La décima y última película de Quentin Tarantino debería incluir una de sus tradiciones más antiguas

La décima y última película de Quentin Tarantino debería incluir una de sus tradiciones más antiguas

Quentin Tarantino está a punto de crear su décima y última película, un hito que tiene una gran importancia ya que continúa con un legado que comenzó con su trabajo inaugural. Con la firme convicción de que el arte de un director tiende a decaer con la edad, la firme decisión de Tarantino es concluir su trayectoria cinematográfica después de este esfuerzo cinematográfico. Habiendo estrenado previamente Once Upon a Time in Hollywood como su novena película (a la espera de la clasificación de Kill Bill ), se encuentra a punto de hacer una declaración final monumental en el cine con su siguiente y último largometraje.

Después de mucho pensar en este proyecto crucial, Tarantino inicialmente tenía una película titulada The Movie Critic lista para producción. Sin embargo, finalmente descartó el proyecto durante la preproducción, considerándolo indigno como final para su ilustre carrera. Mientras los fanáticos anticipan qué forma tomará su película final, deben conservar ciertos sellos estilísticos de sus trabajos anteriores. Esta película representa su última oportunidad de representar la violencia en su estilo característico, de aprovechar el poder narrativo de las películas para enmendar injusticias históricas y de crear un cameo memorable para sí mismo.

La última película de Tarantino merece un cameo en persona

Cameos memorables que definen el legado de Tarantino

Tarantino como el señor Brown en Reservoir Dogs
Tarantino en A prueba de muerte
Tarantino en Bastardos sin gloria

Desde su debut en Reservoir Dogs, Tarantino ha infundido constantemente a sus películas su propia presencia en pantalla. Si bien la tradición de los directores que hacen apariciones especiales no es poco común (pensemos en luminarias como Alfred Hitchcock y Martin Scorsese), lo que distingue a Tarantino es su aspiración inicial de convertirse en actor. La transición a la dirección y la escritura de guiones le permitió cumplir este sueño mientras compartía el protagonismo con actores icónicos como Harvey Keitel y John Travolta.

Por ejemplo, en Reservoir Dogs, Tarantino interpreta al desafortunado Sr. Brown, un personaje que es fan de Madonna y se encuentra con un destino sombrío. En Pulp Fiction, interpreta a Jimmie, un cómplice involuntario que esconde el cuerpo de Marvin, lo que aumenta enormemente el impacto cómico de la película. Sus papeles continúan en varias capacidades: es un miembro de Crazy 88 en Kill Bill: Volumen 1, el exuberante barman Warren en Death Proof y aparece infamemente como el nazi cabellera en Inglourious Basterds, entre otros. Esta tradición debe continuar en su décima y última oferta cinematográfica.

El impacto de los cameos en persona de Tarantino

Apariciones en persona vs.cameos de voz

Rick Dalton en un anuncio de cigarrillos Red Apple en Érase una vez en Hollywood

Aunque Tarantino ha optado ocasionalmente por cameos de voz (como en The Hateful Eight como narrador o como contestador automático en Jackie Brown ), estos no se comparan con el impacto de sus apariciones en pantalla. Por ejemplo, el personaje de Jimmie en Tiempos violentos sigue siendo mucho más memorable que cualquier cameo de voz, incluido el contestador automático en Jackie Brown. Aunque no se lo considera un actor hábil, Tarantino se destaca por ofrecer sus propios diálogos únicos, lo que da lugar a actuaciones excéntricas e inolvidables que resuenan en el público.

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