
En los últimos años, el concepto de desafío en los videojuegos se ha convertido en sinónimo de la influencia de los juegos Soulsborne. Conocidos por su dificultad extrema, los títulos de FromSoftware han inspirado a numerosos desarrolladores a crear juegos dentro del género Soulslike, caracterizados por desafíos formidables que ponen a prueba las habilidades de los jugadores al máximo.
Sin embargo, es fundamental reconocer que no todos los juegos desafiantes encajan perfectamente en esta categoría. Varios títulos, tanto antes como después del auge de los juegos Soulslike, han ofrecido su propia clase de juego exigente. Es hora de destacar estas notables aventuras que deslumbran, incluso sin las características distintivas del género Soulslike.
10 Dogma del Dragón
Un mundo abierto despiadado

Al jugar Dragon’s Dogma por primera vez, me impresionó su combinación única de dificultad al nivel de Dark Souls y la libertad de The Elder Scrolls V: Skyrim. Desde el principio, este título de Capcom planteó un desafío implacable, obligando a los jugadores a enfrentarse a obstáculos formidables sin soluciones fáciles.
Las primeras partidas fueron sumamente exigentes: el éxito solo llegaba tras repetidos esfuerzos y el aprendizaje de los fracasos. Si bien llega un punto en el que tu personaje se vuelve lo suficientemente poderoso como para afrontar las amenazas con facilidad, el camino para alcanzar esa fuerza está lleno de desafíos que durarán toda la vida.
9 El Principio de Talos 2
Rompecabezas de máxima complejidad

Talos Principle 2 es un juego de rompecabezas que estimula el cerebro y lleva los desafíos mentales al extremo. Si bien su curva de aprendizaje está bien estructurada e intuitiva, me encontré con numerosos rompecabezas que me dejaron perplejo durante horas.
Afortunadamente, los jugadores pueden saltarse los desafíos no esenciales. Sin embargo, impulsado por el deseo de resolver todos los rompecabezas, a menudo me vi inmerso en estas complejas tareas sin atajos, lo que demuestra lo exigente que es.
8 Túnica
Una aventura en la que perderse

Aunque está influenciado por el género Soulsborne, Tunic ofrece una perspectiva única sobre la percepción espacial y la mecánica de juego. Salvo por un jefe en particular, el verdadero desafío reside en la escasa guía del juego, presentada en un lenguaje indescifrable, elaborado a partir de pistas e inferencias del jugador.
Comprender el camino hacia la progresión y los objetivos es lo que realmente pone a prueba a los jugadores, a lo que se suman los encuentros con enemigos que solo aumentan la dificultad. Incluso después de completarlo, creo que un segundo intento seguiría siendo lento, ya que el juego exige un nivel de conexión que pocos otros ofrecen.
7 La mazmorra más oscura
Horrores inimaginables

Darkest Dungeon destaca como uno de los juegos independientes más crueles jamás creados. Reconocido indiscutiblemente como uno de los mejores juegos de estrategia con muerte permanente, su brutal dificultad a menudo ha provocado momentos de frustración.
Sin embargo, la inmensa satisfacción de superar sus desafíos es incomparable, similar a la lucha por escalar una montaña. Equilibrar el estrés, la gestión del personaje y los desafíos financieros es abrumador. Si bien los jugadores pueden ajustar la dificultad, disfrutar del juego tal como está diseñado proporciona la experiencia más gratificante.
6 Cuphead
Corre, dispara y llora

Aunque dudo en comparar Cuphead directamente con los juegos de FromSoftware, mi recuento de muertes sin duda sugiere un alto nivel de dificultad. Muchos jefes me han obligado a cientos de reintentos, y desafíos conocidos como el Robot del Dr. Kahl y Beppi el Payaso se encuentran entre los más difíciles a los que me he enfrentado.
Con la incorporación del DLC, que incluye batallas y secciones de plataformas aún más exigentes, la complejidad de Cuphead ha aumentado significativamente. Considerado uno de los mejores juegos independientes de la historia, su dificultad es un sello distintivo en la historia de los videojuegos.
5 Miedo y hambre
No saldrás ileso

Fear & Hunger ofrece una experiencia implacable, plagada de dilemas morales y una jugabilidad exigente. La brutalidad de este título es asombrosa; incluso llegar al primer final me llevó decenas de horas.
Ya sea por la incapacidad de tomar las decisiones necesarias para sobrevivir o simplemente por una mala interpretación de sus reglas, mis viajes a menudo terminaban prematuramente, obligándome a reiniciar.La crueldad del mundo obliga a los jugadores a tomar decisiones desgarradoras, que a menudo los llevan a la ruina inevitable.
4 Sifu
Un juego que exige perfección

Sifu es uno de los juegos más desafiantes, que requiere que los jugadores aprendan tras innumerables muertes. Su jugabilidad exige un nivel de maestría sin igual, transformándose en expertos en artes marciales con solo presenciar el final del juego.
La velocidad y variedad de los combates contra jefes, combinadas con la complejidad de las mecánicas de combate, requieren mucho tiempo y paciencia para dominarlos. Pero una vez que encuentras el ritmo, la sensación de control y satisfacción es inmensa; sin embargo, pocos alcanzan tal nivel de maestría.
3 contra 4
Una dificultad infernal

Al considerar la serie Contra, opté por Contra 4 porque representa mi recuerdo más reciente y vívido de la franquicia, un título donde cada momento se sentía como un viaje agonizante por el infierno.
El juego se caracteriza por proyectiles veloces, vidas mínimas y encuentros intimidantes con jefes, lo que crea una experiencia donde el progreso se siente como una lucha constante por la supervivencia. A veces, la dificultad roza la frustración, eclipsando la diversión.
2 Ninja Gaiden 2
Todo menos justo

De las muchas entregas de la franquicia, elegí Ninja Gaiden 2 porque encapsula la sensación de sentirse completamente frustrado en un videojuego. La tensión que surge de un solo error que lleva a la muerte es palpable y crea una experiencia de juego única.
Como bien dijo el director de la serie, Tomonobu Itagaki, los enemigos de Ninja Gaiden 2 están diseñados para matarte. Su declaración habla por sí sola sobre la abrumadora dificultad de este clásico.
1 Celeste
Morir es parte de la escalada

A pesar de ser un juego que convierte el fracaso en disfrute, Celeste es quizás la obra maestra más exigente que he jugado. Los siete capítulos iniciales presentan desafíos que vale la pena comentar, con algunas de las secciones de plataformas más complejas jamás diseñadas.
Al considerar el contenido opcional y los capítulos alternativos que amplían la jugabilidad, es evidente que ningún otro juego iguala sus exigencias de habilidad y precisión. El nivel de concentración y la sincronización necesarios para superar sus obstáculos no tienen precedentes.
Experimentar la sensación de fallar miles de veces en un solo segmento enriquece el legado del juego, convirtiendo a Celeste en un paradigma de la dificultad fuera del género Soulslike. Este juego es una profunda lección de disciplina y control.
Deja una respuesta