
El Imperio Contraataca es un logro monumental en la historia del cine. Curiosamente, incluso George Lucas tuvo que hacer frente a importantes repercusiones económicas relacionadas con esta película, que le valió una multa de casi 250.000 dólares. En el momento de su creación, Lucas tenía expectativas modestas: preveía que la primera película de La guerra de las galaxias recaudaría entre 15 y 20 millones de dólares en taquilla. Sin embargo, debido a que la proyección fue anticipada y generó reacciones encontradas, solo Steven Spielberg predijo su tremendo éxito. Al final, la película recaudó la asombrosa suma de 775, 8 millones de dólares, una cifra que equivale a más de 3.000 millones de dólares si se ajusta a la inflación.
El éxito inesperado de Star Wars abrió el camino a las secuelas, convirtiéndolas en una conclusión inevitable. Para financiar El Imperio Contraataca, Lucas buscó financiar el proyecto de forma independiente, reuniendo 33 millones de dólares a través de préstamos junto con las ganancias de la primera película. Estrenada en 1980, recuperó notablemente su inversión en tan solo tres meses. Sin embargo, una decisión decisiva y polémica finalmente resultaría en la multa antes mencionada.
George Lucas violó las normas del gremio con Star Wars, lo que le acarreó graves consecuencias





Los fanáticos se han acostumbrado a los icónicos textos iniciales de las películas de Star Wars, que preparan el escenario de manera eficiente antes de sumergirse en la historia. Sin embargo, este enfoque fue bastante poco convencional durante la década de 1970 y principios de la de 1980, ya que la mayoría de las películas comenzaban tradicionalmente con los créditos de los actores y directores, relegando estos créditos al final. Inicialmente, Lucas recibió indulgencia del Sindicato de Guionistas y del Sindicato de Directores por Una nueva esperanza, ya que no se predijo su éxito. Pero con la secuela, todas las miradas estaban puestas en El Imperio Contraataca, que solo reconoció «Lucasfilm» en la apertura, retrasando el reconocimiento del director Irvin Kershner a los créditos finales, una decisión que Kershner aceptó.
En respuesta, los gremios impusieron multas tanto a Lucas como a Kershner. Si bien Lucas decidió pagarlas, posteriormente cortó por completo sus vínculos con los gremios.
Lucas enfrentó desafíos con El Retorno del Jedi después de dejar el Gremio





Lucas no se inmutó por su salida de los sindicatos, y en 1981 declaró al New York Times : «Nunca he hecho una película en Hollywood. Ahora nunca tendré que hacerlo».Sin embargo, esta decisión resultó perjudicial a la hora de elegir un director para El retorno del Jedi (inicialmente llamada La venganza del Jedi).Se decidió por el director británico Richard Marquand, que no estaba afiliado a ningún sindicato estadounidense, lo que le permitió evitar las controversias que siguieron a El imperio contraataca.
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