
La película Terminator Genisys de 2015 despertó una notable atención en el ámbito del cine de ciencia ficción, en particular por su decisión de volver a interpretar a Sarah Connor, el icónico personaje, a pesar de que Arnold Schwarzenegger volvió a interpretar su papel como el T-800. Esta elección creativa, aunque poco convencional, no estuvo exenta de razones, aunque la película finalmente enfrentó varios desafíos tras su estreno.
El guión de Terminator Genisys, escrito por Patrick Lussier y Laeta Kalogridis, fue recibido inicialmente con vacilación, ya que, según se informa, los escritores rechazaron varias veces la oportunidad de trabajar en una secuela de Terminator antes de aceptar finalmente. Para agravar las complejidades preexistentes de la línea temporal de la franquicia Terminator, la narrativa de la película se volvió innecesariamente complicada, lo que provocó la decepción tanto de los fanáticos como de los críticos.
Líneas temporales divergentes: los nuevos Sarah Connor y Kyle Reese
La singular interpretación de Emilia Clarke sobre Sarah Connor


Para desconcertar a muchos espectadores, Terminator Genisys optó por cambiar el reparto de Sarah Connor y Kyle Reese, con Emilia Clarke y Jai Courtney asumiendo estos papeles fundamentales, respectivamente. En el momento del estreno, ambos actores eran figuras destacadas de la industria; Clarke se hizo famosa por su papel en Juego de tronos, mientras que Courtney había aparecido en películas de alto perfil como Duro de matar. Sin embargo, el cambio de reparto no tuvo una buena acogida entre el público, lo que contribuyó al decepcionante rendimiento de la película en taquilla, a pesar de recaudar más de 440 millones de dólares.
La narrativa de Terminator Genisys presenta una línea temporal alternativa en la que John Connor envía a Kyle Reese a través del tiempo para salvar a Sarah Connor. Esto los lleva a una versión de 2017 marcada por la amenaza de una IA rebelde emergente. Sin embargo, el intento de la película de refrescar la franquicia resultó en una trama muy enrevesada, que dejó a los espectadores más desconcertados que entretenidos.
La necesidad de la juventud: nuevas versiones de Sarah y Kyle
Historias superpuestas con la franquicia original

A diferencia de la serie derivada Terminator: The Sarah Connor Chronicles, que tuvo menos problemas con los cambios de reparto, la narrativa de Terminator Genisys se entrelazó fuertemente con los eventos de las dos primeras películas de la serie. Esta superposición hizo que la trama de la película fuera algo redundante y confusa. Si bien las versiones más jóvenes de Sarah y Kyle fueron esenciales para crear una perspectiva nueva, la ejecución se sintió enturbiada por tramas repetitivas.
Películas y programas de televisión de Terminator |
Fecha de lanzamiento |
---|---|
El terminador |
1984 |
Terminator 2: El juicio final |
1991 |
Terminator 3: La rebelión de las máquinas |
2003 |
Terminator Salvación |
2009 |
Terminator: Las crónicas de Sarah Connor |
2008-09 |
Terminator Génesis |
2015 |
Terminator: destino oscuro |
2019 |
Terminator cero |
2024-Presente |
En definitiva, Terminator Genisys intentó retomar historias conocidas de las entregas originales, pero tuvo dificultades para presentarlas en un contexto nuevo. La nostalgia forzada a menudo obstaculizó el impacto general de la película. Si surgiera una séptima entrega, debería priorizar la narrativa innovadora por sobre la revisión de tramas trilladas.
El papel de Arnold Schwarzenegger sigue siendo fundamental
El indispensable T-800: la icónica presencia de Arnold Schwarzenegger

A pesar de la renovación de los personajes clave, Terminator Genisys mantuvo a Arnold Schwarzenegger en su papel icónico como el T-800. Esta decisión se debió en gran medida al reconocimiento de Schwarzenegger como el rostro de la franquicia. Si bien la decisión tenía sentido, la inconsistencia planteó preguntas considerando la complicada narrativa de la película, que dependía en gran medida de la familiaridad del público con películas anteriores.
La película podría haberse beneficiado de un enfoque de reinicio completo, lo que potencialmente le habría permitido una nueva dirección al personaje del T-800. En cambio, creó una yuxtaposición entre nuevas versiones de Connor y Reese mientras conservaba el T-800 original, lo que dio como resultado una película con una identidad poco clara. La complejidad narrativa a menudo dejó a los espectadores inseguros sobre lo que se suponía que debían aceptar o rechazar.
Curiosamente, la película posterior, Terminator: Dark Fate, reinstaló a Linda Hamilton en el papel de Sarah Connor tras la desilusión que generó Terminator Genisys. A diferencia de su predecesora, Dark Fate intentó alinearse con la historia original establecida en 1984, brindando así una continuidad narrativa más coherente.
Revisitando la cronología original: el regreso de Linda Hamilton
Un regreso a las raíces con Terminator: Destino oscuro

En contraste con el estilo narrativo de Terminator Genisys, Dark Fate ofreció un regreso más realista al volver a la trama de la película original. Si bien el enfoque fue estratégico, presentó sus propios desafíos. El T-800 de Schwarzenegger apareció nuevamente, aunque con una narrativa en la que el personaje asumió el papel conflictivo de un asesino a sueldo retirado que lucha con acciones pasadas.
Este desarrollo planteó interrogantes sobre la profundidad del personaje al intentar humanizar una figura no humana. Mientras luchaba por darle relevancia a la historia del T-800, la película dejó a los espectadores especulando sobre la dirección de la franquicia y su capacidad para revitalizar a sus personajes icónicos.
Así, Terminator Genisys no fue simplemente un número aislado; representó una lucha más amplia dentro de la franquicia para rejuvenecer y redefinir sus personajes tradicionales para una audiencia moderna.
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