
Advertencia: Este artículo contiene spoilers de la saga final de One Piece.
Explorando personajes moralmente ambiguos en One Piece
One Piece, famosa por sus aventuras piratas, muestra una gran cantidad de personajes cuyas brújulas morales a menudo apuntan en direcciones inusuales. Si bien la tripulación de los Sombrero de Paja puede representar un raro faro de rectitud, el mundo más amplio de One Piece presenta un elenco de personajes que actúan más como criminales despiadados que como héroes. Fuera de los Sombrero de Paja, muchos individuos, ya sea que sirvan como piratas o marines, participan en acciones que divergen marcadamente del heroísmo tradicional, lo que lleva al público a verlos como moralmente cuestionables, si no directamente malvados.
Esta dinámica da lugar a numerosos personajes conocidos por sus acciones despreciables. Si estos individuos existieran en nuestra realidad, sus actos atroces los volverían completamente desagradables. Sin embargo, a través de una narrativa creativa, Eiichiro Oda logra convertir a estos personajes, por lo demás reprobables, en figuras que el público encuentra entretenidas y, a veces, incluso agradables. Esta paradoja plantea preguntas vitales sobre el desarrollo de los personajes y la participación del público en la narrativa.
La maestría de Oda en la creación de antihéroes entrañables

Reimaginando personajes desagradables
Un ejemplo notable es Bartolomeo, un personaje que a menudo se etiqueta como un criminal brutal. En una narrativa típica, sus características probablemente lo llevarían a ser una de las figuras más despreciadas. Sin embargo, durante el arco de Dressrosa de One Piece, los espectadores inesperadamente se encuentran apoyando a Bartolomeo, un personaje que es tan despectivo como entretenido. Oda emplea sofisticadas tácticas narrativas para transformar personajes que pueden parecer indignos de admiración en algunas de las personalidades más queridas de la serie.
¿Cuál fue ese chiste que acabas de hacer tan alegremente? – Bartolomeo defendiendo a Luffy
Contrariamente a la creencia de que la simpatía está ligada exclusivamente a los atributos heroicos o a una fuerza extraordinaria, Oda demuestra que la capacidad de identificación desempeña un papel crucial en esta dinámica. Incluso los criminales empedernidos o los antagonistas más francos pueden ganarse el afecto de la audiencia si logran conectar con los espectadores en algún nivel. Este enfoque garantiza que los personajes sigan siendo atractivos, independientemente de sus fechorías.
La capacidad de identificación como clave para agradar

- Bartolomeo es agradable porque encarna rasgos que resuenan en el público.
- Por lo general, ser adversario de un personaje muy respetado como Shanks alejaría al personaje de los fanáticos.
Oda ejemplifica el arte de hacer accesibles personajes aparentemente inconfundibles al incorporar aspectos con los que uno se puede identificar. Bartolomeo, por ejemplo, muestra una profunda admiración por la tripulación del Sombrero de Paja que es paralela al afecto que muchos fans sienten por Luffy. Este entusiasmo compartido ayuda a suavizar las asperezas de Bartolomeo, conectándolo con la audiencia a pesar de sus acciones antagónicas.
Rasgos identificables que hacen que los personajes sean entrañables

La combinación de un diseño de personajes único y rasgos identificables es el augurio del éxito para las figuras más queridas de One Piece. Personajes como Barbanegra, que tiene problemas de tolerancia al dolor, o Kizaru, cuya pereza resuena en muchos, ilustran aún más este punto. Por el contrario, personajes como los Dragones Celestiales son detestados de manera uniforme, en gran medida porque carecen de cualidades identificables, lo que los vuelve completamente ajenos a las experiencias del público.
¡Me guiñó el ojo! ¡No soy digno! – Monólogo interior de Bartolomeo, refiriéndose a Robin
En definitiva, la brillantez de Eiichiro Oda reside en su capacidad para dotar a personajes complejos, a menudo desagradables, de rasgos que forjan conexiones con los espectadores. Cuanto más fuerte sea el vínculo entre un personaje y el público, más probabilidades hay de que los fans perdonen, o incluso celebren, sus acciones erróneas. Aunque este enfoque describe solo una de las muchas estrategias innovadoras que emplea Oda, la capacidad de crear empatía sigue siendo una herramienta poderosa en su arsenal narrativo, lo que convierte a One Piece en una serie llena de personajes inolvidables.
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