Descripción general
- David Fincher finalmente reveló el contenido real de la caja que aparece en *Seven*, poniendo fin a los mitos persistentes.
- La famosa caja no contenía una cabeza protésica, aunque Fincher calculó su peso para lograr un efecto realista.
- Brad Pitt abogó por una conclusión más oscura para la película, ya que el estudio inicialmente prefería una resolución más optimista.
A medida que *Seven* se acerca a su 30.° aniversario en 2025, el director David Fincher ha conmemorado este hito compartiendo información intrigante sobre la película, en particular sobre lo que se ocultó dentro de la famosa caja durante el rodaje.
*Seven*, estrenada en 1995, es un innovador thriller policial protagonizado por Brad Pitt y Morgan Freeman, un dúo improbable de detectives que sigue la pista de un brutal asesino en serie que elige meticulosamente a sus víctimas basándose en los siete pecados capitales. Tras su estreno, *Seven* fue un éxito de taquilla inesperado y desde entonces se ha ganado su lugar como una de las películas policiales más celebradas jamás producidas, consolidando la reputación de Fincher como cineasta maestro. En reconocimiento a su importante aniversario, recientemente se ha presentado en los cines una remasterización en 4K de *Seven*.
Nota: Este artículo contiene spoilers de la trama y la conclusión de *Seven*.
¿Qué hay dentro de la caja (realmente)?
Durante los eventos promocionales que rodearon el relanzamiento de *Seven*, Fincher aprovechó la oportunidad para hablar sobre diversos aspectos de la película, compartiendo lecciones invaluables aprendidas a lo largo del camino y revelando secretos exclusivos detrás de escena. Un aspecto central de estas revelaciones fue el misterio de lo que se encontraba en la caja culminante de la película. Si bien los fanáticos de la película están familiarizados con el devastador contenido (spoiler: la cabeza de Tracy), un mito prevaleciente sugería que la caja albergaba una réplica protésica física de la cabeza de Gwyneth Paltrow, a pesar de que el artículo real nunca se mostró en pantalla.
Fincher ha desmentido esta mitología, describiéndola como «totalmente ridícula» durante una entrevista con Entertainment Weekly . Sin embargo, explicó que se prestó mucha atención al peso de la caja para garantizar su autenticidad. Según el director, «creo que era una bolsa de inyección y una peluca… la peluca tenía un poco de sangre».
“No, es totalmente ridículo. Creo que teníamos una bolsa de inyecciones de siete u ocho libras. Habíamos investigado para averiguar, si el índice de masa corporal de Gwyneth Paltrow era X, qué parte de eso sería atribuible a su cabeza. Así que teníamos una idea de cuánto pesaría, y creo que había un peso dentro. Y pusimos una peluca allí, de modo que cuando Morgan abriera la caja, si había algo de esa cinta que se usó para sellar la caja, creo que era una bolsa de inyecciones y una peluca, y creo que la peluca tenía un poco de sangre, por lo que parte del cabello se pegaba. Recuerde, creo que Morgan abrió 16 o 17 de esas cosas. Pero como siempre digo, no es necesario ver lo que hay en la caja si tienes a Morgan Freeman”.
El final de *Seven* fue casi muy diferente
Es bien sabido que Fincher se encontró con una considerable oposición en relación con el impactante final de la película. En el momento culminante de la película, John Doe organiza la entrega de una caja al detective Mills, revelando la cabeza cortada de su esposa en el interior. A pesar de que Doe está detenido, Mills, abrumado por la ira, ignora las advertencias de Somerset y sucumbe a su propia ira disparando a Doe. Inicialmente, el estudio expresó su preocupación por que esta conclusión fuera excesivamente sombría. Querían que Mills emergiera como un héroe al abstenerse de disparar a Doe e incluso propusieron una trama alternativa en la que la cabeza en la caja pertenecería a uno de los perros de Mills.
Brad Pitt defendió con firmeza el final más oscuro de la película, e incluso insistió en que abandonaría el proyecto a menos que “la cabeza se quedara en la caja”. Dijo que “al final tiene que dispararle al asesino. No hace lo “correcto”, hace lo que le dicta la pasión”.
Esta decisión creativa finalmente resultó crucial, ya que *Seven* continúa cautivando y asombrando a los espectadores con sus giros inesperados y temas inquietantes, ganándose con justicia su estatus como uno de los mejores thrillers policiales de todos los tiempos.
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