
Las consecuencias de la venganza digital: un estudio de caso
Vengarse de un empleador, especialmente mediante acciones digitales ilícitas, puede tener graves consecuencias. Un ejemplo aleccionador surgió cuando un profesional de TI llamado David Lu aprendió esto a las malas tras usar un interruptor de seguridad que interrumpió gravemente las operaciones de su empresa tras su suspensión.
Antecedentes: Empleo y despido
Según un informe de Bleeping Computer, el Departamento de Justicia de EE. UU.(DoJ) reveló detalles sobre las acciones de Lu que llevaron a su sentencia. Inicialmente contratado en noviembre de 2007 como desarrollador de software en Eaton Corporation, su carrera sufrió una recesión tras una reestructuración de toda la empresa en 2018, que resultó en un acceso limitado a sistemas vitales y una reducción significativa de sus responsabilidades.
Sabotaje digital devastador
En abril de 2019, Lu decidió tomar represalias contra su empleador introduciendo código malicioso en la infraestructura de la empresa. Si bien los detalles sobre cómo accedió a componentes sensibles siguen sin estar claros, la evidencia sugiere que implementó bucles infinitos en varias secciones del código. Esta acción sobrecargó los recursos del sistema, provocando frecuentes bloqueos y fallos operativos.
La creación del Killswitch
Lu desarrolló un interruptor de seguridad malicioso llamado IsDLEnabledinAD, acrónimo de «¿Está David Lu habilitado en Active Directory?».Este código estaba diseñado para comprobar periódicamente si las credenciales de Lu seguían activas en el sistema. Si detectaba alguna desactivación, bloqueaba el acceso de todos los usuarios a Active Directory, lo que prácticamente impedía el acceso de la empresa a sus propios sistemas.
Este killswitch se activó el 9 de septiembre de 2019, coincidiendo con la licencia administrativa de Lu y la solicitud de que devolviera su computadora portátil.

Las consecuencias y las ramificaciones legales
Matthew R. Galeotti, Fiscal General Adjunto Interino de la División Penal del Departamento de Justicia, destacó el gran impacto de las acciones de Lu, que resultaron en el bloqueo de sistemas cruciales para miles de empleados y pérdidas de cientos de miles de dólares para la empresa. Además, Brett Leatherman, Subdirector de la División Cibernética del FBI, enfatizó el compromiso de la agencia de exigir responsabilidades a los ciberdelincuentes:
El FBI trabaja incansablemente a diario para garantizar que los ciberdelincuentes que implementan código malicioso y perjudican a las empresas estadounidenses asuman las consecuencias de sus actos. Estoy orgulloso del trabajo del equipo cibernético del FBI, que condujo a la sentencia de hoy, y espero que transmita un mensaje contundente a quienes consideren participar en actividades ilegales similares.
Lecciones aprendidas
Es preocupante que un empleado pudiera obtener suficiente acceso para implementar un código tan dañino, lo que plantea dudas sobre los procesos de ciberseguridad y auditoría de la empresa. La larga trayectoria de Lu en la firma probablemente le proporcionó un profundo conocimiento de la arquitectura de sus sistemas, que aprovechó en su vengativo intento de causar daños.
Tras su juicio, Lu fue condenado a cuatro años de prisión y tres años adicionales de libertad supervisada. Su historial de búsqueda en internet reveló intentos de aumentar sus privilegios y ocultar actividades perjudiciales, lo que pone de relieve los riesgos potenciales que representan los empleados descontentos en la industria tecnológica.
Para aquellos interesados en mantenerse informados sobre las tendencias y amenazas de la ciberseguridad, este caso sirve como un claro recordatorio de la importancia de contar con medidas de seguridad interna sólidas y las posibles consecuencias de la mala conducta digital.
Deja una respuesta