
El icónico episodio de Star Wars: Episodio III – La venganza de los Sith contiene una escena fundamental que destaca sutilmente al Emperador Palpatine, también conocido como Darth Sidious, y su flagrante desprecio por la Regla de Dos de los Sith. Este principio afirma que solo debe haber un maestro Sith y un aprendiz en un momento dado. Sin embargo, a lo largo de la saga de películas y series de televisión de Star Wars, Palpatine ha manipulado esta doctrina, lo que provocó numerosas críticas de los fanáticos y los académicos por igual. La trilogía de la precuela arroja más luz sobre esta dinámica, especialmente en Star Wars: Tales of the Jedi, que ilustra que el Conde Dooku estaba preparado para ser el próximo aprendiz de Sidious incluso durante la época de la desaparición de Darth Maul.
Al mismo tiempo, Palpatine estaba preparando a Anakin Skywalker para que se convirtiera en su nuevo aprendiz mientras Dooku seguía siendo un sirviente leal. Esta manipulación engañosa explica la sorpresa de Dooku cuando Palpatine le ordena a Anakin que lo mate. Las secuelas también nos recuerdan que Sidious tenía planes de recuperar su poder, pero parecía indiferente a la idea de tener un aprendiz. Aunque la Regla de Dos Sith tenía la intención de solidificar el futuro de los Sith, Palpatine con frecuencia la flexibilizó o rompió por completo esta regla, con un momento significativo en La venganza de los Sith que ilustra esta indiferencia.
La regla de dos: garantizar la supervivencia del más fuerte
El papel del aprendiz: derrocar al maestro

La Regla de Dos Sith fue ideada por Darth Bane como una medida de protección para la Orden Sith. Históricamente, los Sith han puesto en peligro su propia existencia debido a ambiciones descontroladas de poder. Reconociendo la naturaleza autodestructiva de este ciclo, Bane implementó esta regla para prohibir el conflicto potencialmente catastrófico entre numerosos Sith que compiten por el dominio.
En lugar de fomentar el caos entre una multitud de Sith, la Regla de Dos establece que hay un maestro y un aprendiz, y que el maestro ejerce el poder mientras que el aprendiz lo busca. Esta dinámica conduce inevitablemente al deseo del aprendiz de usurpar el poder de su maestro, y esta lucha de poder culmina en combate. La intención era garantizar que, con cada nueva generación, los Sith evolucionaran hasta convertirse en una fuerza más poderosa.
La violación de la regla de dos por parte de Palpatine: La muerte de Plagueis
Sidious ignora las reglas al matar a Plagueis mientras duerme

La venganza de los Sith ilustra claramente la falta de interés de Palpatine en adherirse a la Regla de Dos. En un intercambio memorable, le plantea a Anakin la pregunta sobre la tragedia de Darth Plagueis el Sabio, revelando que el aprendiz de Plagueis, que en realidad es el propio Palpatine, lo asesinó mientras dormía. Al optar por este enfoque deshonesto en lugar de derrotar a Plagueis en combate, Palpatine desmanteló efectivamente los principios fundamentales de la Regla de Dos Sith, que enfatizaba el dominio del Sith más fuerte.
Este momento conlleva una complejidad adicional; durante el mismo diálogo, Palpatine explica que Plagueis poseía la increíble capacidad de crear vida y evitar la muerte de aquellos a quienes amaba. Esto implica que si Plagueis hubiera tenido una oportunidad justa y hubiera salido victorioso, podría haber transferido su esencia, tomando potencialmente el control del cuerpo de Palpatine. Por lo tanto, para eliminar cualquier incertidumbre con respecto a su dominio, Palpatine recurrió al engaño.
La pregunta: ¿Por qué a Palpatine no le importaba la regla de dos?
La naturaleza egoísta de Palpatine tiene prioridad



En definitiva, no sorprende que Palpatine fuera indiferente a la Regla de Dos de los Sith desde el principio. A lo largo de la extensa línea temporal de Star Wars, Palpatine demostró constantemente un enfoque singular: su propio poder y supervivencia. Aunque mantuvo aprendices durante la precuela y las trilogías originales, estas relaciones satisfacían principalmente sus ambiciones, como cuando manipuló al Conde Dooku para liderar el movimiento separatista para promover sus propios planes dentro de las Guerras Clon.
Además, Palpatine ideó varias estrategias para asegurar su permanencia en el poder, incluida la infame Operación: Ceniza. Este plan de contingencia establecía su intención de arrasar con todo en caso de su muerte, impidiendo que alguien más gobernara el Imperio. Además, su incansable búsqueda de la inmortalidad indica que tenía poco interés en transferir el poder a un sucesor.
Al final, las acciones de Palpatine revelaron un interés personal puro. No mostró ningún compromiso genuino con el futuro de los Sith; en cambio, su enfoque se mantuvo únicamente en mantener su propio poder y dominio. La escena en Star Wars: Episodio III – La venganza de los Sith no solo confirma el inicio del desprecio del Emperador Palpatine/Darth Sidious por la Regla de Dos Sith, sino que también subraya sus intenciones de larga data.
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