
El Festival de Cine de Sundance de este año presentó una atractiva variedad de películas que ahondan en temas de salud mental, duelo y dinámicas familiares. Un destacado regresador fue el aclamado documentalista Dylan Southern, quien estrenó su último largometraje, The Thing with Feathers. Esta adaptación de la conmovedora novela de Max Porter de 2015, Grief is the Thing with Feathers, cuenta la historia de un padre que lucha por desenvolverse en la vida después de la trágica pérdida de su esposa.
Benedict Cumberbatch interpreta a «Papá», un personaje que se ve obligado a asumir el papel de cuidador de sus dos hijos tras descubrir de repente el cuerpo sin vida de su esposa. Abrumado por el dolor y las responsabilidades de ser padre soltero, se enfrenta a la abrumadora tarea de ayudar a sus hijos, Richard y Henry Boxall, a afrontar la muerte de su madre. Mientras la familia lidia con su profunda pérdida, el padre busca consuelo en su trabajo en una novela gráfica, descuidando inadvertidamente las necesidades emocionales de sus hijos.
La cosa con plumas: una exploración del duelo a través del terror
Desde el principio, Southern capta la intensidad de la paternidad en ausencia de una pareja. Incluso las tareas más mundanas, como preparar el desayuno, se convierten en desafíos monumentales. Mientras el padre lucha por mantener su equilibrio en la realidad, comienza a aparecer un cuervo negro, que simboliza el poder transformador del duelo.
El cuervo se manifiesta por primera vez cuando uno de los niños se despierta de una pesadilla y encuentra una pluma negra en su almohada. Tradicionalmente, las plumas representan un mensaje del mundo espiritual, que indica la llegada del consuelo en tiempos de pérdida. Southern juega inteligentemente con este concepto, permitiendo que el cuervo, interpretado por Eric Lampaert y con la voz de David Thewlis, evolucione de un pájaro común a una presencia significativa que obliga a papá a enfrentar sus responsabilidades.
Aunque el uso que hace Southern de elementos de terror para expresar el dolor es ingenioso, no siempre tiene éxito. Las apariciones del cuervo, a menudo acentuadas por música que genera tensión, tienen como objetivo crear suspenso, pero la película a veces pierde el rumbo. La narrativa refleja el caos del duelo no tratado, que se manifiesta como negligencia y agitación emocional, pero no está claro si el cuervo es una figura inquietante o simplemente una representación de la lucha interna de papá.
La película está estructurada en tres capítulos (el padre, el cuervo y los niños) que ofrecen distintas perspectivas sobre el duelo. El padre está representado como casi envuelto por su dolor, mientras que los niños, animados por la guía del cuervo, encuentran formas de honrar a su madre a través de recuerdos compartidos. Esta estrategia narrativa destaca la importancia de los diferentes mecanismos de afrontamiento dentro de una familia, enfatizando el peligro de ignorar el duelo.
A pesar de sus temas perspicaces, la ejecución de estas ideas falla. A pesar de una duración manejable de 98 minutos, la película a menudo se vuelve pesada, en parte debido a su estructura basada en capítulos y elementos de terror que a veces no resuenan. Si bien es válido cuestionar el papel del cuervo en el paisaje emocional de la familia, Southern opta por dejar interpretaciones ambiguas, lo que puede alejar a algunos espectadores que buscan claridad.
La actuación de Cumberbatch eleva la película
En medio de estos elementos mixtos, hay un aspecto que brilla con fuerza: la convincente interpretación de Cumberbatch. Infunde profundidad a su personaje, eclipsando casi por completo las deficiencias narrativas de la película. Al darle más importancia a los papeles de los chicos, Southern se asegura de que los espectadores tengan capas adicionales en las que centrarse, enriqueciendo la experiencia de visualización.
Parece evidente que las intenciones de Southern fueron sinceras al adaptar esta historia. El dolor varía inherentemente de una persona a otra, y él buscó transmitir esa diversidad a través de una narración creativa. En definitiva, The Thing with Feathers posee suficiente contenido atractivo para despertar el interés, aunque sus componentes de terror pueden parecer poco desarrollados. No obstante, la dedicación de Cumberbatch a su papel es innegable, por lo que vale la pena presenciar su actuación.
La cosa con plumas se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2025.
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