
Intel se debate entre la posibilidad de escindir su división de fundición y convertirla en una entidad independiente. Esta vacilación pone de relieve una importante lección histórica de su principal competidor, AMD, que se enfrentó a una encrucijada similar en el pasado.
Los acontecimientos recientes indican que las operaciones de fundición de Intel se ven gravemente afectadas por las condiciones económicas y políticas imperantes. Si bien algunos miembros de la junta directiva y accionistas expresan su apoyo a una posible escisión, se informa que el director ejecutivo, Lip-Bu Tan, se opone. Esta discordia interna ha generado incertidumbre sobre el futuro de la compañía. Para arrojar luz sobre este dilema, la experiencia de AMD, que adoptó un modelo de negocio sin fábrica, sirve como un caso práctico convincente.
Antecedentes: La transición de AMD a un modelo fabless
Las escisiones divisionales suelen estar impulsadas por circunstancias económicas, como lo demuestran las dificultades de AMD en 2008. En aquel entonces, la compañía sufrió retrasos significativos en el lanzamiento de productos, especialmente en su línea de CPU para servidores. El retraso en el lanzamiento de su servidor Opteron de cuatro núcleos provocó fuertes caídas en el valor para los accionistas, agravadas por problemas similares que afectaron a la línea Phenom, orientada al consumidor.
Estos reveses perjudicaron gravemente las perspectivas financieras de AMD. En contraste, el rendimiento de Intel fue sólido, lo que dejó a AMD en una situación precaria. La compañía registró pérdidas operativas sustanciales durante varios años, principalmente debido a los altos costos asociados con la fabricación de semiconductores, un área crucial para su negocio. Para 2008, la división de fundición de AMD tenía dificultades con los procesos de fabricación avanzados, con pocos indicios de mejora a la vista.

Ante la disminución de la cuota de mercado y las continuas pérdidas, AMD tomó la crucial decisión de adoptar un modelo fabless. Esto resultó en la formación de «The Foundry Co.», posteriormente rebautizada como GlobalFoundries, una operación que implicó una asociación con Mubadala Investment Company de Abu Dabi. El acuerdo no solo proporcionó a AMD 700 millones de dólares en efectivo, sino que también alivió 1100 millones de dólares de deuda, además de asegurar una participación del 34 % en la nueva empresa.
La transición a una estructura sin fábrica le permitió a AMD mitigar los costos de fabricación y mejorar su posicionamiento competitivo al obtener chips avanzados de la taiwanesa TSMC, que estaba logrando avances significativos en ese momento.
Evaluación de la decisión de AMD: ¿Son las lecciones aplicables a Intel?
Si bien la escisión de GlobalFoundries por parte de AMD tiene sus inconvenientes, como el significativo aumento de su valoración actual, que ronda los 16 000 millones de dólares, es evidente que esta operación permitió a AMD establecer una alianza crucial con TSMC. Si bien algunos analistas destacan la dependencia de AMD de TSMC, los resultados hablan por sí solos: AMD ha producido algunos de los procesadores líderes de la industria desde su incorporación.
Actualmente, Intel puede extraer información significativa de la experiencia de AMD. La naturaleza insostenible de operar una fundición con grandes pérdidas puede afectar negativamente la calidad del producto y la competitividad general del mercado. Al considerar una escisión, Intel podría mejorar su flujo de caja y centrarse en ampliar su gama de productos, aprovechando las capacidades de fabricación externas para desarrollar CPU y GPU más avanzadas.
Los informes indican que la división de fundición de Intel podría incurrir en pérdidas de aproximadamente 13 000 millones de dólares en 2024, lo que representa casi el 10 % de la capitalización bursátil de la compañía. Estas dificultades financieras plantean interrogantes acuciantes sobre la viabilidad de mantener la fundición como un segmento importante del negocio de Intel, especialmente a la luz de la discrepancia de la dirección respecto a una posible escisión.
La escisión de la fundición de Intel: perspectivas contradictorias
La cuestión de si escindir Intel Foundry se ve enturbiada por diversos factores, como las influencias políticas y las opiniones divergentes entre los miembros de la junta directiva. Muchos defensores ven el potencial de una escisión para fortalecer un consorcio de semiconductores con sede en EE. UU.y mejorar la capacidad de fabricación nacional.
Por el contrario, el director ejecutivo Lip-Bu Tan parece priorizar los avances tecnológicos continuos de la fundición, en particular en el desarrollo del crucial proceso 18A. Dadas las sustanciales inversiones en I+D bajo el liderazgo del exdirector ejecutivo Pat Gelsinger, una escisión en este momento podría socavar el progreso y erosionar la ventaja competitiva de Intel.
Para recuperarse de la adversidad financiera, Intel está realizando ajustes operativos, incluyendo despidos significativos y el abandono de proyectos menos prometedores. A pesar del impulso interno para una escisión, impulsado por los intereses de los accionistas, la junta directiva se enfrenta a una decisión compleja que podría influir decisivamente en el modelo de negocio de la compañía.

En mi opinión, Intel debería permitir que el proceso 18A madure plenamente y se integre en sus productos. Si las próximas ofertas, como Panther Lake y Clearwater Forest, arrojan los resultados esperados, la situación de la división de fundición podría mejorar. Los informes sugieren que el director ejecutivo Tan apunta a tasas de rendimiento cercanas al 70 % para el proceso 18A a fin de garantizar una fabricación rentable de alto volumen. El éxito en esta iniciativa es crucial para Intel, ya que consolidará aún más su posición como actor clave en el sector de los semiconductores.
Dados los recientes cambios estratégicos, Intel ha optado por reducir su apuesta por los nodos avanzados debido a la insuficiente demanda externa, lo que podría ayudar a mitigar futuras pérdidas. Por consiguiente, perfeccionar el proceso 18A para competir con el N2 de TSMC se convierte en una prioridad, sobre todo porque se trata de una solución de desarrollo nacional que cuenta con el respaldo político y económico necesario.
Si bien conversaciones previas sugirieron un acuerdo de colaboración entre Intel y TSMC, estas alianzas podrían carecer de sostenibilidad a largo plazo. En cambio, Intel debe centrarse en el desarrollo de sus propias tecnologías de chips, especialmente bajo la dirección del CEO Tan, lo que podría presagiar un futuro más prometedor impulsado por Intel Foundry Services (IFS).
Factor | Si se produce una escisión | Si la escisión no se produce |
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Continuidad de I+D | Posible interrupción de los avances del proceso 18A; posible pérdida de impulso después de importantes inversiones bajo el mando de Gelsinger. | Garantiza que el desarrollo de 18A y 14A permanezca dentro de Intel, lo que facilita las sinergias con los próximos proyectos. |
Riesgo político | Se alinea con los objetivos de los accionistas para un consorcio liderado por EE. UU.; refuerza las iniciativas de fabricación nacional. | Mantiene el rol estratégico de fabricación de Intel, pero enfrenta una presión significativa de las partes interesadas si el rendimiento de la fundición disminuye. |
Flujo de fondos | Podría producir una financiación inmediata similar a los beneficios derivados de la escisión de AMD. | Ausencia de recursos de efectivo inmediatos; depende de medidas de reducción de costos para mejorar la liquidez. |
Posición competitiva | Podría permitir centrarse en el diseño del producto de forma similar a la estrategia de AMD, pero a costa de la supervisión de la fabricación interna. | Preserva una estructura integrada verticalmente, mejorando el potencial competitivo si 18A alcanza las tasas de rendimiento esperadas. |
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