Necesitamos urgentemente reconsiderar nuestra manera de manifestar deseos en el universo. ¡Mantengamos el optimismo sobre la energía que rodea este debate!
Esto implica una posible tercera candidatura presidencial, lo que podría deleitar a sus devotos seguidores y dejar consternados a muchos otros.
La 22ª Enmienda: Una mirada a las restricciones a los mandatos presidenciales
La Enmienda 22 de la Constitución de los Estados Unidos es explícita en sus términos: “Ninguna persona será elegida para el cargo de Presidente más de dos veces, y ninguna persona que haya ocupado el cargo de Presidente o haya actuado como Presidente durante más de dos años de un mandato para el cual otra persona fue elegida Presidente será elegida para el cargo de Presidente más de una vez. Pero este Artículo no se aplicará a ninguna persona que ocupe el cargo de Presidente cuando este Artículo fue propuesto por el Congreso, y no impedirá que ninguna persona que pueda estar ocupando el cargo de Presidente o actuando como Presidente durante el mandato en el que este Artículo entre en vigor ocupe el cargo de Presidente o actúe como Presidente durante el resto de dicho mandato”.
Las implicaciones de la afirmación de Rivera
Rivera considera que conseguir el consentimiento de 38 gobiernos estatales facilitaría este cambio. Sostiene que, dadas las victorias de Trump en 2024 en 30 estados, esta podría ser una tarea factible. Sin embargo, es fundamental señalar que algunos de esos estados también eligieron a líderes demócratas al mismo tiempo, lo que complica la suposición de un apoyo unánime a una iniciativa de este tipo.
Para futuras referencias: el presidente Trump y compañía pronto empezarán a hablar de revocar o enmendar la 22.ª Enmienda, que limita a los presidentes a dos mandatos de cuatro años. Solo necesita que 38 de los 50 gobiernos estatales acepten reunirse. (3/4 de los 30) Trump ganó 30 en 2024. ¿Trump en 2028?
– Geraldo Rivera (@GeraldoRivera) 17 de diciembre de 2024
La lógica detrás de las afirmaciones de Rivera no está clara, especialmente porque Trump no ha manifestado oficialmente ninguna intención de seguir ese curso de acción. Por el bien de nuestra cordura colectiva, sólo podemos esperar que Rivera esté equivocado.
Geraldo Rivera: Un historial de inexactitudes
Recuerdo la tristemente célebre debacle de la tumba de Al Capone en 1986. Para ser justos, yo no estaba vivo en ese momento, pero fue un tema de burla durante los años 90. Este incidente es a menudo el único aspecto de la carrera de Rivera que la gente recuerda. Por lo tanto, tomar sus afirmaciones demasiado en serio podría ser divertido (o equivocado).
Por otro lado, Rivera plantea una preocupación válida. Si se le da la oportunidad, Trump podría intentar reescribir las normas constitucionales para ampliar su poder. La idea de que logre un tercer mandato (o de ser el segundo presidente en lograrlo) se alinea con su demostrada afinidad por la autoridad. Ciertamente no quiero oír que se relacione el nombre de Trump con el de Franklin D. Roosevelt.
Como sugiere Rivera, parece factible que Trump considere un cambio constitucional tan radical. Este pensamiento por sí solo resulta inquietante. Si esta idea tiene eco entre sus partidarios, podría convertirse en su lema de campaña, lo que hace imperativo que las predicciones de Rivera resulten inexactas (esperemos que por el bien de todos los involucrados).
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