
A lo largo de la historia del cine de terror, las mujeres han ocupado el centro del escenario como personajes memorables, desde las resilientes chicas finales hasta las icónicas reinas del grito. Sin embargo, cuando miramos más allá de la pantalla, la narrativa cambia: las directoras siguen estando sorprendentemente subrepresentadas, especialmente en el género de terror. Esta disparidad es particularmente pronunciada para las mujeres de color y las de la comunidad LGBTQ+. En lugar de detenernos en estos desafíos, tomémonos un momento para celebrar las notables contribuciones que las cineastas han hecho al género de terror en la década de 2020. Aquí hay una lista seleccionada de películas de terror destacadas dirigidas por mujeres que están dando forma al panorama actual de este emocionante género.
1. Candyman (2021)

En 2021, el público volvió al escalofriante universo de *Candyman* con una secuela directa de la aclamada película original de 1992. Dirigida por Nia DaCosta, esta película narra la historia de Anthony McCoy, el bebé salvado por Helen Lyle (Virginia Madsen) en la película anterior. Esta película no solo profundiza en cuestiones de racismo sistémico, gentrificación y trauma generacional, sino que revitaliza el mito de *Candyman* a través de una lente conmovedora. La hábil dirección de DaCosta realza la desgarradora narrativa de la película, convirtiéndola en una entrada memorable en el género, especialmente notable por su impacto como una visión que cobra vida gracias a una directora negra.
2. Trilogía de La calle del terror (2021)

Dar vida a la serie *Fear Street* de RL Stine no fue una tarea fácil, pero Leigh Janiak lo ejecutó de manera brillante con una trilogía que entrelaza a la perfección narrativas de diferentes décadas. La historia sigue principalmente a Deena (Kiana Madeira), una lesbiana negra, mientras se esfuerza por salvar a su novia de la siniestra maldición que acecha su ciudad. Con cada entrega, Janiak rinde homenaje a varios subgéneros del terror al tiempo que ofrece una experiencia tremendamente entretenida y refrescantemente queer. La trilogía se convirtió en una sensación del verano de 2021 y se ganó un lugar especial en los corazones de los entusiastas del terror.
3. Mariquita (2022)

*Sissy*, una película de terror australiana, invita a los espectadores a presenciar el tumultuoso viaje de Cecilia (Aisha Dee), una influencer del bienestar que se enfrenta a su pasado cuando se reencuentra con su torturador de la infancia. Al abordar las implicaciones más oscuras de las redes sociales y la complejidad de los motivos de la protagonista, *Sissy* se destaca por su narrativa innovadora. Codirigida por Hannah Barlow, la película combina imágenes elegantes con una rica profundidad temática, lo que la convierte en una emocionante incorporación a la escena de terror de la década de 2020.
4. Cuerpos, cuerpos, cuerpos (2022)

*Bodies Bodies Bodies*, de Halina Reijn, satiriza ingeniosamente la cultura de la Generación Z a través de una perspectiva de comedia de terror. La película, que sigue a un grupo de amigos que participan en una versión mortal de un juego de fiesta, critica el privilegio de clase y la naturaleza performativa del trauma. Con un humor hábilmente tejido y una estética elegante, ofrece un comentario delicioso sobre las amistades tensas por las presiones sociales, lo que la hace no solo entretenida sino también estimulante.
5. Corriente muerta (2022)

El subgénero de metraje encontrado recibe un giro cómico en *Deadstream*, codirigida por Vanessa Winter y Joseph Winter. Esta película sigue al YouTuber caído en desgracia Shawn cuando decide transmitir en vivo su aventura en una casa embrujada, lo que genera momentos de risa a carcajadas y verdaderos sustos. La película equilibra hábilmente el humor y el terror, ofreciendo una visión refrescante del género que mantiene al público entretenido sin tomárselo demasiado en serio.
6. Fresco (2022)

*Fresh* de Mimi Cave ofrece un mordaz comentario sobre las citas online y la misoginia a través de la oscura y cómica historia de Noa (Daisy Edgar-Jones). Después de que lo que parece ser una cita de ensueño se transforma en una horrible pesadilla, la película revela las realidades a menudo ignoradas de las relaciones románticas. La dirección de Cave ofrece una aguda crítica social al tiempo que mantiene una narrativa bien entretejida que cautiva y al mismo tiempo perturba: una película imprescindible para los amantes del thriller.
7. El juego del sacrificio (2023)

*The Sacrifice Game*, dirigida por Jenn Wexler, destaca por su dominio del suspenso y los giros inesperados. Ambientada en un internado, la historia se desarrolla cuando dos estudiantes y un profesor son tomados como rehenes por intrusos, lo que conduce a una serie de revelaciones ingeniosamente elaboradas que trastocan las expectativas. La capacidad de Wexler para mantener la tensión y la estética de los años 70 de la película añaden profundidad a esta experiencia única de terror navideño.
8. El primer presagio (2024)

En The First Omen, Arkasha Stevenson nos presenta una precuela cautivadora de la clásica saga The Omen. La historia se centra en una monja estadounidense y resume los oscuros orígenes del anticristo Damien. Este debut como director muestra una sólida narrativa visual y un comentario relevante sobre los derechos reproductivos, lo que lo convierte en una profunda incorporación al género de terror contemporáneo con importantes implicaciones sociales.
9. La sustancia (2024)

*The Substance* de Coralie Fargeat explora las dificultades de una actriz que envejece (Demi Moore) mientras lidia con su autoimagen y las presiones de la juventud a través de la lente del horror corporal. La narrativa, si bien refleja las normas de belleza, se ve reforzada por actuaciones excepcionales, en particular las de Moore y Margaret Qualley. La exploración de la identidad a través del terror que hace esta película la convierte en una entrada notable en la oferta de 2024.
10. Carnage en Navidad (2024)

Dirigida por la talentosa Alice Maio Mackay, *Carnage for Christmas* sigue a una mujer trans australiana que regresa a casa para enfrentarse a una serie de asesinatos locales. Esta película de terror independiente pone énfasis en los efectos prácticos y la representación, demostrando que el presupuesto no determina la calidad. La diligencia de Mackay brilla, y su perspectiva fresca como joven cineasta trans contribuye a la autenticidad y el corazón de la película.
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