Descripción general
- Preocupaciones sobre las reacciones del público: el final debe evitar trampas similares a las de Juego de Tronos.
- La desviación de la historia original permite una mayor libertad creativa, evitando potencialmente un resultado tipo GoT.
- Si bien es de esperarse la reacción negativa de los fanáticos, aceptar la controversia es parte de la identidad del programa.
La última temporada de una de las series más queridas de la televisión está en el horizonte, y con ella llega una mezcla de emoción y aprensión. Esta serie, aunque inicialmente se basó en una serie de novelas gráficas, se ha tomado importantes libertades con la narrativa, divergiendo bastante de sus orígenes. Tal divergencia creativa es un punto de conexión entre The Boys y la infame octava temporada de Game of Thrones , lo que genera preocupación en el showrunner Eric Kripke, que espera que la conclusión no provoque el mismo nivel de descontento que el final de GoT.
Para muchos showrunners, especialmente aquellos que se acercan al final de una carrera exitosa, el miedo a decepcionar a los fanáticos es tangible. A diferencia de varios programas contemporáneos que enfrentan cancelaciones abruptas, Kripke experimenta el lujo de elaborar una conclusión para su segunda temporada, que ha disfrutado de una carrera saludable. Aunque reconoce que pocas series pueden presumir de la longevidad de Supernatural , se siente aliviado de haber llegado a la quinta temporada sin una cancelación prematura. Sin embargo, sigue preocupado de que el público pueda, en última instancia, juzgar a The Boys con tanta dureza como lo hizo con Game of Thrones , donde la adoración inicial se convirtió en críticas generalizadas al final.
El showrunner de The Boys expresa su preocupación por una posible reacción negativa
En una entrevista reciente con Collider , Kripke reflexionó sobre su ansiedad con respecto a la satisfacción de la audiencia. Reconoce que muy pocos programas logran ofrecer finales que resuenen positivamente entre los fanáticos. Señala que el diálogo en torno a cómo concluirá The Boys está plagado de expectativas, prediciendo cómo se desarrollará el final en comparación con lo que podría ofrecer de manera realista en función de las últimas cuatro temporadas.
“Para decirlo sin rodeos, los finales de serie realmente buenos son una rareza”, comentó Kripke. “Es difícil ejecutar la conclusión de manera impecable… Juego de Tronos fue notable, pero todo lo que todos recuerdan es el final”. Sus sentimientos reflejan un hilo conductor en el discurso televisivo: los espectadores a menudo se fijan únicamente en los finales cuando evalúan una serie, en particular aquellos que se desvían de su material original.
Los chicos tienen la libertad de forjar su propio camino
Una ventaja importante de The Boys es que se aparta considerablemente de las novelas gráficas originales. Se han reinventado elementos clave de la trama, como la verdadera identidad de Black Noir como clon de The Homelander, lo que permite una mayor libertad creativa en la narración. Además, la serie ha introducido nuevos personajes que no están presentes en los cómics, lo que proporciona una red de seguridad para Kripke mientras elabora la conclusión.
Dado que el programa ya ha establecido su trayectoria narrativa única, Kripke puede tomarse libertades con confianza en el final de la serie sin temor a una reacción negativa severa. Si bien algunos fanáticos pueden estar descontentos con los cambios, los espectadores leales pueden apreciar la evolución distintiva de la serie, lo que le permite al showrunner la libertad de explorar varios desenlaces. En consecuencia, Kripke no está limitado por las expectativas arraigadas en el material original y se concentra en ofrecer un final que se alinee con la visión creativa del programa.
Aceptar las reacciones de la audiencia: una estrategia para el éxito
Otro factor que alivia las preocupaciones de Kripke es el hecho de que The Boys siempre ha generado controversia. Desde el principio, la serie ha provocado debates e indignación, especialmente cuando los espectadores tuvieron que lidiar con la complejidad moral de sus personajes, en particular la revelación de la verdadera naturaleza de Homelander.
Gracias a su audacia para desafiar las normas sociales y confrontar verdades incómodas, The Boys ha cultivado una audiencia fiel, muchos de los cuales están ansiosos por su reflexión sin filtros sobre temas contemporáneos. A pesar de las posibles reacciones negativas, Kripke puede aceptar con confianza cualquier reacción que surja del final. Este enfoque se alinea con la identidad del programa: suscitar conversaciones, generar debates y, en última instancia, mantener a los espectadores interesados.
La temporada 4 de THE BOYS ha estado recibiendo críticas muy favorables, como «Esta temporada es lo que está mal en Estados Unidos en este momento». Mira y descubre cómo Eric Kripke y su equipo se inventan esta «basura politizada». Para su consideración en todas las categorías, incluida la de Mejor serie dramática. pic.twitter.com/BlJYBbHSMV – THE BOYS (@TheBoysTV) 16 de diciembre de 2024
En el panorama mediático actual, las reacciones negativas son casi inevitables, y los espectadores se apresuran a expresar su descontento incluso ante cambios menores. Si bien Kripke desea crear un final que resuene en el público, es crucial para él mantenerse fiel a su visión artística. En última instancia, The Boys debe esforzarse por ofrecer un final que parezca auténtico, independientemente de las opiniones externas.
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