‘American Murder’ de Netflix: un análisis de cómo una agente de policía defraudó a Gabby Petito

‘American Murder’ de Netflix: un análisis de cómo una agente de policía defraudó a Gabby Petito

El reciente documental, American Murder: Gabby Petito, disponible en Netflix, arroja luz sobre las alarmantes deficiencias de los procedimientos policiales, destacando en particular la inacción de una agente femenina. El papel pasivo de esta agente durante la crisis es especialmente preocupante, ya que no reconoció la angustia de Gabby Petito y se olvidó de preguntarle: «¿Estás a salvo?».En última instancia, su inacción mantuvo un sistema defectuoso que defraudó a la víctima.

Una observación dolorosa: la respuesta policial

Para quienes han seguido de cerca los trágicos acontecimientos que rodearon este caso, las imágenes de la cámara corporal que se presentan en el documental son excepcionalmente angustiantes. La policía fue convocada después de que un testigo observara a Brian Laundrie agrediendo físicamente a Petito. Sin embargo, cuando llegaron las fuerzas del orden, Laundrie parecía tranquilo y sereno, mientras que Petito estaba visiblemente emocionada, llorando y temblando. A pesar de este visible estado de angustia, los agentes, incluida la agente, rápidamente incriminaron a Laundrie como la víctima en la narración.

Decisiones cuestionables y oportunidades perdidas

A pesar de que Laundrie había mostrado un comportamiento imprudente al conducir a exceso de velocidad y dudar en detenerse, lo dejaron libre sin multa alguna. Los oficiales no investigaron las razones detrás de la llamada del testigo a la policía con respecto a la agresión de Laundrie, haciendo caso omiso de las implicaciones significativas de una joven asustada enredada en una relación controladora. Lo más importante es que durante toda la interacción, ningún oficial, incluida la mujer, pensó en preguntarle a Petito si se sentía segura.

Un modelo decepcionante en uniforme

Si bien sería injusto suponer que una agente de policía está obligada a ponerse del lado de una mujer en todas las situaciones, existe una expectativa fundamental de que ella reconozca los signos de trauma y abogue por una investigación exhaustiva. Lamentablemente, adoptó una postura pasiva y aportó poco valor a la situación. En un momento de la grabación, la agente declaró: «Prefiero hacer algo y que no salga nada de ello que no hacer nada y que pase algo».Este comentario tenía potencial, pero estaba dirigido a la posibilidad de arrestar a Petito por violencia doméstica en lugar de priorizar su seguridad.

¿Qué pasaría si…? Las preguntas no formuladas

Si la detención se hubiera producido ese día, Petito podría haber recibido una orden de no contacto contra Laundrie, ofreciéndole la oportunidad de pedir ayuda. En cambio, Laundrie fue alojada en un hotel, mientras que Petito se quedó sola en una camioneta, abrumada y aterrorizada.

En las imágenes de la cámara de cuerpo entero, es sorprendente observar el poco esfuerzo que se dedicó a discernir los riesgos reales presentes. Inicialmente, Petito admitió haberle dado una palmada en el brazo a Laundrie. Pasó un tiempo considerable (más de 45 minutos) antes de que un oficial finalmente le preguntara: «Cuando le diste una palmada a Brian, ¿qué intentabas hacer?» Hasta ese momento crucial, Petito estaba al borde de ser acusada de un delito grave de violencia doméstica.

Esta pregunta alteró significativamente el enfoque. Petito explicó que estaba intentando que Laundrie detuviera el vehículo para que la policía interviniera, una indicación que debería haber provocado una reevaluación de la situación por parte de los agentes. En cambio, se centraron en la desescalada, pasando por alto las acciones de investigación necesarias.

El deber de protección

Es fundamental que las mujeres que ingresan a la policía reconozcan la responsabilidad que implica su presencia. Las mujeres policías suelen poder atender las necesidades de las víctimas de maneras que sus homólogos masculinos podrían pasar por alto debido a sus diferentes experiencias vividas. Esto no significa ponerse automáticamente del lado de otra mujer, sino que implica escuchar atentamente, identificar la angustia y asegurarse de que se hagan las preguntas pertinentes.

Lamentablemente, en este caso no existía tal enfoque.

El caso de Gabby Petito no es un caso de negligencia, sino un claro ejemplo de la inacción de quienes tenían el deber de protegerla. Si bien los agentes masculinos son criticados con razón por su inacción, es igualmente decepcionante ver que una agente femenina contribuya a este fracaso con su falta de iniciativa.

Este documental sirve como duro recordatorio de que Gabby Petito merecía algo mejor: una respuesta proactiva de las fuerzas del orden que se tomaran en serio su seguridad. Por encima de todo, ella merecía una mujer uniformada que le hiciera la pregunta crucial que podría haberlo cambiado todo: “¿Estás bien?”.

Fuente e imágenes

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