El empresario de hip-hop Sean “Diddy” Combs tiene previsto comparecer ante un tribunal federal para un juicio por graves acusaciones de tráfico sexual y crimen organizado, que comenzará el 5 de mayo de 2025. La fecha del juicio se fijó oficialmente durante una audiencia en el tribunal federal de Manhattan el 10 de octubre de 2024, presidida por el juez de distrito estadounidense Arun Subramanian. Combs, que actualmente tiene 54 años, ha estado detenido en un centro federal desde su arresto en septiembre y se enfrenta a una acusación formal de tres cargos.
Se declaró inocente de todos los cargos, que incluyen conspiración para cometer delitos, tráfico sexual y transporte con fines de prostitución.
Los cargos contra Combs se derivan de acusaciones de que explotó sus negocios, en particular Bad Boy Entertainment, para llevar a cabo actividades ilegales. Los fiscales afirman que Combs transportó a mujeres y trabajadores sexuales masculinos a través de las fronteras estatales para participar en eventos sexuales filmados, conocidos como «Freak Offs».
Equipo legal denuncia filtraciones del gobierno en medio de procedimientos judiciales
Durante el proceso, se vio a Diddy con el uniforme de presidiario de color canela y haciendo gestos cariñosos hacia los miembros de su familia que estaban presentes en la sala. Su abogado defensor, Anthony Ricco, indicó que la madre y los hijos de Combs estaban presentes.
Después de la audiencia, los alguaciles estadounidenses escoltaron a Combs fuera de la sala del tribunal.
La fiscal Emily Johnson informó al tribunal que se esperaba que la presentación de la fiscalía durara un mínimo de tres semanas, mientras que el abogado defensor de Diddy, Marc Agnifilo, proyectó que el caso de la defensa concluiría en una semana.
Combs permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano ubicado en Brooklyn mientras espera su juicio, con una apelación pendiente sobre la negación de su libertad bajo fianza.
El tribunal también abordó una moción presentada por el equipo legal de Diddy, en la que se alegaba que el gobierno había filtrado a la CNN un vídeo de vigilancia. En este vídeo, publicado en mayo, se ve a Combs agrediendo supuestamente a su expareja, Cassie Ventura.
La defensa pretende excluir estas imágenes del juicio, argumentando que podrían influir indebidamente en el jurado.
En respuesta, los fiscales etiquetaron la moción como un intento de eliminar evidencia clave.
Entre las graves acusaciones presentadas por los fiscales se encuentran las de que Combs atraía a mujeres con narcóticos como ketamina y éxtasis, junto con promesas de ayuda financiera u oportunidades laborales. Al parecer, estas mujeres se sentían presionadas para participar en actividades sexuales grabadas.
Además, los fiscales afirmaron que Diddy utilizó imágenes de estos encuentros como herramienta de coerción, supuestamente usando armas para infundir miedo en las mujeres.
Si bien la acusación no acusa a Combs de cometer directamente actos sexuales no consentidos, sí alega que perpetró violencia física contra algunas de las mujeres involucradas. Su equipo de defensa, bajo el liderazgo de Marc Agnifilo, sostiene que las interacciones sexuales mencionadas por los fiscales fueron consentidas.
Si es declarado culpable, Sean Combs se enfrenta a importantes repercusiones legales. Los tres cargos que se le imputan (conspiración para cometer delitos delictivos, tráfico sexual y transporte para facilitar la prostitución) podrían acarrearle una condena a cadena perpetua, con un mínimo potencial de 15 años de prisión.
El juez Subramanian también emitió un fallo que impide a ambas partes revelar cualquier declaración relacionada con materiales del gran jurado o evidencia confidencial.
Esta decisión surge a raíz de las afirmaciones de la defensa de Combs de que el gobierno era responsable de filtrar las imágenes de vigilancia del hotel a los medios de comunicación.
La fiscal Emily Johnson negó cualquier participación gubernamental en la filtración, afirmando que el gobierno no poseía las imágenes antes de que CNN las publicara.
La próxima fecha de audiencia judicial programada para Diddy es el 18 de diciembre de 2024. Sus representantes legales han enfatizado la urgencia de un juicio debido a la continua negación de la libertad bajo fianza, lo que ha resultado en su continua detención federal.
Se espera que el próximo juicio atraiga una atención significativa del público y de los medios de comunicación, y se esperan más mociones y avances legales en el período previo a mayo de 2025.
Mientras Combs espera su juicio, su futuro sigue en el limbo. El rapero y productor insiste en negar las acusaciones en su contra y se prepara para un juicio que podría marcar un hito en 2025.
Sean “Diddy” Combs se encuentra actualmente detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York, mientras espera el comienzo de su juicio.
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