiciones de ZeniMax y Activision Blizzard pretendían transformar el panorama de los videojuegos de Xbox. Si bien han transformado a la compañía en una importante editora, este cambio ha dejado a la división en un complejo equilibrio entre su enfoque tradicional en las consolas y una identidad emergente agnóstica en cuanto a plataformas.

Perspectivas futuras para Xbox

Si bien Game Pass aún no ha alcanzado la relevancia que Microsoft imaginó, la realidad es que el mercado está saturado de opciones, e incluso el soporte a largo plazo para juegos se ha vuelto cada vez más común, lo que ha desviado la atención de los títulos más nuevos. El quid de la cuestión reside en la calidad de la oferta. Priorizar la calidad por encima de la cantidad puede ser esencial, especialmente con el aumento constante de los precios premium. Desafortunadamente, Xbox ha tenido dificultades históricamente para ofrecer juegos destacados.

Es importante aclarar que, si bien Xbox no está al borde de la extinción, el panorama ha cambiado innegablemente. La visión original de Xbox se está desvaneciendo y la trayectoria de Game Pass no ha estado a la altura de las expectativas. Phil Spencer, el CEO de Microsoft Gaming, quien ha defendido el modelo de Game Pass, parece poco probable que se retire por ahora, a pesar de las especulaciones sobre cambios en el liderazgo.

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