
Opiniones no solicitadas: El auge de la humillación corporal en X
Es cada vez más común que los hombres hagan comentarios no solicitados sobre el cuerpo de las mujeres, a menudo sin provocación. Desde que Elon Musk adquirió Twitter, ahora rebautizado como X, esta preocupante tendencia ha cobrado gran impulso, generando debates e indignación en línea.
Normalizando la crítica corporal
Recientemente, una ola de hombres ha recurrido a X para criticar públicamente a las mujeres por mostrar lo que muchos considerarían físicos perfectamente normales. Esta tendencia se desató cuando un usuario compartió una publicación alarmante, originalmente de otra plataforma de redes sociales. El usuario se lamentaba: «Mi novia tiene una bolsa como la de una foto, y parece que no desaparece por mucho que se esfuerce en el gimnasio.¿Será la cirugía mi única esperanza?».
Estos comentarios son preocupantes, ya que reflejan una perspectiva poco saludable sobre el cuerpo femenino. Insinuar que la apariencia natural de una mujer requiere intervención quirúrgica es absurdo y perjudicial. Este mensaje solo cobró fuerza tras ser amplificado por un individuo conocido como «Bad Billy Pratt», quien lo compartió en X sin contexto ni consentimiento de la mujer involucrada.
¿Por qué todas las mujeres insisten en usar ropa ajustada? pic.twitter.com/N9x8VmgJ9W
— “Bad” Billy Pratt (@KILLTOPARTY) 15 de marzo de 2025
Esta tendencia no es aislada
Otro caso surgió cuando un usuario llamado David Santa Clara publicó una imagen ampliada de la actriz Rachel Zegler, burlándose de ella por tener poco vello en la espalda. Sugerir que esos rasgos naturales son motivo de burla pública solo sirve para perpetuar los estándares de belleza tóxicos.
Por eso Disney está a punto de perder 300 millones de dólares… pic.twitter.com/0I9VCW4OFe
—David Santa Carla? (@TheOnlyDSC) 18 de marzo de 2025
El hecho de que estos hombres se sientan con derecho a comentar sobre el cuerpo de las mujeres ejemplifica una dinámica preocupante arraigada en el privilegio masculino. Lo desalentador es la cantidad de usuarios en línea que interactúan positivamente con estos comentarios tóxicos, respaldando sin darse cuenta narrativas dañinas.
Patrones perturbadores de comportamiento
Si las personas detrás de estas publicaciones degradantes llevan vidas plenas con familias que las apoyan, su comportamiento se vuelve aún más desconcertante. Esto plantea una pregunta importante: ¿Por qué quienes las rodean no disuaden esta práctica dañina? Desafortunadamente, vivimos en una sociedad donde las mujeres a menudo se ven sometidas a un escrutinio injustificado, simplemente viviendo sus vidas en medio de críticas.
Mujeres como Rachel Zegler se enfrentan a una intensa inspección pública, y resulta desconcertante ver con qué frecuencia los hombres intentan «avergonzarlas» por el simple hecho de existir. Si bien uno podría desear defender la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos, la triste realidad es que las reacciones negativas pueden ser abrumadoras y desalentadoras. Cualquier voz que se alce en defensa a menudo recibe burla en lugar de apoyo.
El asunto en cuestión revela un problema cultural más amplio: uno que permite y, en ocasiones, celebra la denigración del cuerpo femenino en línea. Algo tiene que cambiar. Debemos desafiar colectivamente este comportamiento, recordándonos que las normas de imagen corporal de cada persona no deberían regir cómo las mujeres perciben su propio cuerpo.
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