
John Wick revitalizó el género de las películas de acción al enfrentarse a uno de los clichés más antiguos de Hollywood, mejorando así el panorama de la acción cinematográfica. A lo largo de la historia del cine, siempre hay algunas películas de acción fundamentales que redefinen las expectativas. En la década de 1980 surgieron títulos icónicos como Rambo y Terminator, que popularizaron el arquetipo del héroe musculoso que desata una gran potencia de fuego. En la década de 1990, el género cambió su enfoque hacia personajes comunes empujados a situaciones extremas, como se mostró en películas como Duro de matar y Máxima potencia.
En la década de 2010, John Wick surgió como una película innovadora que estableció nuevos estándares para las secuencias de acción y el desarrollo de los personajes. Tras su enorme éxito mundial, una ola de películas ha intentado emular su estética y tono distintivos, entre ellas Nobody de Bob Odenkirk, Atomic Blonde de Charlize Theron y Extraction de Chris Hemsworth. Cada una de estas películas encarna la brutalidad elegante y la coreografía intrincada que John Wick trajo a la vanguardia, lo que posteriormente ayudó al género a deshacerse de algunas de sus convenciones más repetitivas.
John Wick: un punto de inflexión en las películas de acción
Elevando la coreografía de lucha más allá del enfoque de la franquicia Bourne
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Antes del estreno de John Wick, la franquicia Bourne, liderada por Matt Damon, dominaba la escena de acción con su característico estilo de filmación de “cámara temblorosa”.Esta técnica, diseñada para aumentar la inmersión al sacudir la cámara durante las escenas intensas, se convirtió en un método favorito entre los cineastas. Desafortunadamente, este enfoque pronto se generalizó, con películas como Elysium y Los juegos del hambre imitando esta tendencia para generar emoción.
John Wick rompió con esta tendencia inspirándose en el cine de artes marciales, haciendo hincapié en la claridad de las coreografías y en las habilidades de lucha de su reparto. Keanu Reeves, un artista marcial consagrado, permitió que la película produjera escenas de acción nítidas y atractivas que contrastaban marcadamente con la caótica cámara temblorosa. Este giro abrió nuevas vías para la emoción en las películas de acción, una evolución que tanto los críticos como el público acogieron con entusiasmo.
Cámara inestable: eficaz pero problemática en películas de acción
Dominio y mal uso de la cámara temblorosa en la serie Bourne y más allá

La técnica de la cámara temblorosa, aunque a menudo criticada, fue utilizada con eficacia por Paul Greengrass en las películas de Bourne. En lugar de restarle valor a las escenas de lucha, añadió intensidad y una sensación de inmediatez. El hábil manejo de la cámara temblorosa por parte de Greengrass permitió que el público se involucrara profundamente con la acción, creando secuencias cinéticas memorables.
Título | Año de lanzamiento | Bruto mundial | Puntuación de Rotten Tomatoes |
---|---|---|---|
La identidad de Bourne | 2002 | $214, 034, 224 | 84% |
La supremacía de Bourne | 2004 | $290, 835, 269 | 82% |
El ultimátum de Bourne | 2007 | $444, 100, 035 | 92% |
El legado de Bourne | 2012 | $276, 144, 750 | 56% |
Jason Bourne | 2016 | $415, 484, 914 | 54% |
Lamentablemente, aunque la serie Bourne hizo un uso eficaz de la cámara temblorosa, muchos cineastas que intentaron replicar su éxito utilizaron esta técnica de forma indiscriminada. Con demasiada frecuencia, la cámara temblorosa sirvió como tapadera para una coreografía deficiente, desdibujando las secuencias de acción hasta el punto de que el público perdía el hilo de la acción. Incluso películas aclamadas como En tierra hostil y El hombre de acero cayeron víctimas de este fenómeno. La obsesión por la cámara temblorosa, desatada por el éxito de la trilogía de Bourne, acabó diluyendo su eficacia en Hollywood.
Estableciendo un nuevo estándar: las secuencias de lucha de John Wick
La influencia de John Wick: un nuevo modelo para las películas de acción

Con sus escenas de lucha impecablemente elaboradas y un trabajo de cámara estable, John Wick marca un cambio significativo en la forma en que se retrata la acción en el cine. A diferencia de sus predecesoras, que dependían de una cámara temblorosa para lograr un efecto dramático, esta película dejó al descubierto el arte detrás de las secuencias de acción, lo que exigió que las futuras producciones estuvieran a su altura. Tras el estreno de la película en 2014, las películas de acción en ciernes ya no podían depender de la desorientación visual; en cambio, se vieron desafiadas a presentar la violencia con claridad, mostrando cada momento impactante en su gloria.
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