
En un estudio publicado recientemente en Nature Metabolism, los investigadores han revelado los cambios profundos y sistemáticos que ocurren en múltiples órganos durante un ayuno de 7 días.
Realizado por el equipo del Instituto de Investigación de la Universidad de Atención Médica de Precisión de Queen Mary (PHURI) en colaboración con la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte, el estudio ofrece nuevos conocimientos sobre los beneficios del ayuno más allá de la mera pérdida de peso. Identifica cambios significativos que alteran la salud y que comienzan después de tres días sin comer.
Lo que puede hacer un ayuno de 7 días

El ayuno , una práctica muy arraigada en diversas culturas y religiones, se ha asociado tradicionalmente al tratamiento de enfermedades como la epilepsia y la artritis reumatoide.
A pesar de su larga historia, los efectos específicos de un ayuno de 7 días en los procesos internos del cuerpo han permanecido en gran medida desconocidos hasta ahora. La llegada de nuevas técnicas que permiten medir miles de proteínas que circulan en nuestra sangre ha abierto vías sin precedentes para el estudio detallado de las adaptaciones moleculares del ayuno en humanos.
El equipo de investigación siguió a 12 voluntarios sanos que se sometieron a un ayuno de siete días únicamente con agua. Los participantes fueron monitoreados meticulosamente diariamente para rastrear los cambios en aproximadamente 3000 proteínas en su sangre antes, durante y después del período de ayuno.
Este enfoque integral permitió a los investigadores identificar las proteínas involucradas en la respuesta del cuerpo a un ayuno de siete días y, mediante la integración de información genética de estudios a gran escala, predecir los posibles resultados para la salud del ayuno prolongado.
Uno de los hallazgos clave del estudio fue la transición del cuerpo de utilizar glucosa a quemar grasa almacenada para obtener energía , lo que generalmente ocurre dentro de los primeros dos o tres días de ayuno.
Sorprendentemente, los participantes perdieron un promedio de 5,7 kg de masa grasa y magra, y la pérdida de peso se mantuvo después del ayuno; La pérdida de masa magra se revirtió casi por completo, pero la masa grasa no regresó.
Por primera vez, se observaron cambios distintos en los niveles de proteína que señalan una respuesta de todo el cuerpo a la restricción calórica completa después de aproximadamente tres días de ayuno.

Estos cambios, significativos en todos los órganos principales, fueron consistentes entre los voluntarios, destacando firmas únicas relacionadas con el ayuno, como alteraciones en las proteínas que sostienen la estructura de las neuronas cerebrales.
Claudia Langenberg, directora de PHURI, destacó la novedad de sus hallazgos y afirmó:
“Por primera vez, podemos ver lo que sucede a nivel molecular en todo el cuerpo cuando ayunamos. El ayuno, cuando se realiza de forma segura, es una intervención eficaz para perder peso. Nuestros resultados proporcionan evidencia de los beneficios del ayuno para la salud más allá de la pérdida de peso, pero estos sólo fueron visibles después de tres días de restricción calórica total, más tarde de lo que pensábamos anteriormente”.
Maik Pietzner, presidente de datos de salud de PHURI y codirector del grupo de medicina computacional del Instituto de Salud de Berlín en Charité, reflexionó sobre las implicaciones de su investigación:
“Nuestros hallazgos han proporcionado una base para algunos conocimientos antiguos sobre por qué se utiliza el ayuno para ciertas condiciones. Esperamos que estos hallazgos puedan proporcionar información sobre por qué el ayuno es beneficioso en ciertos casos, que luego pueda usarse para desarrollar tratamientos que los pacientes puedan realizar”.
Este estudio no solo avanza en nuestra comprensión de los procesos fisiológicos desencadenados por un ayuno de 7 días, sino que también allana el camino para futuras investigaciones que podrían conducir a intervenciones terapéuticas para personas que no pueden ayunar por razones médicas.
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