
El encanto caótico de Adrien Brody en los Oscar
La historia de Adrien Brody en los Premios de la Academia siempre ha estado llena de momentos memorables. Su primer Oscar fue por su conmovedora interpretación en El pianista en 2002, donde se robó la atención no solo por su talento sino también por besar a Halle Berry. Avanzamos hasta 2025 y el protagonista volvió a ser noticia durante su aceptación del premio por El brutalista, esta vez arrojándole un chicle a su novia, Georgina Chapman, mientras se dirigía al escenario.
El comportamiento de Brody para captar la atención
¿Por qué Brody sigue creando caos durante estos prestigiosos eventos? Algunos se preguntan si esta es la representación más cercana de Challengers que veremos en los Oscar. En una escena que recuerda la dinámica entre los personajes de la película de Luca Guadagnino, la novia de Brody mostró su apoyo al atrapar su chicle con la mano desnuda.
Una noche de victoria
Brody era el claro favorito por su papel como el arquitecto ficticio László Tóth, lo que hizo que su victoria no fuera una sorpresa. Además, The Brutalist tuvo un gran éxito esa noche, y también se llevó los premios a la mejor banda sonora y la mejor fotografía. Sin embargo, fiel a su estilo, Brody mantuvo al público enganchado con sus payasadas, demostrando que nunca va a lo seguro.
La novia de Adrien Brody atrapando su chicle es lo más romántico que he visto jamás.
— calva ann dowd (@ali_sivi) 3 de marzo de 2025
Revelaciones de la alfombra roja
En un divertido giro del destino, Halle Berry le devolvió el favor de 2002 besando a Brody en la alfombra roja esa noche, creando un eco encantador de su momento anterior juntos. La atmósfera en el evento estaba innegablemente impregnada de nostalgia por El pianista.
Discurso de aceptación cautivador
El dos veces ganador del Oscar se arriesgó al extender su discurso de aceptación, a pesar de haber recibido una advertencia de Conan O’Brien sobre la extensión de sus comentarios. Con una declaración segura, Brody instó: «Por favor, apaguen la música. Estoy terminando. Ya lo he hecho antes», una declaración que resonó con risas y aplausos del público.
Si bien finalmente concluyó su discurso, Brody aprovechó el momento para hacer un llamado más amplio a la tolerancia, un tema predominante tanto en El pianista como en El brutalista. Sin embargo, como se esperaba, fue interrumpido de manera juguetona una vez más, lo que dejó a la audiencia con curiosidad sobre lo que se desarrollará durante una posible tercera victoria del Oscar.
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