Desde la introducción de Windows 11, una de las críticas predominantes se ha centrado en sus requisitos de hardware. Si bien estas estrictas especificaciones impiden que muchos PC compatibles ejecuten este nuevo sistema operativo, es fundamental analizar el motivo de esta decisión.¿Podrían estos requisitos más estrictos tener un propósito más importante, sentando una base sólida para la futura evolución de Windows?
Examinar los requisitos de hardware
Para comprender mejor la situación, comparemos los requisitos mínimos de hardware para Windows 11 con los de Windows 10:
| Especificación | Windows 11 | Windows 10 |
|---|---|---|
| UPC | 1 GHz o más rápido con 2 o más núcleos | 1 GHz o más rápido |
| RAM | 4 GB | 1 GB (32 bits) o 2 GB (64 bits) |
| Almacenamiento | 64 GB | 16 GB (32 bits) o 32 GB (64 bits) |
| Gráficos | Compatible con DirectX 12, se requiere controlador WDDM 2.0 | Compatible con DirectX 9, se requiere controlador WDDM 1.0 |
| Mostrar | 720p o superior | 800×600 |
| TPM | Se requiere el módulo de plataforma segura (TPM) versión 2.0 | No requerido |
| Firmware | UEFI con capacidad de arranque seguro | No requerido |
Entre estas especificaciones, los requisitos de TPM y firmware son particularmente llamativos. Muchos usuarios expresaron su frustración, especialmente aquellos que invirtieron en CPU potentes justo antes del lanzamiento de Windows 11, solo para descubrir que sus sistemas eran incompatibles debido a la estipulación de TPM.
Adopción de nuevos estándares
Históricamente, los requisitos de hardware para versiones importantes como Windows 7 y Windows 8 reflejaban los de Windows 10. En consecuencia, si compró una computadora en el lanzamiento de Windows 7 en 2009, podía actualizar a Windows 10 de forma gratuita antes del final de su vida útil en 2020 y, en última instancia, usarlo hasta que concluyera el soporte de Windows 10 en 2025.
Es fundamental reconocer que los requisitos mínimos determinan la base necesaria para el funcionamiento, pero no garantizan una experiencia de usuario óptima. Si bien los usuarios de Windows 10 pueden migrar a Windows 11 sin costo adicional si su hardware cumple con los nuevos estándares, es comprensible sentirse desanimado si su sistema más reciente no cumple con los requisitos para la actualización.
Incluso gigantes tecnológicos como Apple aplican limitaciones de actualización similares; por ejemplo, macOS Tahoe solo será compatible con dispositivos fabricados a partir de 2019. Actualmente, macOS Sonoma, lanzado en 2023, llegará a su fin en septiembre de 2026, lo que afectará a los dispositivos fabricados en 2018 y 2019.

Una sola compra que ofrece hasta 16 años de soporte técnico de Windows es una inversión admirable en comparación con el plazo de soporte técnico de Apple de 7 a 8 años. Si no ha actualizado su ordenador en ese periodo, es prudente considerar una nueva inversión, independientemente de los requisitos de Windows.
Funciones de seguridad mejoradas
El requisito de un TPM y un Arranque Seguro en Windows 11 implica un alto nivel de seguridad, como se espera de los sistemas operativos modernos. Estas características refuerzan la protección contra amenazas, garantizando que el hardware esté protegido contra posibles vulnerabilidades durante el proceso de arranque.
Un beneficio notable de esta mejora de seguridad es la funcionalidad mejorada de Windows Hello, un sistema de autenticación que permite a los usuarios iniciar sesión sin contraseñas tradicionales, permitiendo la autenticación a través de un PIN o medidas biométricas como el reconocimiento facial o de huellas dactilares.
Windows Hello va más allá de la simple comodidad del inicio de sesión; funciona como una herramienta de seguridad crucial para acceder a aplicaciones confidenciales, como los administradores de contraseñas. Además, facilita el uso de claves de acceso, que ofrecen una alternativa más segura a las contraseñas para el inicio de sesión en línea.

Si bien no es infalible contra todo tipo de malware y ciberataques, la incorporación de estas funciones de seguridad de hardware garantiza una defensa más robusta contra las amenazas en constante evolución. Al implementar estos estándares, Microsoft puede proporcionar el nivel de seguridad esperado para todos los usuarios de Windows 11.
Transición a requisitos mínimos realistas
Al reflexionar sobre la recepción negativa de Windows Vista, es evidente que gestionar eficazmente los requisitos del sistema es crucial. El polémico debate entre Microsoft y los fabricantes de hardware condujo a una reducción de las especificaciones mínimas, lo que resultó en un bajo rendimiento en las PC vendidas posteriormente con la etiqueta «Compatible con Windows Vista».
Esta situación afectó gravemente la experiencia del usuario, ya que los sistemas actualizados desde Windows XP tenían dificultades para funcionar con Vista. Al aumentar los requisitos mínimos para Windows 11, Microsoft busca evitar una reacción similar y garantizar una experiencia de usuario satisfactoria. Dado el contexto histórico, esta medida representa una intervención oportuna para preservar la reputación de Windows.
Eliminando las dependencias heredadas
El enfoque innovador de Windows 11 permite a Microsoft eliminar las cargas asociadas con los sistemas heredados. Si bien la retrocompatibilidad es un sello distintivo de Windows, puede dificultar el rendimiento y el desarrollo de hardware más reciente.
Al reducir el panorama de compatibilidad, Microsoft puede agilizar las actualizaciones y reducir el riesgo de problemas derivados de sistemas obsoletos. Este enfoque deliberado facilita el mantenimiento de funciones heredadas que pueden generar vulnerabilidades de seguridad.

A medida que Microsoft va eliminando dispositivos más antiguos, surge la oportunidad de refinar y modernizar Windows, alejándose de los riesgos de seguridad que acompañan a los sistemas obsoletos.
Reconociendo las limitaciones de Windows 11
Es importante reconocer que establecer requisitos de hardware más altos para Windows 11 no es la panacea. El sistema operativo tiene sus deficiencias; por ejemplo, las frecuentes intrusiones de funciones de IA han generado críticas, y tras un uso prolongado, muchos siguen sin estar convencidos de que Windows 11 ofrezca ventajas significativas en el día a día sobre su predecesor, Windows 10.
Si bien Windows 11, en teoría, abre la puerta a una experiencia informática más moderna, su adopción por parte de los usuarios no ha reflejado el entusiasmo observado con versiones anteriores como Windows 7 o 10. No obstante, los elevados requisitos de hardware sientan las bases para futuras versiones de Windows, preparadas para aprovechar los beneficios de estos avances, ya sea en Windows 12 o en iteraciones posteriores.
Deja una respuesta