
Para maximizar el rendimiento de las unidades de estado sólido (SSD) en Windows, el sistema operativo ofrece varias funciones. Sin embargo, muchas de ellas no están activadas por defecto. Si toma las medidas adecuadas, puede prolongar significativamente la vida útil de su SSD y mejorar su experiencia informática. A continuación, le mostramos cómo optimizar su SSD eficazmente.
1. Desactivar el inicio rápido
Aunque parezca contraproducente, deshabilitar el Inicio rápido puede beneficiar a los SSD. Si bien está diseñado para acelerar el arranque, sus ventajas pueden ser mínimas con los SSD modernos, donde un reinicio limpio puede mejorar el rendimiento. Además, el Inicio rápido puede dificultar el acceso a la unidad de Windows en entornos de arranque dual.
Para desactivar el Inicio rápido, vaya a Panel de control > Opciones de energía > Seleccionar la función de los botones de encendido. Haga clic en Cambiar la configuración actualmente no disponible para habilitar los ajustes y, a continuación, desmarque la opción Activar inicio rápido.

2. Actualizar el firmware del SSD
Mantener el firmware de su SSD actualizado es crucial para un rendimiento óptimo y una larga vida útil. A diferencia de las actualizaciones de software estándar, las actualizaciones de firmware requieren mayor complejidad y no son automáticas. Cada fabricante ofrece instrucciones específicas en su sitio web para guiarle en el proceso de actualización.
Una herramienta útil en este contexto es CrystalDiskInfo, que proporciona datos completos sobre su SSD, incluida su versión de firmware.

3. Habilitar el modo AHCI
La Interfaz de Controlador de Host Avanzado (AHCI) es esencial para que Windows aproveche al máximo las capacidades de un SSD, en particular la función TRIM, que facilita la recolección de elementos no utilizados de forma eficiente. Este proceso permite que el SSD elimine eficazmente los datos redundantes.
Para habilitar AHCI, acceda a la configuración de la BIOS durante el arranque del ordenador. La ubicación y el nombre de la opción pueden variar, por lo que podría necesitar explorar el menú de la BIOS. En los sistemas nuevos, AHCI suele estar habilitado por defecto, especialmente en aquellos con SSD.

4. Asegúrese de que TRIM esté activo
TRIM es fundamental para mantener el estado de su SSD. Windows suele activarlo automáticamente, pero es recomendable comprobarlo manualmente. Para verificar su funcionamiento, abra el Símbolo del sistema y ejecute:
fsutil behavior set disabledeletenotify 0
Un mensaje de confirmación que indica “Deshabilitado” implica que TRIM está efectivamente habilitado, lo que mantiene el rendimiento de su SSD.

5. Verifique que la restauración del sistema esté activa
Anteriormente, deshabilitar Restaurar Sistema era una recomendación común para mejorar la durabilidad del SSD. Sin embargo, este consejo está obsoleto; Restaurar Sistema sigue siendo una herramienta crucial para la estabilidad y la recuperación del sistema.
Para asegurar que Restaurar sistema esté habilitado, haga clic en Inicio, escriba «restaurar» y seleccione Crear un punto de restauración. Seleccione su SSD, haga clic en Configurar y confirme que la opción «Activar protección del sistema» esté seleccionada.

6. Mantenga activada la desfragmentación de Windows
La desfragmentación tradicional suele considerarse perjudicial para los SSD, pero las versiones modernas de Windows los reconocen automáticamente y emplean una rutina de «optimización».Este proceso incluye el reajuste del SSD, lo que mejora su rendimiento y longevidad.
Para administrar esta configuración, vaya a Inicio, busque desfragmentar y seleccione Desfragmentar y optimizar unidades. Asegúrese de que la optimización programada esté activada para su SSD. Evite usar herramientas de desfragmentación de terceros, ya que podrían no ser totalmente compatibles con la tecnología SSD.

7. Configurar el almacenamiento en caché de escritura
El almacenamiento en caché de escritura a nivel de usuario puede tener efectos diversos en el rendimiento del SSD. Para determinar su impacto, puede desactivarlo a través de la configuración de Windows y observar los cambios de rendimiento. Haga clic con el botón derecho en el botón de Windows, seleccione Administrador de dispositivos, expanda Unidades de disco, haga clic con el botón derecho en su SSD, seleccione Propiedades y vaya a la pestaña Políticas.
Desde aquí, marque la opción Habilitar almacenamiento en caché de escritura en el dispositivo y evalúe el rendimiento de su SSD con y sin esta configuración.

8. Configure el modo de energía en “Máximo rendimiento”
A menudo, los SSD pueden experimentar retrasos después de que el ordenador haya estado inactivo debido a los frecuentes encendidos y apagados. Para solucionar esto, use el acceso directo Win+ I, vaya a Sistema > Energía y batería y ajuste el modo de energía a Máximo rendimiento tanto para la opción Conectado como con batería.

9. Deshabilitar la indexación
Windows indexa tus archivos para agilizar las búsquedas, pero si rara vez usas la función de búsqueda, considera desactivar la indexación en tu SSD. Ve al Explorador de archivos, haz clic derecho en tu SSD (normalmente C:), selecciona Propiedades y, en la pestaña General, desmarca la opción de indexación.

10. Deshabilitar el archivo de paginación en los SSD
Windows administra los archivos de paginación para mitigar los casos de poca RAM física. Si su sistema tiene suficiente RAM, considere deshabilitar el archivo de paginación en su SSD para liberar espacio. Acceda a esta configuración a través de Configuración avanzada del sistema y, en la sección Memoria virtual, desactive la opción de administración automática, seleccione su SSD y elija Sin archivo de paginación.

11. Evite apagones repentinos y pérdidas de energía
Las interrupciones del suministro eléctrico pueden reducir significativamente la vida útil de un SSD. Para protegerse, asegúrese de que su computadora se apague correctamente y, en el caso de las laptops, evite que la batería se descargue por completo. En el caso de las computadoras de escritorio, usar un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) puede proteger su sistema durante las interrupciones.
12. Supervise periódicamente el estado del SSD
13. Utilice su SSD con frecuencia, pero evite llenarlo demasiado
Las unidades SSD, a diferencia de los discos duros, requieren un uso regular para mantener su buen estado. Si tiene una unidad SSD externa, asegúrese de encenderla con frecuencia; idealmente, al menos un par de veces al mes. Además, mantenga la unidad a menos del 80 % de su capacidad, ya que el rendimiento puede disminuir significativamente al acercarse a su capacidad máxima. Para las unidades del sistema, se recomienda mantener alrededor del 20 % de espacio libre para un rendimiento óptimo.
Elegir unidades SSD de calidad garantiza una excelente velocidad y capacidad de respuesta para juegos y aplicaciones creativas, en comparación con los discos duros tradicionales. Las consideraciones clave incluyen la interfaz (SATA o NVMe) y el tipo (DRAM o sin DRAM).Una vez que elija la unidad SSD adecuada, seguir estos consejos de mantenimiento le ayudará a maximizar su inversión.
Deja una respuesta