
Han pasado casi dos décadas desde la introducción del sistema operativo móvil de Apple, coincidiendo con el debut del primer iPhone. Recientes rumores en el sector tecnológico indican que Apple está a punto de lanzar una importante actualización, denominada iOS 26, durante la conferencia magistral de la WWDC de este año. Esta sorprendente decisión ha dejado a muchos preguntándose por qué la compañía adelantaría ocho versiones.
La razón detrás de iOS 26

Tras una revisión más detallada, la decisión de llamar a la próxima actualización iOS 26 en lugar de iOS 19 podría no ser tan ilógica como parece a primera vista. Históricamente, existen precedentes de este tipo de prácticas en el mundo tecnológico. Un ejemplo notable es Samsung, que acaparó titulares con el lanzamiento de la serie Galaxy S20. Muchos se sorprendieron al descubrir que el Galaxy S20 sucedió al Galaxy S10, omitiendo por completo al S19 en un esfuerzo de renovación de marca alineado con las convenciones de nomenclatura contemporáneas.
Esta estrategia permitió a los consumidores identificar rápidamente el año de lanzamiento de un dispositivo; por ejemplo, un Galaxy S23 indica claramente un lanzamiento en 2023. Estas convenciones de nomenclatura transmiten una sensación de modernidad a los usuarios, lo que podría influir en sus decisiones de actualización, ya que los dispositivos más antiguos parecen menos atractivos en comparación.
Sin embargo, no todas las empresas se benefician de estas tácticas. Microsoft se convirtió en el blanco de las burlas cuando pasó de Windows 8.1 a Windows 10, pasando por alto Windows 9 en 2015. Inicialmente promocionada como la «última versión de Windows», esta etiqueta no ha envejecido con la misma elegancia que la aparición de nuevas actualizaciones.
En el caso de Apple, la estructura de nombres presenta una oportunidad única, ya que cada número de versión de iOS precederá a su lanzamiento un año antes. Por lo tanto, podríamos esperar que iOS 26 se estrene en 2025, seguido de iOS 27 en 2026, y así sucesivamente. Esta configuración refleja el enfoque adoptado por compañías de videojuegos como Electronic Arts al nombrar sus productos.
Además, esta convención de nomenclatura se ajusta perfectamente al calendario de desarrollo estándar de Apple. El gigante tecnológico tradicionalmente presenta importantes actualizaciones de iOS en la WWDC cada junio, poniéndolas a disposición del público en otoño. Una versión específica permanece activa en los dispositivos de los usuarios durante aproximadamente un año y medio, lo que justifica la innovadora estrategia numérica de Apple.
Además de iOS 26, se habla de que Apple armonizará la imagen de marca de su software en todo su ecosistema. Esta medida implica que podríamos ver iPadOS 26, macOS 26, tvOS 26 y watchOS 26, renovando sus nombres anteriores, como iPadOS 19 y macOS 16. Esta uniformidad podría simplificar la experiencia del usuario y demostrar los continuos esfuerzos de Apple por unificar su software en todos sus dispositivos.
Las funciones de continuidad que Apple ha integrado permiten que diferentes dispositivos funcionen en armonía. Con macOS 14 Sonoma, los usuarios pueden disfrutar de una interoperabilidad mejorada con iPhones, incluyendo una interfaz de widgets renovada que se sincroniza fácilmente entre dispositivos, difuminando aún más las fronteras entre plataformas.

Mientras Apple se prepara para estos posibles cambios, la evolución de iOS 26 podría marcar la segunda transformación de nombre significativa en la historia del sistema operativo. La primera tuvo lugar en 2010, cuando Apple cambió su nombre de iPhone OS a iOS. Las mejoras previstas para iOS 26 incluyen una interfaz de usuario con un diseño visualmente cristalino, una app de Cámara mejorada, traducción en tiempo real para los AirPods, una nueva app de juegos y funciones de accesibilidad mejoradas.
Desafíos de la marca iOS 26
Si bien cambiar el nombre de iOS a 26 ofrece beneficios tangibles, también presenta desafíos. Los usuarios pueden sentirse confundidos al saber que el iPhone 16 funciona con iOS 18. Al introducir una diferencia aún mayor en la numeración de las versiones, los consumidores pueden encontrar cada vez más confuso comprar tecnología. Imagine comprar un iPhone 17 y descubrir que viene con iOS 26 preinstalado; la discrepancia puede ser inquietante.
Apple tiene un par de opciones para mitigar esta situación inusual. Por ejemplo, la compañía podría considerar renombrar la línea de iPhone para que coincida con su contraparte de software, posiblemente como iPhone 26, aunque esta opción parece poco convencional. Otra alternativa sería eliminar por completo la numeración de la versión del nombre del iPhone, una práctica ya observada en las líneas de productos iPad y Mac de Apple.
A pesar de esta inquietud, es probable que la implementación de nombres sin versiones tenga eco entre los usuarios con el tiempo. Si bien al principio los fans de Apple pueden tener dificultades con esta actualización, históricamente se han adaptado a los cambios y siguen esperando nuevas y emocionantes funciones, como una Siri mejorada y el tan esperado cargador AirPower.
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