
En una decisión reciente y discreta, Microsoft ha dado un paso más para reducir el control de los usuarios sobre los sistemas Windows 11. Según informa Windows Central, las aplicaciones descargadas de Microsoft Store ahora se actualizarán automáticamente, aunque los usuarios se enfrentan a importantes limitaciones para anular esta función. Aunque los usuarios pueden pausar las actualizaciones durante un máximo de cinco semanas, finalmente se verán obligados a aceptarlas.
Equilibrio entre el control del usuario y la seguridad
Un cambio repentino en el protocolo de actualización

Esta actualización parece haberse implementado gradualmente, afectando a un número significativo de dispositivos con Windows 11. Sorprendentemente, Microsoft no anunció oficialmente este cambio de política. Los usuarios descubrieron que la opción para desactivar las actualizaciones automáticas simplemente desapareció sin previo aviso.
El objetivo principal de este ajuste parece ser mejorar la seguridad en todo el ecosistema. Mantener el software actualizado es fundamental para corregir posibles vulnerabilidades de seguridad y, por lo tanto, evitar su explotación en el mundo real. Esta lógica es similar al enfoque adoptado con Windows Update, que también exige actualizaciones tras una breve pausa, especialmente relevante para los usuarios de Windows Home.
Aunque algunos usuarios puedan considerar este cambio intrusivo, la lógica subyacente puede justificarse. Es común que los usuarios acumulen multitud de aplicaciones que rara vez reciben atención, lo que a menudo resulta en actualizaciones poco frecuentes que podrían dejar los sistemas vulnerables. Las actualizaciones automáticas pueden reforzar la seguridad y satisfacer a los usuarios que aprecian la facilidad de administración que ofrece Microsoft Store, simplificando significativamente la supervisión del software.
Un cambio no universalmente bienvenido
A pesar de las razonables intenciones que se alegan para esta actualización, muchos usuarios podrían sentirse cada vez más frustrados a medida que su autonomía se ve erosionada por las decisiones del gigante tecnológico que supervisa el sistema operativo. Si bien este ajuste podría no tener el mismo impacto que los planes de Google de implementar la verificación de identidad de desarrollador para todas las aplicaciones de Android el próximo año, sí indica una preocupante tendencia en la misma dirección.
La opacidad de esta actualización probablemente generará controversia entre los entusiastas de la tecnología. El hecho de que Microsoft no haya comunicado públicamente este cambio ha obligado a muchos a deducir los cambios de forma independiente. Esta falta de transparencia no concuerda con el mensaje frecuente de la compañía sobre la confianza y el empoderamiento en todos sus productos.
Manteniendo las opciones para la selección de software en el futuro cercano
Si sueles recurrir a fuentes externas a Microsoft Store para tus necesidades de software, este cambio de política tendrá un impacto mínimo. Algunas aplicaciones de Microsoft están disponibles exclusivamente a través de la Store, incluidas las versiones oficiales de herramientas de Apple como Apple Music y Apple TV, que estarán sujetas a actualizaciones automáticas.
Sin embargo, una amplia selección de software de Windows sigue estando disponible directamente desde los proveedores o a través de plataformas como WinGet, lo que permite a los usuarios eludir la función de actualización automática de Microsoft Store. Esta opción permite a los usuarios mantener el control sobre la gestión de su software, una opción que probablemente no desaparecerá pronto. Mientras esperamos la respuesta de Microsoft sobre esta nueva política, los usuarios pueden explorar estos métodos alternativos para gestionar sus aplicaciones eficazmente.
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