
Según se informa, TSMC, el destacado fabricante de semiconductores taiwanés, está considerando devolver sus subvenciones de la Ley CHIPS al gobierno de Estados Unidos, en medio de discusiones emergentes sobre participaciones de capital en la empresa.
Posible reembolso de 6.600 millones de dólares en subsidios de la Ley CHIPS por parte de TSMC
El contexto de esta situación radica en la consideración por parte de la administración Trump de adquirir participaciones accionarias de empresas beneficiarias de la Ley CHIPS, entre las que se incluyen importantes empresas como TSMC, Intel, Micron y Samsung. El gobierno percibe el marco de incentivos de la era Biden como un mecanismo para distribuir «dinero gratis» y ahora busca obtener beneficios de estas empresas. Según un informe del Wall Street Journal, los ejecutivos de TSMC están considerando la opción de devolver aproximadamente 6.600 millones de dólares en subvenciones de la Ley CHIPS para eludir el modelo de participación propuesto.
La preocupación por una posible participación del gobierno estadounidense se ha debatido abiertamente entre los directivos de TSMC, principalmente debido a su historial de operaciones en Estados Unidos con recursos internos. Los medios de comunicación taiwaneses incluso han calificado esta amenaza como el primer paso hacia la «nacionalización» de TSMC, lo que subraya la considerable presión sobre el gigante de los semiconductores. Para mitigar este posible escenario, TSMC está explorando la posibilidad de recuperar los importantes subsidios asignados a su planta de fabricación de Arizona.

El informe del Wall Street Journal señaló además que los funcionarios estadounidenses no están dispuestos a adquirir participaciones en empresas que invierten activamente en el país. Dado el compromiso de TSMC de invertir cientos de miles de millones en la industria manufacturera estadounidense, las probabilidades de que la empresa ceda capital parecen mínimas en este momento. Este enfoque de «subsidio por capital» parece más aplicable a empresas como Intel, que enfrentan desafíos y podrían requerir apoyo gubernamental para mejorar su posición en el mercado o negociar eficazmente con otras empresas tecnológicas.
La futura relación entre TSMC y la administración Trump está por verse, especialmente a la luz de su creciente cooperación en los últimos meses. Es probable que ambas partes favorezcan acuerdos que no comprometan su creciente colaboración.
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