
A pesar del reciente pacto de TSMC con la administración Trump, persisten las preocupaciones sobre posibles “aranceles a los chips de Taiwán”.Los informes sugieren que los aranceles podrían extenderse no solo a los chips producidos en Taiwán, sino también a los dispositivos electrónicos que utilizan esos semiconductores.
La expansión de TSMC en EE. UU.: las preocupaciones arancelarias siguen sin resolverse
Parece que el acuerdo alcanzado entre TSMC y la administración Trump no alivia por completo la amenaza de los aranceles. Según indican fuentes informadas por WIRED, se especula con que el presidente Trump podría considerar la posibilidad de imponer nuevos aranceles específicamente a los productos que incorporan chips taiwaneses, en lugar de gravar únicamente las importaciones de chips en sí. Esto podría dar lugar a importantes aumentos de precios para los productos electrónicos de consumo: las estimaciones sugieren que los costos podrían dispararse hasta en un 100%, lo que plantearía serios desafíos para el mercado de consumo.
Pero el acuerdo no ha puesto fin a las deliberaciones dentro de la administración Trump sobre la posibilidad de imponer aranceles de hasta el 100 por ciento a TSMC y otros fabricantes de chips taiwaneses, según una persona familiarizada con el asunto. Una versión del plan, dice la persona, implicaría imponer aranceles de importación no solo a los chips taiwaneses en sí, sino también a los dispositivos electrónicos que los contienen, como los iPhones de Apple.
El reciente acuerdo entre TSMC y la administración Trump incluye una inversión histórica de hasta 165.000 millones de dólares, que destaca el establecimiento de nuevas instalaciones de fabricación en Arizona, junto con centros de envasado avanzados y una instalación dedicada a la investigación y el desarrollo. Se trata de la mayor inversión extranjera individual en Estados Unidos hasta la fecha. El anuncio, realizado en la Casa Blanca con el director ejecutivo de TSMC, CC Wei, al lado de Trump, pone de relieve el compromiso de Estados Unidos de impulsar la producción nacional de chips, incluso si implica medidas duras.

Si la administración Trump decide aplicar aranceles a los dispositivos que utilizan chips de TSMC, las repercusiones podrían extenderse a toda la industria tecnológica y provocar drásticos aumentos de precios para los productos de consumo diario. Esta estrategia parece lógica, ya que la mayoría de las importaciones consisten en productos terminados que utilizan semiconductores de TSMC en lugar de los propios microchips. Sin embargo, esta iniciativa genera alarma entre los consumidores y podría afectar gravemente al sector tecnológico.
Aunque la situación sigue siendo inestable, es evidente que las relaciones con la administración Trump pueden volverse cada vez más complicadas para TSMC y otras empresas similares. Dado que los aranceles ya afectan el comercio con países como México, Canadá y China, es concebible que Taiwán pronto se encuentre en una situación similar. Esta preocupación se ve acentuada por las afirmaciones anteriores de Trump de que las prácticas de Taiwán equivalen a un robo de tecnología a los Estados Unidos.
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