
Resumen de la serie de Netflix Chaos: The Manson Murders
- El documental reevalúa críticamente los relatos ampliamente aceptados sobre los asesinatos de Manson, investigando los motivos y el enfoque procesal adoptado durante el juicio.
- *Chaos: The Manson Murders* revela detalles desgarradores que rodean la planificación y ejecución de los asesinatos, resaltando la impactante falta de remordimiento de los perpetradores.
- La inclusión de acusaciones sobre la participación de la CIA y el control mental introduce una dimensión provocativa a la infame narrativa de Manson.
Netflix sigue dando que hablar en el género de crímenes reales con su último documental, Chaos: The Manson Murders. Adaptado del libro *CHAOS: Charles Manson, the CIA, and the Secret History of the Sixties* de Tom O’Neill y Dan Piepenbring, la película desafía la narrativa establecida en torno a este notorio caso, brindando una gran cantidad de nuevas revelaciones e hipótesis.
Dirigido por Errol Morris, el documental abarca 90 minutos apasionantes llenos de teorías conspirativas y análisis profundos del contexto histórico. En particular, examina las posibles implicaciones de los experimentos gubernamentales con LSD como técnica de control mental, lo que sugiere una dolorosa intersección con los brutales acontecimientos de los asesinatos de Manson. La película también critica a Vincent Bugliosi, el fiscal, por su promoción de la teoría de «Helter Skelter», una narrativa supuestamente utilizada para asegurar una rápida condena de Manson y sus seguidores.
El autor Tom O’Neill explora los motivos más profundos detrás de las acciones de Manson

En su papel de fiscal, Vincent Bugliosi encabezó el caso contra Charles Manson, centrándose en la teoría de la guerra racial, que fue el eje central de la condena de Manson. Sin embargo, el autor Tom O’Neill indica que este argumento puede requerir una reevaluación. En Chaos: The Manson Murders, arroja luz sobre una dimensión más siniestra de los motivos de Manson.
Aunque Manson efectivamente defendió la ideología de Helter Skelter para inspirar a sus seguidores a cometer actos atroces, O’Neill sugiere que sus verdaderas intenciones pueden haber estado entrelazadas con los supuestos esfuerzos de la CIA para crear asesinos programados. Además, destaca una conversación en la que Bugliosi confesó su escepticismo respecto del motivo de Helter Skelter después de que concluyó el juicio. El documental presenta las opiniones del subcontratista de la CIA Louis Jolyon «Jolly» West, quien es conocido por su participación en proyectos de control mental, lo que da credibilidad a las teorías de O’Neill. Errol Morris resumió su enfoque documental reflexionando sobre la naturaleza desconcertante del caso Manson en una entrevista reciente, afirmando:
Me he visto atrapado en varias historias de crímenes reales, y los asesinatos de Manson son peculiares. Se podría resumir el misterio en una sola pregunta: ¿Cómo es que Manson logró convencer a la gente que lo rodeaba de que matar estaba bien?
Descifrando la inquietante ejecución de los asesinatos de Manson

Independientemente de las diferentes interpretaciones sobre las motivaciones de Manson, sigue siendo indiscutible que sus seguidores suscribieron fervientemente la doctrina de la guerra racial. El documental de Netflix revela detalles espeluznantes sobre la meticulosa planificación detrás de los asesinatos, reflejando de manera escalofriante los sentimientos de esa época.
El fiscal Stephen Kay, que aparece en *Chaos: The Manson Murders*, comparte su conocimiento interno sobre los hechos que llevaron a la ejecución de los asesinatos. Por ejemplo, la noche de los asesinatos iniciales, Tex Watson, junto con sus cómplices, llegó a una propiedad equipado con armas. Al encontrarse con Steven Parent, Watson terminó brutalmente con su vida antes de abrir la puerta a la siguiente ola de horror.
Al entrar, Watson supuestamente afirmó:
Soy el diablo y estoy aquí para hacer el trabajo del diablo.

El documental ilustra de forma conmovedora los momentos desgarradores en los que Sharon Tate imploró por su vida y la de su hijo no nacido. Sin inmutarse, Susan Atkins mostró una escalofriante falta de empatía, infligiendo múltiples puñaladas de forma espantosa. Cuando la familia Manson abandonó el lugar, Atkins dejó una marca inquietante al escribir «PIG» en la puerta con la sangre de Tate. En reuniones posteriores en Spahn Ranch, Manson expresó su descontento con el desarrollo de los asesinatos de Tate y se comprometió a supervisar personalmente los próximos asesinatos para demostrar los métodos que deseaba poner en práctica. Los objetivos de esta segunda ola de violencia fueron los dueños de supermercados Leno y Rosemary LaBianca, a quienes Manson ató y orquestó sus brutales asesinatos sin piedad.
Mira *Chaos: The Manson Murders* ahora en Netflix
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