
Apple se encuentra actualmente en un complejo panorama en cuanto a la producción de componentes esenciales para el ensamblaje de iPhones. Especulaciones recientes apuntaban a una posible prohibición de la venta de iPhones en Estados Unidos, en particular en lo que respecta a las pantallas fabricadas en China. Sin embargo, la probabilidad de dicha prohibición parece baja, sobre todo debido a sus implicaciones con las tecnologías de pantalla patentadas de Samsung. La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC) se pronunció recientemente a favor de Samsung en sus demandas contra la BOE china, alegando que BOE se apropió ilícitamente de su tecnología de pantalla OLED, lo que podría conllevar la restricción de productos que utilizan dichos diseños.
Por qué es poco probable que las ventas del iPhone de Apple se vean afectadas por la disputa legal entre Samsung y BOE
La estrategia de Apple consiste en abastecerse de pantallas tanto de Samsung como de BOE, lo que significa que la ITC tiene la autoridad para impedir que estos proveedores importen componentes al mercado estadounidense. Sin embargo, esta autoridad solo se extiende a los casos en que se establezcan infracciones de patentes o violaciones de secretos comerciales (reclamaciones presentadas por Samsung).Cabe destacar que la ITC tiene un historial de imponer prohibiciones de venta, habiendo restringido previamente las ventas del Apple Watch debido a disputas de patentes que involucraban a la empresa de tecnología sanitaria Masimo, obligando a Apple a desactivar funciones específicas en ciertos modelos ya vendidos.
Según ETNews, la participación de la ITC se remonta a su respaldo a las acusaciones de Samsung contra BOE sobre violaciones de secretos comerciales. Los informes indican:
Samsung Display obtuvo una victoria decisiva en la demanda por violación de secretos comerciales de diodos orgánicos emisores de luz (OLED) presentada ante la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC) contra BOE de China. La ITC determinó que BOE efectivamente violó los secretos comerciales de Samsung en su resolución preliminar y propuso medidas para prohibir las importaciones.
Las acusaciones sugieren que BOE podría haber participado en espionaje corporativo, posiblemente obteniendo información de los procesos de fabricación de Samsung para fabricar sus propios paneles OLED. Si bien surgieron preocupaciones sobre la prohibición de las ventas del iPhone en EE. UU., parece que dichas restricciones solo podrían afectar a ciertas variantes de OLED que no se utilizan en los dispositivos de Apple. Por lo tanto, se espera que la compañía continúe sus ventas en el mercado estadounidense sin infringir ningún derecho.
Incluso si se impusiera una prohibición a las pantallas de BOE, Apple cuenta con proveedores alternativos. La compañía podría aumentar rápidamente los pedidos a estos proveedores para satisfacer sus necesidades de fabricación de iPhone. A medida que la situación evolucione y se disponga de más información, será fundamental que los consumidores y los analistas del sector se mantengan informados sobre el resultado de estos procedimientos legales.
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