¿Comer menos, aumentar la esperanza de vida y mantener la mente alerta? Suena un poco exagerado, ¿verdad?
Sin embargo, los científicos han hecho un descubrimiento innovador que sugiere que reducir el consumo de alimentos podría hacer maravillas para ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro y prolongar nuestra vida. Esto es lo que dice el estudio.
Por qué menos comida podría significar más vida
Las mentes brillantes del Instituto Buck han estado estudiando cómo una menor cantidad de comida podría frenar el deterioro de nuestra agudeza mental a medida que envejecemos.
El actor principal en todo esto parece ser un gen de pantalones elegantes llamado OXR1, que los científicos observaron que entra en acción cuando seguimos una dieta baja en calorías< /span> o rápido de forma intermitente.
Cuando reducimos la cantidad de alimentos que ingerimos, la mayoría de nosotros probablemente pensaríamos que afecta principalmente a nuestra cintura o nos ayuda a reducir la molesta grasa abdominal. Pero aquí está la cuestión: este gen es muy relevante para nuestro cerebro.
Los científicos realizaron sus estudios utilizando moscas de la fruta y células humanas. Descubrieron que comer menos puede retrasar el envejecimiento y ralentizar la progresión de enfermedades cerebrales, que afectan nuestras facultades mentales.
Entonces, resulta que estrategias como el ayuno intermitente o llevar una dieta baja en calorías pueden mejorar el nivel de este gen, protegiendo nuestro cerebro. Al observar específicamente el gen «mostaza» (también conocido como mtd) en las moscas de la fruta y su equivalente humano, OXR1, los investigadores encontraron un papel vital que desempeña para mantener nuestras células a salvo de daños.
¿Puedes prolongar tu vida con lo que comes? Los sorprendentes hallazgos de la investigación
En humanos, la falta de OXR1 puede provocar defectos neurológicos graves e incluso muerte prematura, mientras que su exceso en ratones mejora sus posibilidades de supervivencia en modelos de ELA, un trastorno neurológico< grave. /span>
Parece que existe una conexión profunda entre el envejecimiento del cerebro, la esperanza de vida e incluso la neurodegeneración. Los investigadores fueron más allá y descubrieron que OXR1 influye en algo conocido como complejo retrómero, fundamental para reciclar proteínas y grasas y mantener la función de las células del cerebro.
¿Qué significa eso en lenguaje profano? Bueno, cuando comemos menos, las respuestas genéticas protegen las neuronas, una forma de célula que transmite los impulsos nerviosos. Es una buena noticia para nuestro cerebro que nuestra dieta sea baja en nutrientes porque mantiene las células cerebrales funcionando al máximo.
Desglosándolo, el equipo explicó que la función del retrómero es esencial para reutilizar las proteínas celulares, especialmente cuando los nutrientes son limitados. En esencia, cuando hay escasez de nutrientes, el cuerpo parece entrar en un modo de ahorro de células, mejorando la función del OXR1.
Además de beneficiar al cerebro, también aumenta la esperanza de vida. Destacando los efectos beneficiosos del gen, el equipo descubrió que un aumento de los niveles de mtd en las moscas conducía a una vida más larga.
¿Podría ser lo mismo para nosotros los humanos? Los científicos creen que un aumento en OXR1 podría brindar beneficios similares y ayudar a prolongar la vida humana.
Nuestras elecciones diarias de alimentos tienen un profundo impacto en nuestras células, la funcionalidad del cerebro y la duración de nuestra vida. En resumen: al comer menos, mejoramos el proceso de clasificación de proteínas en nuestras células, lo que eventualmente nos ayuda a vivir más tiempo y a mantener nuestra mente más alerta.
Al parecer, una dieta saludable es mucho más que mirar la báscula o ponerse unos vaqueros viejos. Lo que comemos afecta nuestro bienestar a un nivel mucho más profundo de lo que jamás imaginamos.
Entonces, mientras esperamos más información de la investigación científica, ¿por qué no tomar una manzana en lugar de un donut? Después de todo, podríamos estar ayudando a nuestro cerebro y aumentando nuestra esperanza de vida un bocado a la vez.
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