
En un movimiento significativo, TSMC eligió Arizona como el sitio para su última expansión, lo que señala un paso audaz en el avance de la fabricación de semiconductores en los Estados Unidos.
El impacto de la dinámica política en los planes de expansión de TSMC
Desde el inicio de la administración Trump, las aspiraciones de TSMC de establecerse en EE. UU.han alcanzado niveles sin precedentes. La compañía se dispone a desarrollar capacidades avanzadas de producción de chips en Arizona para consolidar el liderazgo de Estados Unidos en inteligencia artificial (IA).Como declaró Peter Cleveland, vicepresidente de TSMC, el establecimiento de una tercera planta de fabricación (fab) en Arizona demuestra el compromiso de la empresa de convertir a EE. UU.en un lugar clave para sus operaciones, lo que subraya un avance significativo hacia la transferencia de tecnología.
Aún no hemos comenzado la construcción de nuestra tercera fábrica de obleas en Phoenix. Nos gustaría empezar la semana que viene. Fabricaremos esos chips de alta gama en Phoenix para mantener el liderazgo de EE. UU.en IA.
– TSMC
TSMC ha comprometido la impresionante inversión de 65 000 millones de dólares en sus instalaciones de Arizona, que incluirán tres plantas de fabricación de chips de última generación. La primera fábrica se centrará en la producción de chips de 4 nm, con la producción en masa ya iniciada y empresas como AMD ya han realizado pedidos de sus CPU Ryzen. Se prevé que la siguiente planta fabrique chips aún más avanzados, como tecnologías de 3 y 2 nm, incluyendo el tan esperado chip A16. Estos avances marcarán un avance significativo en la tecnología de chips en EE. UU.
Anteriormente, informamos sobre las restricciones del gobierno taiwanés que impiden a TSMC producir chips de 2 nm en el extranjero, con el objetivo de preservar la relevancia de Taiwán en el panorama mundial de semiconductores. Sin embargo, la dinámica cambiante bajo la administración Trump indica que TSMC está trasladando su enfoque más allá de Taiwán, con Estados Unidos como objetivo principal para futuras expansiones, lo que ha provocado la suspensión de algunos proyectos en Europa.

Las proyecciones sugieren que el chip A16 (1, 6 nm) de TSMC podría debutar en el mercado en el segundo semestre de 2026, lo que supone un retraso de dos años para la producción estadounidense en comparación con la de Taiwán. Si bien este retraso es considerable, indica que EE. UU.mantendrá el acceso a los nodos de fabricación avanzada, lo que probablemente fortalecerá su papel en la industria de semiconductores a largo plazo.
Según el vicepresidente de TSMC, se prevé que el mercado estadounidense represente el 75 % de las operaciones de la compañía en los próximos años, impulsado en gran medida por las iniciativas estratégicas de la administración Trump. Este cambio parece estar consolidando a EE. UU.como un actor clave en la fabricación de semiconductores, aunque la plena realización de este potencial podría tardar varios años.
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