Han pasado aproximadamente cuatro años desde que la pandemia de COVID-19 afectó nuestras vidas. Esto también ha resultado en el vínculo entre COVID-19 y la depresión, que continúa afectando a muchas personas hasta la fecha. COVID ha impactado no solo nuestra salud física, sino también nuestra salud mental en varios niveles.
La depresión continúa afectando a millones de personas en todo el mundo y no es raro que esté asociada con experiencias que afectan la vida, como una epidemia. Esto no significa que el COVID-19 cause depresión. Sin embargo, el vínculo entre ambos es grave. Incluso después de cuatro años, pensamos en cómo la pandemia nos ha cambiado a nosotros y a nuestro panorama emocional.
¿Cuál es el vínculo entre COVID-19 y la depresión?
La depresión es un problema de salud mental grave que puede afectar no solo nuestro estado de ánimo, sino también nuestra voluntad de involucrarnos, participar y motivarnos con las cosas que nos rodean. El COVID-19 hizo algo que nadie jamás imaginó: nos confinó en nuestros propios espacios. Para muchos de nosotros, esto era inimaginable e increíblemente asfixiante. Para la mayoría de nosotros, era una pesadilla quedarnos con pensamientos en espiral.
Quizás la experiencia más inquietante de la pandemia fue que perdimos a muchos seres queridos. Además, muchos no encontraron tiempo para despedirse o llorar a sus seres queridos. El COVID-19 y la depresión se convirtieron en una combinación letal y muchos continúan experimentando los efectos hasta la fecha. Muchos continúan experimentando saltos pandémicos y recién ahora están aceptándolos.
No podemos evitar las consecuencias económicas de la pandemia. El mercado se desplomó, la gente perdió sus empleos y nos quedamos luchando por encontrar un sentido de propósito. La pandemia trastocó nuestras rutinas y la lista parece interminable, pero ¿ha cambiado nuestras vidas para siempre?
¿Qué puede hacer si continúa experimentando síntomas de depresión?
Si continúa experimentando síntomas debido al COVID-19 y depresión, puede ser un desafío ver que otros regresen a la «normalidad». Puede resultar difícil buscar ayuda profesional, pero la terapia puede ser un espacio poderoso para la autoexploración. Además, puede convertirse en un espacio para procesar la ‘pérdida’ asociada a la pandemia. Para ti, puede ser hablar de una persona, una cosa o incluso una experiencia.
Buscar el apoyo de sus seres queridos se convierte en una parte integral de su viaje de curación. Los afectados por la COVID-19 y la depresión a menudo se encuentran en lo más profundo del aislamiento social .
Intenta restablecer una rutina. Recuerda que tener una rutina no significa necesariamente volver al trabajo. Más bien puede ser regularizar tu rutina de sueño, comer a tiempo, incorporar alguna forma de actividad física y practicar el autocuidado. La depresión puede hacerte sentir que no tiene sentido e impedirte cuidar de ti mismo. Sin embargo, es importante recordar que vale la pena cuidar de usted y merece ayuda para sentirse mejor.
La depresión no fue el único problema de salud mental que vimos relacionado con la pandemia, hubo muchos más. Por ejemplo, muchas personas empezaron a experimentar niveles clínicos de ansiedad. El vínculo y los efectos del COVID-19 y la depresión son innegables. Nos hemos visto afectados de muchas maneras, pero muchas veces lo que no nos mata nos hace más fuertes.
Deja una respuesta