Las ambiciones de NVIDIA en el mercado chino se enfrentan a importantes obstáculos, principalmente debido a la reticencia del gobierno a adoptar las tecnologías estadounidenses de inteligencia artificial. En cambio, existe una clara preferencia por utilizar alternativas nacionales, lo que dificulta los esfuerzos de NVIDIA por consolidarse en la región.
El chip Blackwell de NVIDIA enfrenta problemas de rendimiento y estancamiento en las relaciones con China.
El conflicto entre NVIDIA y China dista mucho de estar resuelto. A pesar del optimismo inicial en torno al chip Blackwell de la compañía, los informes indican que el actual estancamiento se debe más a la política interna de Pekín que a presiones políticas externas, como las de la administración Trump. Según la corresponsal de CNBC, Kristina Partsinevelos, el presidente Trump ha indicado que las conversaciones sobre el futuro de NVIDIA son competencia exclusiva de ambas partes, y que el gobierno estadounidense actúa simplemente como mediador. Esto sugiere que China está priorizando cada vez más a empresas nacionales como Huawei frente a los productos de NVIDIA.
Trump le dijo a Xi que la venta de chips es un asunto entre él y Nvidia. Huang debe superar los riesgos antimonopolio, las puertas traseras del sistema H2O y las fallas energéticas. Para entonces, según una fuente, el B30A, cuyo lanzamiento está previsto para mediados de 2026, tendrá un rendimiento un 50 % inferior al de Rubin y estará una generación por detrás. La demora de Pekín permite que los desarrolladores migren a Huawei.$NVDA pic.twitter.com/El5nqbtqk3
– Kristina Partsinevelos (@KristinaParts) 31 de octubre de 2025
En los últimos meses, NVIDIA se ha visto cada vez más marginada en China, especialmente tras una investigación regulatoria sobre su serie de chips de IA H2O. Actualmente, la presencia de la compañía en el mercado chino se ha reducido prácticamente a cero. Este declive coincide con informes que indican que el rendimiento esperado del chip B30A «Blackwell» es solo la mitad que el de sus homólogos más avanzados, lo que ha generado suspicacias en el dinámico sector tecnológico chino.

Huawei, en particular, está logrando avances notables en el fortalecimiento de sus capacidades de chips de IA, presentando nuevos productos que compiten directamente con la próxima línea Rubin de NVIDIA. El movimiento estratégico de la compañía hacia un ecosistema tecnológico totalmente integrado, que incluye su propia memoria de alto ancho de banda (HBM), subraya su compromiso con la autosuficiencia. Además, otras empresas como Cambricon, Moore Threads y BirenTech están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de computación de IA, lo que refleja la ambición de China de crear un ecosistema tecnológico que pueda rivalizar con las innovaciones estadounidenses. Este cambio contribuye significativamente a las dificultades que NVIDIA enfrenta para establecer alianzas en China.
La posibilidad de que NVIDIA mejore su oferta, por ejemplo, proporcionando una versión más potente del chip B30A adaptada al mercado chino, podría impulsar las negociaciones. Sin embargo, tales avances probablemente se enfrentarían a obstáculos regulatorios por parte del gobierno de Trump. En la situación actual, NVIDIA se encuentra inmersa en un complejo panorama de tensiones geopolíticas y una feroz competencia interna, lo que prácticamente paraliza su entrada en el lucrativo mercado chino de IA.
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