¡Se descubre un nuevo componente del cohete Marte de SpaceX mientras la compañía se prepara para lanzar mañana un megacohete de 232 pies de altura!

¡Se descubre un nuevo componente del cohete Marte de SpaceX mientras la compañía se prepara para lanzar mañana un megacohete de 232 pies de altura!

Esto no constituye asesoramiento de inversión. El autor no mantiene posiciones en ninguna de las acciones analizadas.

Tras el exitoso Vuelo 10 de Starship, SpaceX intensifica los preparativos para el Vuelo 11 de Starship. Apenas diez días después del Vuelo 10, la compañía transportó el cohete Super Heavy a la plataforma de lanzamiento, preparándose para una esperada prueba de fuego estático. Si bien el rendimiento del cohete del Vuelo 10 fue prácticamente nominal, experimentó una avería en un motor durante el despegue y problemas con las aletas de la rejilla al acercarse al punto de amerizaje. SpaceX aún no ha publicado una actualización completa sobre los resultados del Vuelo 10 y, dependiendo del ritmo de las pruebas previas al vuelo, el Vuelo 11 podría despegar en octubre.

Aceleración de las pruebas de la nave espacial para aprovechar los logros del Vuelo 10

Se prevé que el Vuelo 11 de Starship marque el lanzamiento final de la generación actual de cohetes y naves espaciales de SpaceX. Si bien los cohetes han demostrado un rendimiento fiable en múltiples pruebas, las naves de la etapa superior han presentado notables inconsistencias. El Vuelo 10 representó un gran avance, al lograr un suave amerizaje en el Océano Índico.

Tras los importantes avances logrados durante el Vuelo 10, SpaceX parece estar deseoso de acelerar el próximo vuelo. Imágenes de medios locales confirman que han trasladado el cohete del Vuelo 11 a la plataforma de lanzamiento para una prueba de fuego estático.

La prueba de fuego estático del vuelo 11 de Starship podría realizarse de forma inminente, posiblemente mañana mismo. En esta próxima prueba, SpaceX reutilizará un propulsor por segunda vez, tras la reutilización de uno del vuelo 7. Para el vuelo 11, se utilizará el propulsor que voló previamente en el vuelo 8.

Sin embargo, los vuelos anteriores (7, 8 y 9) sufrieron problemas importantes, al no lograr una trayectoria suborbital ni reingresar con éxito a la atmósfera terrestre. En el vuelo 7, las vibraciones provocaron una fuga de propelente que provocó un apagado prematuro del motor. El vuelo 8 se enfrentó a un destino aún más dramático cuando una falla del motor provocó que el cohete girara sin control.

SpaceX confirmó más tarde que los escombros de los lanzamientos fallidos cayeron dentro de zonas de seguridad predeterminadas, minimizando el riesgo para la vida y la propiedad que se encontraban debajo.

Tras el Vuelo 7, SpaceX albergaba ambiciosas aspiraciones para su nave de segunda generación, que incluían el despliegue de satélites de simulación Starlink, el reencendido de un motor Raptor en el espacio y la prueba de nuevos paneles de escudo térmico. Desafortunadamente, estas aspiraciones se vieron frustradas, ya que la nave no logró realizar un vuelo suborbital en las dos pruebas anteriores.

El vuelo 9 de Starship logró cierto progreso al ingresar en una trayectoria suborbital; sin embargo, la falta de un reingreso atmosférico posterior impidió a SpaceX probar el escudo térmico, desplegar los simuladores Starlink o reencender el motor Raptor en el espacio.

En marcado contraste, el Vuelo 10 de Starship resultó ser un éxito rotundo. La nave espacial se separó eficazmente del propulsor, desplegó los simuladores Starlink y reinició con éxito el motor Raptor. Tras un impresionante espectáculo visual durante el reingreso, Starship concluyó su misión con un amerizaje exitoso en el Océano Índico.

Esta misión marcó la primera entrada atmosférica exitosa de la nave, lo que provocó que sus placas de escudo térmico se cubrieran con un distintivo residuo naranja y blanco al amerizar. Elon Musk declaró posteriormente que este residuo del amerizaje se atribuía a placas metálicas específicas y a zonas donde se habían omitido placas para fines de evaluación de materiales.

Dado que el Vuelo 11 es probablemente el vuelo final de esta generación de propulsores y cohetes, posiciona a SpaceX para avanzar a sus Starships de tercera generación en el Vuelo 12. Aunque sigue siendo incierto si el Vuelo 12 ocurrirá en 2025, los medios locales han capturado imágenes que muestran que la construcción de los cohetes ya está en marcha.

Informes recientes indican que la sección delantera del cohete Super Heavy de tercera generación de SpaceX está completa. Esta sección superior incorpora la interetapa, un elemento integral para desviar el empuje de los componentes internos del cohete durante las separaciones de las etapas.

Este interetapa rediseñado representa una mejora crucial para los cohetes de tercera generación, como lo destacó Musk en presentaciones anteriores. Señaló que el nuevo diseño mejoraría significativamente la eficiencia de desviación del empuje.

Tras las recientes pruebas del programa Starship, SpaceX ha comenzado a centrarse en optimizar la eficiencia. Para mejorar el rendimiento del cohete Super Heavy, SpaceX restringió ciertas ventilaciones entre etapas durante el Vuelo 9 para reducir el consumo de combustible y ampliar su alcance.

Además, en vuelos anteriores se vio al propulsor funcionando en un ángulo de ataque más pronunciado, lo que aumentó la resistencia aerodinámica y minimizó el uso de combustible para la desaceleración antes del amerizaje.

Además, los cohetes Starship de tercera generación incorporarán aletas de rejilla renovadas, un componente característico del diseño de cohetes de SpaceX. Las nuevas aletas son más grandes y están diseñadas específicamente para gestionar un mayor ángulo de ataque, lo que mejora el control durante el vuelo. Cabe destacar que la posición de estas aletas se ha ajustado para ubicar sus componentes internos dentro del tanque, optimizando así el diseño del propulsor.

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