Reviviendo al Gran Moff Tarkin en Rogue One: la controversia detrás del legado de Peter Cushing 32 años después de su muerte

Reviviendo al Gran Moff Tarkin en Rogue One: la controversia detrás del legado de Peter Cushing 32 años después de su muerte

Rogue One: Una historia de Star Wars ha reavivado las discusiones en torno a la resurrección de personajes icónicos del cine al traer de vuelta al Gran Moff Tarkin, un personaje originalmente interpretado por Peter Cushing antes de su fallecimiento en 1994. El personaje, que es reconocido predominantemente por su despiadado papel en la destrucción de Alderaan junto a Darth Vader en Una nueva esperanza , ha aparecido en varios medios de Star Wars a lo largo de los años, incluidos cameos en Star Wars: Episodio III – La venganza de los Sith y Star Wars: The Clone Wars .

La reintroducción del Gran Moff Tarkin en Rogue One

Rogue One adoptó un enfoque único para el regreso de Tarkin, utilizando una mezcla de efectos digitales combinados con la actuación del actor Guy Henry. A diferencia de las representaciones anteriores en The Clone Wars , donde Tarkin fue animado y expresado por Stephen Stanton, o en Revenge of the Sith , donde Wayne Pygram se puso prótesis, esta recreación marcó un salto significativo en la tecnología. Henry empleó herramientas de captura de movimiento, lo que permitió a los cineastas reemplazar digitalmente su rostro con una recreación de la semejanza de Cushing, que recuerda a las técnicas vistas en The Mandalorian y The Book of Boba Fett .

Los desafíos de la recreación digital

Peter Cushing como Gran Moff Tarkin mirando hacia un lado en Rogue One

El proceso de transformación no fue nada sencillo y duró casi 18 meses. Según ABC News , fue un procedimiento meticuloso de varios pasos. Esto implicó un análisis exhaustivo de la actuación de Cushing en Una nueva esperanza , seguido de la interpretación en vivo de Henry bajo una cámara montada en la cabeza que capturó meticulosamente los matices de sus expresiones. Aunque la tecnología ha avanzado mucho, lograr movimientos de boca y expresiones faciales precisos requirió ajustes cuadro por cuadro, lo que resalta la delgada línea entre la innovación y la perfección.

Un elemento destacable durante la recreación fue un molde del rostro de Cushing creado para la película Top Secret! (1984), que resultó fundamental para lograr una representación realista. Según The New York Times , la presencia de Tarkin se consideró esencial para la historia, como lo describe Kiri Hart de Lucasfilm:

“Si no está en la película, vamos a tener que explicar por qué no está en la película… Esto es algo que le pasa a él”.

Si bien el papel integral de Tarkin en la trama hizo que su inclusión fuera lógica, la decisión de resucitar digitalmente la imagen de Cushing provocó importantes debates éticos.

Preocupaciones éticas y avances tecnológicos

Debate sobre el respeto a los actores fallecidos

Ninguno
Ninguno
Ninguno

La resurrección de Cushing para Rogue One provocó un resurgimiento de las discusiones sobre la ética de utilizar la imagen de un actor fallecido. Esta práctica no es del todo nueva; recuerda a los acontecimientos que ocurrieron unos años después, cuando Star Wars: El ascenso de Skywalker utilizó imágenes de archivo para traer de vuelta a Carrie Fisher como Leia Organa, lo que hizo sonar las alarmas sobre el consentimiento y la integridad artística.

La pregunta central sigue siendo: ¿el mérito narrativo justifica la recuperación de las actuaciones sin tener en cuenta los deseos de los fallecidos? La industria está dividida sobre si estos avances tecnológicos sirven para honrar el legado de los actores fallecidos o corren el riesgo de cosificarlos en aras de fines comerciales.

Demanda de Kevin Francis contra Lucasfilm

El gobernador Tarkin en Una nueva esperanza con Darth Vader detrás de él

La controversia en torno a la resurrección de Cushing ha escalado hasta convertirse en una disputa legal, con el productor cinematográfico Kevin Francis, amigo cercano de Cushing, demandando a Lucasfilm por el supuesto uso no autorizado de la imagen del actor. Francis sostiene que Cushing nunca dio su consentimiento para esta representación. Por el contrario, Lucasfilm sostiene que la producción no requirió tal permiso y, a pesar de los intentos de Disney de desestimar la demanda, esta sigue su curso en los tribunales.

Esta situación legal que se está desarrollando no solo es crucial para Rogue One , sino que podría sentar precedentes en toda la industria del entretenimiento. A medida que crezcan las capacidades tecnológicas, las implicaciones éticas de revivir a actores fallecidos probablemente serán objeto de un mayor escrutinio. Si bien el público puede deleitarse con el regreso de personajes familiares, la decisión de resucitar digitalmente a los actores presenta un importante dilema ético.

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