
En una sorprendente iniciativa para satisfacer sus importantes necesidades informáticas de entrenamiento e implementación de modelos de IA, OpenAI ha firmado una alianza con Google Cloud. Esta colaboración desafía las suposiciones previas de que OpenAI era un competidor importante de Google, lo que sugiere una transición hacia la cooperación en lugar de la mera competencia.
Aunque ambas compañías no han hecho ningún anuncio formal, fuentes a Reuters han indicado que las conversaciones sobre esta alianza se prolongaron durante varios meses, culminando en un acuerdo final en mayo. Esta alianza permite a OpenAI ampliar sus recursos informáticos más allá de su relación actual con Microsoft Azure.
Desde 2019, Microsoft ha tenido los derechos exclusivos para desarrollar nueva infraestructura informática para OpenAI. Sin embargo, las restricciones de esta exclusividad se flexibilizaron a principios de este año con la presentación del Proyecto Stargate, lo que permitió a OpenAI explorar otras soluciones informáticas cuando la capacidad de Microsoft se agotara.
Implicaciones estratégicas para Google Cloud
La integración de las capacidades informáticas de Google Cloud en las operaciones de OpenAI supone un gran logro para la división de nube de Google. Asociarse con una figura destacada como OpenAI refuerza la credibilidad de los servicios en la nube de Google, especialmente a medida que amplía sus Unidades de Procesamiento Tensorial (TPU) para uso externo.
Tras el anuncio, el precio de las acciones de Alphabet subió un 2, 1%, mientras que el de Microsoft bajó un 0, 6%, lo que indica la confianza de los inversores en las posibles ventajas de Google. Aunque muchos usuarios no interactúen con Google Cloud como lo harían con servicios como Android o Chrome, la computación en la nube desempeña un papel fundamental en la estrategia comercial de Google. En 2024, representó 43 000 millones de dólares, o el 12 %, de los ingresos totales de Alphabet. La incorporación de OpenAI a su cartera de clientes podría impulsar aún más esta fuente de ingresos debido a los enormes requisitos de computación que presenta.
Además, el acceso a las TPU de Google proporcionará a OpenAI hardware especializado, adaptado a los cálculos intensivos que se utilizan en aplicaciones de IA y aprendizaje automático, lo que se traduce en una mayor eficiencia de procesamiento. La decisión de Google de ampliar estos chips para uso externo ya ha atraído a otros clientes destacados como Anthropic y Safe Superintelligence.
Sin embargo, esta relación no está exenta de complicaciones. Google debe afrontar con cautela el reto de suministrar recursos informáticos a un rival que representa una amenaza creciente para su negocio de búsqueda. La asignación eficaz de recursos entre las iniciativas internas de IA de Google y sus clientes en la nube será crucial.
Además, Google ha tenido dificultades para satisfacer la creciente demanda de servicios de computación en la nube, como señaló su director financiero a principios de este año. Prestar servicios a OpenAI no hace más que intensificar esta presión, aunque se espera que sea un reto manejable a medida que los proveedores de la nube se apresuran a ampliar sus capacidades y atraer a más clientes.
La búsqueda de autonomía computacional por parte de OpenAI
El panorama informático ha cambiado drásticamente desde que Microsoft se convirtió en socio exclusivo de la nube de OpenAI en 2019, invirtiendo mil millones de dólares en la empresa. En aquel entonces, el público general aún no había experimentado ChatGPT, y el ritmo de desarrollo de modelos de IA era considerablemente más lento que el actual.
A medida que las demandas informáticas de OpenAI han evolucionado, su alianza con Microsoft también ha tenido que adaptarse, culminando en un acuerdo con Google y el lanzamiento del proyecto Stargate. Según Reuters, la tasa de ingresos anualizada de OpenAI ha alcanzado los 10 000 millones de dólares, lo que pone de manifiesto su rápido crecimiento y la creciente necesidad de recursos que Microsoft no puede proporcionar por sí solo.
Para fomentar una mayor independencia, OpenAI también está buscando acuerdos multimillonarios con CoreWeave, un proveedor emergente de servicios en la nube, y está a punto de finalizar el diseño de su primer chip propietario. Este desarrollo podría reducir significativamente su dependencia de proveedores externos de hardware en el futuro.
Fuente: Reuters
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